(TERMINADA)
¿Te has preguntado por qué te amo?
¿Por qué aún lo hago?
¿Por qué a pesar del tiempo mi corazón palpita a mil por hora?
Aquí estoy, los roles cambiaron, pero no puedo, no puedo hacer lo mismo.
Y odio eso, por que sigo amándote.
Conquís...
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Isabella.
¿Cómo regresaba a casa? ¿Cómo le explicaba a mi familia lo que pasó? No podía preocuparlos.
Elina dijo que no importaba mi ausencia, que debía volver y descansar, y Bill se ofreció en llevarme a casa junto a Ali.
-Vamos al doctor -dijo Ali en cuanto me subía al auto de Bill.
-No es necesario solo fue algo un simple golpe.
- ¿Un simple golpe? Ese imbécil pudo haberte hecho más daño -exclamó Ali.
-Pero no lo hizo Ali.
- ¿De verdad no quieres que te llevemos a que te revisen? -preguntó Bill.
-Solo quiero ir a casa y dormir -respondí.
Durante el camino a casa no hablamos nada, trataba de que mi mente no pensara en lo sucedido, pero era imposible, y no se de verdad como es que jamás noté las advertencias.
-Gracias por traerme -le dije a ambos al llegar a casa.
- ¿Seguro estarás bien sola? -preguntó Ali.
-Lo estaré -afirmé, como si fuera verdad.
-Si pasa algo llámanos -dijo Bill.
-Lo haré.
Nos despedimos y ambos se fueron. Subí a mi habitación y me tiré en mi cama a llorar.
Tengo miedo, miedo de que regrese, miedo de que me vuelva a lastimar.
Tom.
Esa mañana no hice nada más, regresé a casa, después de ducharme y cambiarme de ropa me encerré en mi oficina.
¿Por qué me atrae tanto Isabella? No tengo respuesta alguna, tal vez y mañana jueves la vea en el hospital ya que tenía que trabajar.
Las horas habían pasado, y para cuando lo noté eran las seis de la tarde, pasé tan concentrado leyendo nuevos procedimientos de atención médica y varios casos clínicos, que el tiempo se esfumó.
-Alístate amor para ya irnos -dijo Tina entrando en mi oficina.
Le di una mirada rápida sin decir nada, respiré con pesadez y subí a cambiarme de ropa.
Cuarenta minutos después estábamos saliendo de casa, en el camino ni siquiera hablamos, íbamos en total silencio, así llegamos hasta la casa de mis suegros.
Una familia perfecta, jamás han tenido problemas ni financieros y peor aún sentimentales, son la familia modelo que mi mamá quiere que tenga. Pero no con Tina, con Sofhi aun lo sigue anhelado.
-Mi querido Tom -habló Carla, mi suegra.
-Suegra hermosa ¿Cómo está? -dije con una sonrisa fingida.
