Tom.
Mientras subía en el elevador mi mente seguía en lo mismo, con los mismos pensamientos desde que entre y desde que lo vi.
¿Y por qué no estar celoso? Cuando tienes al lado una mujer tan bella, sin embargo, no sabe cuidarla. En los ojos de Isa he visto muchas cosas, tristeza y dolor, son las que sobre salen, y una lucha constante por su superación.
Seguí en lo mío, Darlyn se ve diferente, y Alex hace todo lo que puede por verla sonreír a cada momento.
Así Darlyn era feliz y yo no pensaba interponerme, como lo dije, solo era sexo y hasta ahí.
- ¿Desde cuando estás con Alex? -pregunté justo cuando solo estábamos lo dos solos.
-Estábamos en esos planes, y me lo dijo el lunes, cuando salimos de turno -dijo sin más.
-Se te ve muy feliz.
-Lo estoy -respondió.
No dije nada más solo me puse a ordenar un par de materiales que necesitábamos para estabilizar a otro paciente.
-Tom...
-Dime.
-Hasta aquí llegó lo nuestro -era algo que ya lo sabía.
-Darlyn, el único objetivo es que tu estés bien y seas felices, seguimos siendo amigos.
-Amigos -afirmó con una sonrisa.
El resto de la tarde y noche pasó tranquila, sin ninguna novedad, y así suele ser mi trabajo, a veces estábamos a tope y otros muy tranquilos.
Hice los papeles correspondientes a la salida del señor Hernán, mañana salía a partir de las nueve de la mañana.
El papá de Isa había llegado y eso fue lo que le informé, de verdad estaba mucho mejor.
Isabella.
Las horas pasaban a gran velocidad, pensé que vendría y de nuevo se amaría un escándalo, pero no fue así, por suerte. Atendimos a muchas personas y sí, llegó Evans.
-Isa preciosa que gusto volverte a ver -el siempre sonriente.
-Evans ya se te extrañaba -respondí con amabilidad.
-Ayer no te vi.
-Ayer tuve que irme antes -me excusé.
Le serví lo mismo de siempre y entre atención a demás clientes y la conversa con él había pasado rápido el tiempo. Fue cuando lo vi entrar.
Al hombre que detuvo la pelea, un hombre alto, muy probablemente más de un metro ochenta. Una barba no muy larga y de cabello castaño, de algún lado ya lo había visto.
Se sentó en la barra, y parecía estar esperando a alguien, me acerqué y le pregunté si gustaba tomar algo en particular. Y solo ordenó un brandy.
Los minutos pasaban hasta que entró una mujer, cabello castaño hasta la cintura, muy bien vestida, no era muy alta, pero con los tacones esa altura cambiaba
Saludaron y ambos tomaron asiento, él me llamó a acercarme y que ella pidiera algo, ordenó un mojito y él un ron.
No es que me guste andar escuchando conversaciones ajenas, pero se pudo escuchar parte de su plática.
-Por tu regreso -dijo él.
-Por mi regreso -respondió haciendo chocar sus copas.
Se veía felices y puedo deducir que son buenos amigos, ya que el mantiene su distancia y las miradas son distintas. No es como mira Bill a Ali, o Josh a Aitana, o como yo miro al doc.
Papá me había enviado un mensaje, el abuelo saldría mañana a las nueve, y eso, realmente me ponía feliz.
Un ambiente tranquilo, sin peleas ni preocupaciones, Bill llegó puntual por Ali y por mí, le dije sobre mi abuelo y dijo que estaría en mi casa a las ocho y luego iríamos al hospital, condujo y a las tres y veinte estaba llegando a casa.
Tom.
La madrugada se pasó muy tranquila, hasta pudimos descansar, a la mañana siguiente pasábamos por cada una de las habitaciones de los pacientes a revisar que todo esté en orden, y así fue.
Mi hora de salida muchas veces es cambiante, depende de como esté cada paciente, pero hoy como todo estaba tranquilo salía a las ocho, sin embargo, quería quedarme y ver a Isa, por que se que vendrá por su abuelo.
Darlyn, Alex y Jackie se fueron y yo me quedé, esperando, eran ocho y veinte e Isa no llegaba. Hasta que las puertas del elevador se abrieron y la vi.
Venía con alguien, lo vi ayer, pero realmente no se quien sea, al estar un poco más cerca, saludé, y ella hizo lo mismo.
Las nueve de la mañana llegó y el señor Hernán ya estaba saliendo del hospital.
-Muchas gracias doctor por sus cuidados -dijo el abuelo.
-Sabe que es nuestra labor hacerlo -respondí.
-De verdad doc muchas gracias -habló Isa extendiendo su mano.
-De nada señorita Isa -y yo la tomé, despidiéndonos momentáneamente.
Y esa sensación electrificante estaba presente de nuevo.
Isabella.
No se que pasa cada vez que un roce hay entre él y yo, ¿Cómo explicarlo? Una corriente eléctrica recorre mi cuerpo.
Bill nos llevó a casa, a mis abuelos y a mí, todo estaba impecable, como siempre, y fuimos directo a que mi abuelo se recostara, no podía hacer nada de fuerza y debía mantenerse tranquilo.
Tom.
Esperaba regresar a casa y que ella ya no esté, y así fue, aunque la casa se sentía como siempre, sus cosas ya no estaban.
Estaba en mi habitación, y sobre la cama había una nota, tenía mi nombre y era su letra.
La leí.
Si de verdad me amaste, vuélveme a buscar, yo siempre te amaré.
Tina.
Solté una risa, no se hasta donde llegue su falsedad o si en algún punto realmente me amo, yo me enteré de sus aventuras por ella misma, extrañas salidas muy de noche y siempre se excuso que su amigo era ''gay''
Y al inicio lo creí, hasta que un día por curiosidad leí un mensaje que había llegado a su celular, solo me bastó eso para unir las piezas del rompecabezas.
No dije nada, pues yo tampoco le era fiel, o estaba con Caetlyn, Elina o Darlyn. O simplemente me la pasaba con alguna chica que conocí en algún bar, algo de una sola noche.
Hice mi rutina, descansé un poco y luego fui a preparar mi comida, Susan hace días que se fue, es muy probable que haya escuchado un par de nuestras discusiones con Tina, pero ese no fue el motivo de su partida. La habían contratado en un restaurante, en Estados Unidos. Así que ahora si la casa está completamente sola.
Todo está normal. 😱
¿Quién será el que llegó al bar? 🤔
No más Tina. 😉
¿Qué opinan? 🤔
Espero les haya gustado. 💗
Miles de millones de gracias por leer, comentar y votar. 💞
Ya saben que las amo. ❤️🍾
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Champagne Problems (Tom Hiddleston)
Fanfiction(TERMINADA) ¿Te has preguntado por qué te amo? ¿Por qué aún lo hago? ¿Por qué a pesar del tiempo mi corazón palpita a mil por hora? Aquí estoy, los roles cambiaron, pero no puedo, no puedo hacer lo mismo. Y odio eso, por que sigo amándote. Conquís...