(TERMINADA)
¿Te has preguntado por qué te amo?
¿Por qué aún lo hago?
¿Por qué a pesar del tiempo mi corazón palpita a mil por hora?
Aquí estoy, los roles cambiaron, pero no puedo, no puedo hacer lo mismo.
Y odio eso, por que sigo amándote.
Conquís...
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Tom.
Después de haber dejado a Caetlyn en casa, conduje sin rumbo por como una hora. La iluminación de la cuidad está presente, hasta que me detuve en el puente y bajé del auto.
Saqué de mi bolsillo un cigarrillo, lo encendí y aspiré, el humo de este se hacía presente, al igual que su olor fuerte e inconfundible.
Pensaba en demasiadas cosas, ¿Será que realmente estoy enamorado de ella? O ¿simplemente me gusta? No quiero confundir las cosas que siento, no puedo volver a ser débil.
No me pude resistir más, habían pasado horas, dos y diez de la madrugada y fui al bar, para mi suerte me encontré con Eli afuera.
-Mi doctor Thomas Hiddleston -habló sonriente -que gusto verte por aquí.
-Linda señorita Elina Izarduy – respondí.
Llevaba puesta un vestido rojo, que entallaba cada curva de su cuerpo, un escote que pasaba por en medio de sus senos, dejando ver parte de la circunferencia de ellos, su cabello ondulado suelto y sus altos tacones.
- ¿Extrañabas verme? -sonreía en cuento se acercaba a mí.
-Puede ser que sí, como puede ser que no -dejé un beso en la comisura de sus labios.
-Vamos -ladeó su cabeza indicando la entrada del bar.
Y me sentí como si estuviera hipnotizado, que solo me dejé llevar, entré por esa puerta y ambos fuimos directo a su oficina, y sí, pude ver a Isa, pero esta vez, estaba de espaldas a la puerta.
- ¿Se te ofrece algo en especial? -preguntó mientras me sentaba en el sofá.
-Hoy se me antoja un vodka -esto no sería una conversación.
-Como guste, mi doctor.
Sacó la botella y puso la bebida en cada vaso, caminó hasta mi con ellos en las manos y me entregó uno, mientras se sentaba cómodamente en mis piernas, y yo no puse nada de resistencia. Disfrutaba de la excelente vista que tenía de sus senos desde ese ángulo.
Tomé de la bebida, para luego comenzar a devorar los labios de Elina, mi lengua entraba en su boca y ella en cada oportunidad que tenía mordía mi labio inferior.
Mi mano iba recorriendo la desnudez de sus piernas, hasta poder abrirme pasó a su intimidad, al llegar y rozar mis dedos gimió.
En cada beso el deseo aumentaba, la humedad en la ropa interior de Eli se esparcía más.
-Ponte de pie -ordené.
Y sin emitir sonido, obedeció.
Me puse de pie y me acerqué a ella, llegamos hasta su escritorio e hice que subiera sobre el levantando su vestido, los besos desborda pasión, a cómo podía acariciaba la piel desnuda de su trasero.
Subí una de mis manos para masajear su seno sobre la tela del vestido. Sus manos se deshacían de a sujeción de mi pantalón, para así poder liberar mi miembro.
Ella recortada sobre el escritorio, yo embistiendo su feminidad y besando su cuello, todo andaba bien, todo era la lujuria encerrada en cuatro paredes.
Hasta que esa bendita puerta se abrió de golpe, y me detuve, encontrándome con los ojos verdes azulados de Isa. Esto no podía estar pasando.
-Mierda -salí de su intimidad y me apresuré a vestirme.
- ¿Puedo saber a dónde vas? -habló acomodando su ropa.
-Una de tus empleadas acaba de vernos.
-Tom, eso no es problema, al fin y al cabo, estas soltero.
No dije nada y me apresuré a abrochar mi pantalón. Sentía la presión de la mirada de Elina.
-Espera -me detuvo -explícame ¿por qué te vas?
-Porque ya todo se fue el carajo.
-Esa no es la razón.
-No tengo por qué darte explicaciones, como bien lo dijiste, estoy soltero ¿no?
Ella bajó del escritorio y se dirigió a donde estaba la botella.
-Gracias por la bebida Eli -dije antes de salir.
-Una más y te vas -respondió poniéndose en la puerta para evitar que saliera, mientras me ofrecía el vaso.
-Eli...
-Anda doc -hizo puchero -me dejas con ganas de más -su mano bajaba por mi pecho.
Tomé el vaso y me bebí todo el licor de un solo trago.
-Dijiste uno más, cumplí -besé sus labios -me voy.
Se hizo a un lado luego de soltar un suspiro frustrado. Y salí.
Busqué a Isa por el lugar, pero no la encontré, le pregunté a uno de sus amigos y solo me supo decir que ella y su amiga salieron de urgencia, no sabía a donde, le agradecí y fui directo a mi auto.
Saqué mi celular y comencé a llamarla, sonaban todos los tonos y no había respuesta, todas eran enviadas al buzón de voz.
-Carajo Thomas, ¿Qué mierda te pasa? -me regañaba a mí mismo -Entiende, es una más de la lista, solo coges con ella y ya
Apreté el volante, y de verdad me gustaría que fuese así, si realmente me importara una mierda Isabella, no estuviese llamándola.
Respiraba profundamente, estaba molesto, conmigo mismo y porque mi vida tiene tanta mala suerte que hasta para volver a sentir algo así soy tan estúpido que todo lo hago mal.
Bien podía aceptar solo aquel vaso, o bien pude aguantar y no ir, llamar a Isa al día siguiente y salir ambos, pero no, soy tan imbécil y jodidamente idiota que sí, lo arruiné.
-Carajo Isabella contesta – hablé en voz alta.
Isabella.
Mi celular no dejaba de sonar, estaba afuera, arrimada al auto de Bill, con el celular en mi mano y veía a cada rato su nombre. Dr. Tom Hiddleston.
- ¿No vas a contestar? -preguntó Ali.
Y negué, para después apagarlo.
Así que solo soy un maldito juego, alguien con quien tiene solo sexo, dolía, pero no podía dejar esto así, bien podría jugar con él. Pero no, no estaba bien. Y muy probablemente termine todo esto aquí, no verlo más, pero... no quiero dejar de verlo.
-Por Dios Isabella, déjalo -me regañaba en mi mente.
Sequé mis lágrimas y caminé al interior del hospital.
-Disculpe, sabe si el señor Vernon ya salió de cirugía.
-Acaba de salir -respondió la enfermera -estará en recuperaciones y cuando ya pueda pasar a verlo le avisaré.
-Gracias -no dije nada más.
Le pedí a Ali que me prestara su celular para llamar a papá, no quería encender el mío, dos tonos después, contestó y le dije que me había quedado sin pila, hasta ese momento, él no sabía que había terminado con Bryant, le dije donde estaba y todos los motivos, y dijo que vendría, sin más, colgó.
