(TERMINADA)
¿Te has preguntado por qué te amo?
¿Por qué aún lo hago?
¿Por qué a pesar del tiempo mi corazón palpita a mil por hora?
Aquí estoy, los roles cambiaron, pero no puedo, no puedo hacer lo mismo.
Y odio eso, por que sigo amándote.
Conquís...
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Febrero.
Isabella.
Han pasado muchos días, Tom ha cambiado mucho, llega a casa y... ni siquiera hablamos.
No podemos tener una conversación más allá de diez minutos. Todo se empezaba a volverse monótono, rutinario.
Ya no salimos a cenar, ni tampoco comíamos juntos, él comenzó a pasar más tiempo fuera de casa y ha vuelto a beber y fumar en exceso.
Me estaba doliendo tanto todo lo que estaba pasándonos, porque esto no era lo que teníamos, él y yo estábamos bien, pero algo sucedió y no sé qué es.
Las palabras de mi papá comenzaban a repetirse en mi cabeza "luego entenderás" y no sé si estoy equivocada.
Ese día Bry llegó a mi trabajo, eran tres de la mañana, no era correcto irme con él.
Pero volví a estar sola, y en ese momento él estaba siendo mi apoyo.
No fuimos a casa, fuimos a aquel lugar al que solíamos escapar, aquel mirador que sólo nosotros conocíamos.
-Te noto diferente -habló él.
-Están pasando muchas cosas y no tengo respuestas a tantas preguntas -tenía mis piernas recogidas hacia mi pecho y recargué mi cabeza sobre mis rodillas.
- ¿Quieres hablarlo? -preguntó.
-No -murmuré.
Pasó su brazo sobre mí espalda y me unió a él, y me fue imposible no llorar, me estaba desgastar emocionalmente.
Él acariciaba mi brazo y yo me sentía menos ahogada en mis pensamientos.
Cuando ya me tranquilicé sequé mis lágrimas y me incorporé, recordé todo lo que aún me faltaba por hacer.
- ¿Ya decidiste cuando empezar a estudiar? -preguntó.
-Aún me falta un tanto para poder viajar -respondí.
-Tienes que hacerlo Isa, arriésgate ve y conquístalo todo. Serás la mejor de eso no hay duda porque ya lo eres.
Me hizo sentir muy bien, pasamos ahí horas, hasta ver los primeros rayos del sol.
Fue a dejarme en casa y no sé por qué pensé que él no estaría.
- ¿DÓNDE CARAJOS ESTABAS? -gritó.
Lo ignoré.
-Isabella, te estoy preguntando donde carajos estabas -repitió resonando las últimas palabras.
-A ti que te importa -respondí con lo que el mismo solía responder.
-Isabella te estoy ordenando decirme donde estabas -sujetó mi brazo evitando que pudiera irme.
