(TERMINADA)
¿Te has preguntado por qué te amo?
¿Por qué aún lo hago?
¿Por qué a pesar del tiempo mi corazón palpita a mil por hora?
Aquí estoy, los roles cambiaron, pero no puedo, no puedo hacer lo mismo.
Y odio eso, por que sigo amándote.
Conquís...
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Tom.
Estar ahí para mi ya lo era todo, Isa acurrucada en mis brazos, escuchaba su respiración, al igual que había escuchado sus sollozos y sentí mi corazón quebrarse.
Mi gatita.
Lamentaba tanto ser yo el causante de todo este conflicto, de cada lágrima que derramó y no haber estado ahí desde un comienzo, estaba tan concentrado con Caetlyn y lo de Mary, que, no estuve a tiempo para ella.
Pensé tanto, en tantas cosas y a la vez en una sola en específico, no quería tenerla lejos, no quería que ya nadie más la lastime, no quería dejar de verla. Y suena obsesivo, pero me enamoré. Y eso no estaba en mis planes, Isa no lo estaba hace meses, y ahora, ella es mi plan A y no tengo otro plan más. Solo es Isa y ya.
Isabella.
Desperté y el aún seguía a mi lado, desde donde estaba podría escuchar el latir de su corazón. Relajado, su respiración la sentía sobre mi cabeza, ni siquiera se había movido para dejar de abrazarme. Mi lugar seguro, lo era.
Sentí mover sus manos en mi espalda, y un beso en mi cabeza. Se movió poquito, y yo puse mis manos sobre su pecho.
-Buenos días, mi amor -habló para luego dejar otro beso en mi cabeza, me separé un poco y lo vi, el sol entraba de maravilla y se iluminaban tan hermosos sus ojos, tan azules.
-Buenos días -no sabía si decirle mi amor, y no por que no lo sienta, solo que... es extraño aun para mí.
- ¿Estás mejor? -preguntó.
-Lo estoy, estas aquí -puse mi mano sobre su mejilla.
El bajó un tanto la cabeza y unió su frente con la mía, cerré mis ojos y respiré profundamente.
-Isa -llamó mi atención.
-Dime -respondí y lo miré.
-Se que fui el causante del problema y lo siento muchísimo.
-No es culpa tuya, tu me dijiste que debería decírselo y no hice caso.
-Pero si yo no hubiese regresado al día siguiente, no estuviese pasando esto.
-Estás diciendo que... ¿Qué te arrepientes de ese día?
-No, no es eso solo, solo que... -suspiró -no estuvieses lejos de tu familia.
-No digas eso, las cosas pasan por algo y al menos contigo tengo un poco de libertad -lo miré.
-Y agradezco mucho que te hayas quedado, bien pudiste dejarlo todo ahí, pero aquí seguimos.
-Aquí seguimos -repetí.
-De verdad no quiero que pienses que me arrepiento de conocerte, me has dado la felicidad que hace tiempo no la tengo -nuestros labios estaban cada vez más cerca.
