Capítulo 5.

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Luna:

Después de que Cassian me mandara por quinta vez a preparar el betún, me frustré, quise golpearlo e irme a mi casa a comer helado, pero recordé el por que estoy aquí y se me pasa.

Termine el betún y lo coloque en el bowl correspondiente, Cedrik lo probó y dijo que estaba "pasable" definitivamente estos hombres serán mi gran dolor de cabeza, pero no le voy a dar el gusto a ninguno de verme renunciar, eso no está en mis planes.

Aquí en esta cocina todos son muy profesionales, casi nadie habla o socializa, debe ser cosa de los Koch para "no perder el tiempo" aunque me llevo bien con Nina, es una chica bastante alegre y divertida y le cuesta seguir las reglas algo que tampoco hago pero ahí llevamos bien, no he tenido una amiga real en años desde que mi ex me engaño con mi supuesta amiga y desde entonces no dejo entrar a nadie en mi vida, aunque Nina me ha generado confianza.

A parte de los Koch que literalmente le rompen los huevos a más de uno aquí está Jessica Morgan, la mujer que ha durado más tiempo aquí y ya algunos creen saber porque, los rumores dicen que ella se acuesta con Cassian y que ella usa las influencias de su padre para continúa aquí, la arpía sabe hacer buenos postres eso hay que admitirlo, pero es una víbora con todas las letras, se cree con el derecho de mandar a todos solo porque se acuesta con Cassian y su "papi" es uno de los socios de la repostería.

Estaba en mi media hora de almuerzo ya que a mis jefes no les gusta "perder tiempo" así que estaba comiendo a la velocidad de la luz.

Cassian entró junto con Jessica que parecía una garrapata pegada a el, menuda chica sin amor propio.

—Hoy vendrá una importante diseñadora a probar los postres para su boda, mantengan todo limpio, ordenado, no quiero perder esta clienta, es muy importante —miró a la garrapata— estás a cargo —ella asintió y sonrió con arrogancia y el salió de la cocina.

—Genial, tendremos a cargo a la víbora -susurró Nina a mi lado.

—Será un largo día —cerré los ojos con fuerza y suspiré.

—Bien señores, se terminó su hora de comer —que voz tan molesta—, a trabajar que no debemos perder tiempo —aplaudió fuerte un par de veces. 

Maldita palabra "perder tiempo" la estoy empezando a odiar.. No hay un puto momento donde la estén repitiendo. Me levanté de mi silla y fui a colocar mi taza dentro de mi bolso y me dispuse a picar algunas frutas para hacer almíbar con las mismas. Una hora en esto apareció por la puerta de la cocina Cedrik y una mujer, pero no cualquier mujer era Caroline Pots la gran diseñadora de vestidos de novia, una de las mejores del país claro después de Randy. Estaba hablando con Cedrik y la víbora pidiendo recomendaciones, luego se paseó por la cocina y llegó hasta mi.

—Tu niña —me miró algo seria— quiero oír una opinión distinta a Cedrik y la otra chica, me casaré en un mes y necesito una idea para un gran pastel, la decoración ya la tengo pero quiero que se impresionen por lo que lleve dentro —se sentó— te escucho.

—Bueno señorita Pots, si me dice que es lo que le gusta a su prometido podría darle un par de ideas. —le dije amablemente.

Cedrik me estaba matando con la mirada y la víbora también, no les daré el gusto de verme asustada, no señor.

—A mi prometido le encanta el maní, pero yo soy alérgica —miraba su anillo— lo mío es el melocotón querida ¿Que sugerencia me das?

Tomé aire —Bueno, podría hacer el pastel de dos o tres pisos ya sea de su preferencia, la cubierta superior se rellenaría de crema de maní y avellanas con betún de vainilla, la parte media sería de chocolate para constatar el sabor de la parte superior y la parte baja con una cobertura de melocotón, si las desea en fruta entera o picada, pero le recomendaría colocarlas así —le mostré las frutas picadas en almíbar—, dará un toque más delicado y el sabor no opacaría los demás.

Luna y el Desamor |+18| #2 de la Trilogía Moretti. -Finalizada-✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora