Capítulo 50. Fue un gusto.

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Tom

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Tom.

Me acaba de despertar, eran alrededor de las doce, bajé a la cocina por un vaso de agua, y una brisa helada fue lo primero que sintió mi cuerpo, busqué de donde podía provenir y me encontré con una de las ventanas de la sala abiertas, fui, y la cerré.

Cuando la pantalla de mi celular se iluminó, un mensaje, ni bien lo leí subí a ponerme zapatos y mi chaqueta, minutos después estaba llegando a la misma calle de siempre.

Isabella.

- ¿Isa? -conocía esa voz.

- ¿Evans? -respondí y de inmediato me puse de pie.

- ¿Qué haces sentada aquí? -preguntó, y yo no sabía ni que decir.

Ni una sola idea se me venía a la cabeza.

- ¿Pasó algo? -insistió.

-Larga historia, y yo solo estaba esperando a que pasara un taxi -respondí.

Cuando el auto de Tom se estacionó a unos cuantos pasos de donde estábamos.

-Preciosa, a esta hora es muy raro que pasen taxis -soltó una ligera risa.

Tom bajó del auto y Chris volteó a ver quien era.

-Tom, buenas noches -saludó.

-Hola Chris, buenas noches -respondió a su saludo.

Y yo me quedé callada, como si no existiera, Evans podía pensar un sinfín de cosas, que en cierto punto son ciertas, pero, no era algo que lo andemos gritando en cada esquina.

- ¿Y qué te trae por aquí? -cuestionó Evans.

-Venía a ver a Elina -habló Tom - ¿Y tú?

-Solo a -volteó a verme -a beber un poco -sonrió.

El viento soplaba y mi piel se comenzaba a erizar, mientras ellos seguían con un poco de su conversa yo me alejé un poquito.

-Espera Isa, yo te llevaré a casa -dijo Chris.

-Sería mucho abuso para mí -respondí.

-Siempre con lo mismo, anda vamos -insistió Chris.

Una ligera mirada a Tom, que ya tenía su mandíbula tensa y a como pude le hice señas de que no se ofreciera el también a llevarme.

Generar sospechas no era justamente lo que en este momento debía suceder, así que tuve que aceptar, así de rápido, había llegado a casa, con normalidad, hablamos de cosas en el trayecto de ida.

A día siguiente todo estuvo de lo más normal, fui a l trabajo, Tom no fue por mi porque estaba de turno.

Una semana después.

-Los voy a extrañar mucho, chicos – habló Eli con los ojos llenos de lágrimas.

Y nosotros éramos conscientes que a ella igual la extrañaríamos, porque éramos un equipo, una pequeña familia que habíamos formado, y hemos pasado momentos muy agradables, inolvidables, aquí conocí a Ali, mi mejor amiga. A Josh y Aitana, donde he podido ser parte de su historia de amor, y no se diga de Eli, pese a muchas cuestiones, pese a que vi lo que vi, nada había cambiado entre ella y yo.

Champagne Problems (Tom Hiddleston)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora