Capítulo 10. Yo me encargo.

311 34 44
                                    

Tom

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Tom.

Al llegar al hospital me entregaron toda la lista de los pacientes, no había muchos como el turno anterior, y así suele ser, días en que estamos a tope y días que no.

Pasé por cada una de las habitaciones de cada paciente, pacientes con problemas cardiacos, respiratorios y recientes cirugías.

Esos casos había por hoy. Las horas pasaban y no entiendo aun por qué no podía dejar de imaginar y recordar aquellos ojos gatos.

Entre eso de las doce y treinta llegó un paciente, un caso avanzado de neumonía, una infección seria, hombre de setenta y cinco años, rápido con el equipo de hoy nos encargamos.

Necesitaba de asistencia respiratoria mecánica, objetivo del día, estabilizarlo.

Terminamos con aquel proceso, varios tubos para que pueda respirar, al igual que sondas y muchas cosas más.

-Aquí están todos los datos del paciente -me entregaron la información.

-Gracias Jackie.

Datos personales:

Hernán Darío Connors.

Me detuve por un par de segundos

- ¿Connors? -me preguntaba a mi mismo.

Seguí leyendo los datos

Adulto mayor de setenta y seis años, Streptococcus pneumoniae grave, neumonía avanzada, infección pulmonar.

No había antecedentes.

Dejé la tablilla ahí y salí a la sala de espera de UCI, no había nadie, tal vez y solo sea una persona que no tiene nada que ver con Isa.

Un par de pacientes más llegaron, realmente empezaba a estar ocupado, que al pasar por la sala solo noté que había personas, pero no me puse a analizar cada rostro.

Eran las ocho y cincuenta de la noche, no había almorzado nada, así que bajé a la cafetería con Elliot y Darlyn. Pedimos algo para comer y mientras tanto hablábamos de los casos y las posibles situaciones que podrían ocurrir en caso de agravarse algún paciente.

Y la vi, subir las escaleras junto a dos mujeres, la piel descubierta de sus piernas y sobre sus hombros una chaqueta.

-Así que si es su familiar -se respondió mi mente por si sola.

Tal vez después de comer pueda ir a verla, pero mis planes fueron interrumpidos, nuevo paciente, reciente operación de cadera.

Así que teníamos que atenderlo, no fue mucha la demora ahí, solo colorar una pinta de sangre y sueros.

Sin embargo, llegó otro caso más, joven de veinticinco años, quemaduras de segundo grado, al mismo tiempo una mujer con una hemorragia interna severa

Champagne Problems (Tom Hiddleston)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora