(TERMINADA)
¿Te has preguntado por qué te amo?
¿Por qué aún lo hago?
¿Por qué a pesar del tiempo mi corazón palpita a mil por hora?
Aquí estoy, los roles cambiaron, pero no puedo, no puedo hacer lo mismo.
Y odio eso, por que sigo amándote.
Conquís...
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Tom.
Llegué y me quedé fuera un par de minutos, recargado sobre el bendito volante, lloré de nuevo y sorbí mi nariz varias veces. Antes de entrar respiré muchas veces, muy profundamente.
Abrí la cochera y estacioné el auto.
Entré en casa y fui rápido por un vaso de agua.
- ¡Carajo Tom! ¿Dónde demonios estabas? -Isa bajó las escaleras y sus ojos estaban hinchados.
-Lo siento -agaché mi cabeza.
Ella se acercó más a mí.
- ¿Bebiste? -preguntó seria.
Asentí.
- ¿Por qué? -preguntó molesta un poco.
Y no sabía que decir, solo hice lo que siempre hacía, evitar el tema.
-Ya te dije que lo siento Isabella -hablé.
-Y yo estoy preguntando el por qué -me miraba seria.
-No importa el por qué -dije serio yo igual.
- ¿Qué no importa? Llevó todo el maldito día llamándote Tom -dijo en un tono más alto.
-Lo que importa es que ya estoy aquí -dije al mismo tono de ella.
- ¿Dónde estuviste? -preguntó sin dejar de mirarme fijamente.
-A ti que te importa -respondí en automático.
- ¿Si escuchas lo que me estás diciendo Tom?
- ¿Por qué la maldita preguntadera Isabella? -respondí molesto -Estoy en casa que más quieres -dejé el vaso de agua sobre el desayunador y pasé por su lado sin decir más.
Isabella.
Mi cerebro no entendía lo que pasaba, él no es Tom, me repetía eso en la cabeza, pero algo me decía lo contrario, pero ¿por qué?
¿No se supone que estábamos bien?
¿Qué está pasando?
Subí igual a la habitación y entré, él ya estaba acostado. Yo hice lo mismo, pero me acerqué a abrazarlo por la espalda.
- ¿Sucede algo? -pregunté casi susurrando.
-No -dijo así de frio.
-Amor, si algo sucede puedes decírmelo -hablé.
-Que no me sucede nada Isabella -su reacción hizo que me alejara muy rápido de él.
Solo me volteé, me abracé a mí misma y un par de lágrimas salieron de mis ojos.
No pude dormir esa noche, para nada.
Sentí como él se levantó más temprano, antes que sonara el despertador, tomó una ducha y salió de casa. Y me repetía que ese no era mi Tom. Y lloré, por que algo pasaba y yo no sabía que era, no estoy sirviendo ni para ayudar a mi novio.
La alarma sonó, me levanté, fui al baño, tomé una ducha y por primera vez en años vi mi rostro muy cansado, bajo mis ojos tenía ojeras y los ojos cansados.
Así que me maquillé un poco, me vestida, preparé mi desayuno y salí de casa. Como se sentía era muy extraño, sí, sé que hemos peleado y discutido, en un inicio sus reacciones eran así, pero, se suponía que cambio mucho en todo este tiempo. No entendía. Aun no.
El día en mi trabajo fue diferente, no lograba concentrarme en lo que hacía, y a causa de ello me quemé la mano con una de las ollas, aun así, seguí en lo mío.
Olvidé por completo que hoy vendría Danny así que vi la hora y salí, para encontrarme con ella esperando, me miró con una gran sonrisa y yo respondí igual, ese día no regresamos a casa, fuimos al centro comercial y comimos ahí.
Evité que mi hermana me viera mal, así que traté de hacer lo posible por que no se noté que algo estaba pasando.
Fui a dejarla a casa, saludé con papá y cené juntos a ellos, la verdad no sabía si Tom salió al trabajo o... ni siquiera quiero imaginarlo.
Regresé a casa y todo estaba vació, no hice más que ir a dormir.
Tom.
Ese día mi mente pensaba tantas cosas, y no fui capaz de concentrarme en los pacientes que llegaban. Se que no es ético ni profesional tratar de esa manera a mis compañeros. Pero, dejé de tener el control de lo que decía.
-Algo te está pasando doc -dijo Darlyn.
-No me pasa nada -respondí serio.
- ¿Volvimos al Tom de antes? -preguntó.
-Siempre he sido así.
-No, los últimos meses eras diferente, hasta la semana pasada -contestó.
-Darlyn, concéntrate en los pacientes y deja de preguntar cosas que no te competen.
-A mí me estás diciendo que me concentre, si eres tú el que está en otro mundo -habló molesta -no sé qué diablos pase en tu mundo, pero no está bien en trato que les están dando.
-Yo sé cómo hago mi trabajo.
-Hoy no -dio media vuelta y se marchó.
Tampoco iba a permitir que me traten así, sé que pasan muchas cosas, pero a ellos que les importa.
Es mi vida y solo yo debo saber lo que pasa en ella.
Ese día pasó muy rápido, la mañana siguiente llegó y estaba por salir de mi turno, fui a casa, todo estaba vació, Isa estaba en el trabajo y yo comencé a sentirme solo de nuevo.
Así que la llamé, como siempre. Como siempre destruyendo todo con mis propias manos.
Y realmente no presté la suficiente atención a lo que hacía, como lo hacía, sabía el por qué, pero no me interesaba en resto.
Mi amigo me falló, me estuvieron mintiendo mucho tiempo, soy un maldito estorbo, no estoy cumpliendo bien con mi trabajo y mi relación la estaba tirando a la basura. Todo se estaba derrumbando y yo no tenía interés de volver a salvar nada.
Volví a fumar, y se sentí satisfactorio su olor y como se dispersaba en mi sistema. Lo bien que me hacía sentir, quitándome la ansiedad
Aún seguía molesto por todo y era mejor no regresar a casa, Isabella está ahí y ella no suele dejarme en paz hasta no saber qué es lo que sucede, lo que menos quería era una serie de preguntas tediosas y que ampliaban el problema.
Llamó muchas veces y no contesté ni una sola, ella dejó un solo mensaje.
''No tengo idea de donde estés, me preocupa, por favor contesta''.
Sigo siendo el de antes, esa miserable persona que solo lastima.
Tomé de nuevo hasta el punto de perder la conciencia, no tengo idea de lo que haya dicho, ni me interesaba. Solo me importaba olvidarlo todo.
