Capítulo 11

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Cuando llegamos al cine, luego de que Larissa condujera hasta la ciudad, nos paramos frente a la cartelera dónde están las películas disponibles. 

Al ser día de semana, y que es temprano, el lugar se encuentra bastante vacío. Lo que agradezco, ya que no me gusta estar rodeado de muchas personas, además de que es fastidioso tener que hacer fila para todo, o incluso tener gente molesta sentada a tú lado, que no paran de hablar o de masticar comida muy fuerte. 

Mierda. Ya me estoy volviendo uno de esos viejos cascarrabias. 

- ¿Qué opinan de esa "Bajo contrato"? - menciona Atlas. - Parece ser la típica comedia romántica. 

- Nada de romance. - sentenciamos a dúo con Lari. 

- Bueno, pero ninguna de mafia, que ese tema de aburre. - sigue Mushu. 

- Tengo ganas de ver algo de acción, ¿Qué dicen? - pregunta la pelirroja. 

- Claro. - respondemos a dúo. 

- Bien, iré por las entradas. Ustedes vayan por las palomitas. - ordena firme. Me mira. - Ya sabes que me gustan dulces. - se encamina hacia la boletería. 

- Creí que su hermana era la mandona y ella la buena, pero parece que ambas tienen un carácter bien fuerte. - menciona Mushu. 

- Su madre era así, por fuera encantadora, pero por dentro tenía un fuego que podía quemar todo a su paso. - digo, mientras nos encaminamos hacia el candy bar. - Y el padre de Lari también tiene un caracter bastante explosivo. De hecho, todos los Markov lo tienen. 

- ¿De que murió? - pregunta en voz baja.

- Un ACV. - respondo con tristeza. - Fue muy imprevisto, así que a todos les choco con fuerza. - asiente levemente y se forma un silencio entre nosotros, entre tanto hacemos la fila. - Mencionaste a tú padre, además de que se que es el líder de tú clan. - digo luego de un momento. - ¿Qué hay de tú madre? 

Su expresión se pone neutra y seria, por lo que deduzco que es un tema de no le gusta tocar. 

- Ella murió. - responde cortante. Creí que no seguiría hablando, pero me sorprendo cuando vuelve a abrir la boca. - Era la unica persona que quise de verdad... - agrega en un susurro apenas audible. 

Nuestra conversación es interrumpida cuando es nuestro turno de comprar. 

Al volvernos a reunir con Lari, Atlas seguía algo extraño, pero fue como si hubiera hecho un clic, y volvió a su semblante natural. Arrogancia y molestia. 

- ¡Anda, Vin! - exclama. - Compartimos mitad y mitad. - me pide. 

- ¡Ya te he dicho que no! - le respondo con fastidio. - Yo me pedí salado, porque me gusta lo salado. Si tú te pediste dulces, y quieres probar los salados, te jodes. 

- ¿Por que enfrascarte en uno solo cuando puedes tener los dos? - menciona obviando. - ¡Es más placer! 

- No quiero los dos, quiero uno. - sentencio. 

- Ya me estoy arrepintiendo de haberlos invitado. - dice Lari como para si misma. 

Entramos en la sala y nos ubicamos en nuestros asientos, con la pelirroja en medio de nosotros dos, como si fuera una madre separando a sus dos hijos que no dejan de pelear. 

Las luces y volvieron más tenues, y empezaron los avances de películas próximas a estrenar. 

- ¿Cuántas más de rápido y furioso van a seguir estrenando? - comenta Lari en voz baja. 

- Hasta llegar al espacio con sus autos no paran. - bromea Atlas, a lo que ella ríe. 

Me vista se dirige fulminante a él, cuando leo ese nombre entre el reparto que figura al finalizar el avance de la película. 

El legado de la Mafia (Mafia Marshall V)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora