(TERMINADA)
¿Te has preguntado por qué te amo?
¿Por qué aún lo hago?
¿Por qué a pesar del tiempo mi corazón palpita a mil por hora?
Aquí estoy, los roles cambiaron, pero no puedo, no puedo hacer lo mismo.
Y odio eso, por que sigo amándote.
Conquís...
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Elina.
Pero Isa, no merecía eso, no merecía que la hagan sufrir, no merecía que le vean la cara de tonta, y fue el momento en el que entendí que la decisión que tomó Tom fue la mejor, y a pesar de que me duela, esa era la realidad, sé que lo provoqué y sé que él aún debe mejorar, pero el simple hecho de haberse mantenido lejos de mi tenía una explicación.
Dejé eso de lado, no haría nada, más que respetar su decisión, nada más.
Isabella.
Hablamos por mucho tiempo Chris y yo, hasta que le pedí que me disculpara, llevaba mucho tiempo sin poder encontrar a Tom, caminé por entre la gente hasta que lo vi, cerca de las escaleras.
Y lo que siguió fue muy extraño, solo por el tono de voz en el que Elina habló me daba a imaginar muchas situaciones. Situaciones que no quería que sean verdad.
- ¿Nos vamos? -preguntó Tom.
- ¿Qué paso con Elina? -pregunté.
Y el sonido de las personas conversar no me permitía escuchar ni hablar a un tono razonable.
Tom pasó su mano por mi cintura y yo solo me dejé guiar, salimos y el aire frio impactó pronto en mi rostro.
La música dentro del bar se escuchaba aún más fuerte, y aun sentía aturdida mi cabeza. Tom quitó el seguro al auto y abrió la puerta.
-Tom ¿Qué pasó con Elina? -dije sin subir al auto.
- ¿De qué hablas gatita? -preguntó él
- ¿Es en serio? -hablé -desapareces todo el tiempo desde que llegamos y luego apareces cerca de Elina -afirmé.
-Amor, no pasó nada -respondió
-Necesito la verdad -dije de inmediato.
- ¿La verdad?
-Si Tom, la verdad sobre ti -dije.
Desde hace mucho tiempo he tenido preguntas sin respuesta, algunas que me las he reservado y otras que simplemente la ha evadido.
Hoy, era el momento exacto en encontrar esas respuestas que me estaban rondando la cabeza. No me había movido ni un solo paso, mis brazos estaban cruzados y mi mirada estaba sobre sus ojos.
-Vamos a casa gatita -dijo Tom irrumpiendo en mis pensamientos.
-No -respondí de inmediato.
-Gatita... -iba a continuar hablando.
- ¿De dónde conoces a Elina?
-Amor, mejor hablemos en casa, hace frio y es tarde -habló.
-Carajo Tom responde -comenzaba a enojarme.
Bufó.
-Conocí a Elina en una fiesta de la universidad -colocó su espalda sobre el auto, bajó la mirada y metió las manos en los bolsillos de su pantalón -Caet fue quien nos presentó.
Se calló.
- ¿Qué más pasó entre ustedes dos? -pregunté.
-Isa -me miró
-Tom, necesito saber y sacarme estas dudas de la cabeza.
- ¿Dudas?
-Hay muchas preguntas que necesito saber y sobre Elina es una de ellas.
-Elina me ayudó mucho en esos días que necesitaba desahogarme de tanto estrés y de todo lo que me pesaba.
-O sea que...
-Si Isa... ella era de esas amigas con las que cogía cuando a mí se me daba la gana.
Sentí el aire estrujarse en mi pecho
- ¿Estuvieron juntos cuando tiempo?
-Hasta ese día que lo viste todo -habló.
- ¿No se han vuelto a ver desde entonces? -cuestioné.
-No -respondió con seriedad.
-Ella no fue la única ¿verdad? -pregunte seguido, no quería que dejara de responder.
Negó.
Respiró muy hondo.
-Elina no fue la primera en la lista
- ¿Tenías una lista?
-Isa... -interrumpí y vi su mandíbula tensarse.
- ¿Yo? ¿yo era una más en tu lista? -di un paso atrás.
-No te voy a mentir, quieres saber la verdad y es momento de decírtelo.
Suspiró y yo me quedé completamente callada, sentía un nudo hacerse en mi garganta.
-Si, lo eras -agachó su mirada -se suponía que yo jamás debí enamorarme de ti, tenías que ser como las otras...
- ¿Kendra era una de ellas?
-Lo fue.
Quería llorar. Quería salir de ahí en ese mismo instante.
Se incorporó y puso sus manos sobre mis brazos.
-Tu fuiste diferente a todas las demás, tu con tu perfecta manera de ser hiciste que me enamorara, como te dije, mis planes no eran enamorarme, y tu lograste eso -puso su mano en mi mentó y levantó mi cabeza para verlo -tu eres esa mujer que controló todos mis demonios, tú eres mi todo y si, estuve con Elina, y le dije que todo se terminó, que no insistiera más.
Ni siquiera sabía que responder.
-Te amo a ti y me arrepiento de haber querido jugar contigo en un inicio, quien diría que ahora serías el gran amor de mi vida.
No dejé que hablara más, me apresuré a besar sus labios, y me fue imposible retener un par de lágrimas.
Sentí que era sincero, que decía la verdad, y muchas de mis preguntas quedaron muy en claro, aun así, me afectaba un poco la idea de que era una de su lista, y todo dio un giro tres sesenta.
Al igual que yo, jamás pensé que esto podía pasar, ni que en este punto de mi vida estaría en estas situaciones.
