Capítulo 19. Decisiones.

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Isabella

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Isabella.

-Mi rayito ¿Por qué lloras? -preguntó el abuelo, sacándome de mis pensamientos.

-No es nada abuelito -dije para que no se preocupara.

-Rayito, sabes que te conozco a la perfección -habló mientras yo secaba mis lágrimas y me ponía de pie.

Caminé sin decir nada, hasta llegar cerca de él y sentarme a su lado.

- ¿Qué te pasó? -dijo preocupado al ver lo rojizo de mi mejilla.

Y lloré, lloré de dolor, lloré de tristeza, lloré porque me dolía el corazón y me dolía el alma, lloré porque el amor duele, porque amar lastima y porque amar te ciega.

Te cierra los ojos, así lo defino yo, así me siento yo. Con dolor y cansancio.

Tomó mi mano y la sobaba, buscando que tenga tranquilidad y comenzaba a sentirla.

-Si quieres contármelo -suspiro -hazlo rayito -si no quiere decírmelo, no hay problema.

Suspiré.

Y le conté, solo lo que había pasado con Bry, contarle sobre Tom es abrir una serie de interrogatorios, y realmente, no quiero hablar de eso, no fue nada, no es algo que debería afectarme más y hablarlo, lo hace.

- ¿Rayito por qué sigues con él? -habló confundido.

-La verdad... no lo sé. Tal vez y me acostumbre a su compañía.

- ¿Su compañía? Y ¿dónde está? Ahora que tú lo necesitas ¿dónde está?

Y solo negué.

-Rayito, hay muchas más personas ahí afuera, personas que no conoces, pero en algún punto de tu vida llegarán, conocerás y aprenderás, y seguirás fuerte como hasta ahora. Si él no sabe valorar lo que tú haces y lo que tu das, quien se lo pierde es él.

Tenía toda, absolutamente toda la razón.

-Eres lo más hermoso de mi vida, luego de tu abuela -reímos -mereces mucho más.

Obtuve respuesta de lo que tenía que hacer.

- ¿Qué sería de mi vida sin ti abuelito? -lo abracé y sus consejos aclaraban el rumbo de mi relación.

A la mañana siguiente mi familia llegó, no quería que empezarán con el interrogatorio al darse cuenta de cómo se miraba mi mejilla.

Así que antes de que lo noten salí y regresé a casa, durante el camino de regreso pensaba en todo.

Y uno de esos pensamientos fue Tom, tal vez y si estuvo mal la manera en la que le hablé, no tenía por que desahogarme así con él, pero la calentura y enojo del momento no hicieron que midiera mis palabras.

Sim embargo, no quiero seguir enredándome más, a pesar de que es muy simpático, y negarlo sería estar ciega, pero no quiero arriesgarme y perder.

Llegué a casa, desayuné, hice mi rutina y hoy si debía ir a trabajar.

Champagne Problems (Tom Hiddleston)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora