Luna:
Estaba tratando de abrir los ojos, pero los sentía muy pesados, pero la luz del día entrando por la ventana me obligaba a hacerlo, espere.. ¿La luz del día? ¿Ya amaneció?
De golpe abrí los ojos y me levanté de mi cama sintiendo una gran punzada en mi cabeza, corrí hacia mi teléfono y ví la hora, eran mas de las diez.
Por los mismísimos Dioses del Olimpo.. ¡No, no, no, no!
Estoy súper atrasada, que digo súper, mega hiper atrasada, mis jefes van a despedirme, no, no.
Corrí hasta el baño y empecé a cepillarme los dientes, me ví en el espejo y mi aspecto parecía a la de un zombie de The walking dead, un asco total, me duche a la velocidad de la luz y me vestí lo más rápido que pude, tome mis llaves mi teléfono, mis cosas y el café ¿Café? ¿Hice café?
Señor ilumina a esta pobre criatura en desgracia...
Ignore a mi conciencia, corrí hasta la puerta y al abrirla me encontré con Nina, llevaba unos lentes oscuros, ropa deportiva y una bolsa en sus manos.
—Estaba por tocar, menos mal no te fuiste porque hubiese sido un viaje perdido —sonrió— déjame pasar que tengo hambre.
—¿Nina? —la mire con confusión— ¿Que haces aquí? —la deje pasar.
—Pues vine a traerte algo de comer Luna —dejó la bolsa sobre la cocina— tu cocina es hermosa, el sueño de todo cocinero —rió.
Entonces recordé que debíamos irnos a trabajar.
—Nina tenemos que irnos, se nos hace más tarde de lo que ya es —ella empezó a reir— ¿Que es tan gracioso? ¿Quieres ser despedida?
—A ver Luna, creo que no recuerdas que ayer los jefes nos dieron el día de hoy libre, por eso te invite a tomar anoche —se cruzó de brazos— además ¿Por qué ibas a trabajar vestida así?
—¿Que tiene mi atuendo? —la mire ofendida.
—Pues que usas el mismo Jean de anoche, tienes la camisa al revés y llevas un zapato distinto del otro —me miró burlona—, aunque tu cabello está bien peinado.
Me acerqué al espejo de la sala y ví mi vestimenta, realmente estaba horrible.
—Si, ando horrible pero ¿como es que sabes donde vivo?
—Pues tu misma me lo dijiste anoche, no estaba tan borracha —rió leve— tenía que estar pendiente de ti, pero alguien se me adelantó —sacó lo que había en la bolsa ¿quieres café? Traje uno para ti y una sopa para aliviar la resaca.
—¿Cómo que alguien se te adelantó? —tomé el café.
—Nuestro jefe estaba en el Bar anoche —tomó el café—, me llevó hasta mi casa y supongo que te trajo hasta aquí.
¿¡Qué!? No puede ser..
—¿J-Jefe?
—Si Luna, Jefe, el señor Cassian estaba en el bar, habías ido al baño pero después regresaste con el, se ofreció a llevarnos a nuestras casas ¿no lo recuerdas? —levantó una ceja.
No recuerdo una mierda, ahora que lo pienso no me habia dado cuenta de como llegué a mi departamento..
—¿Te soy sincera? No recuerdo una mierda —me rasqué el cuello— no había analizado del como había llegado hasta aquí.
—Pues si el Jefe no hubiese estado ahí, de igual manera te hubiese traído hasta tu casa, estabas muy borracha y no iba a correr el riesgo de mandarte en taxi —rió bajo—, me iba a quedar aquí, ya que no pensaba regresar en taxi tan tarde, pero como el jefe estaba ahí me sentí más segura aunque no lo creas —sonrió a medias— ¿tienes microondas?
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Luna y el Desamor |+18| #2 de la Trilogía Moretti. -Finalizada-✔️
RomanceLa recíen Graduada como chef pastelera, Luna Moretti, volará sola por primera vez a ser una chica independiente y dispuesta por lograr sus sueños, llega a La famosa Pastelería Koch, donde ella demostrará todo su talento. Conoce a los Hermanos Koch...