-Te recomiendo que la sueltes.-Sougo apuntaba con su katana al supuesto hermano de la chica.
-Vaya señor policía de la tierra sí que eres hábil.-Kamui parecía sorprendido por la facilidad que el chico tuvo para acercarse después de ser agredido por su fuerza.-No deberías meterte en asuntos familiares.
Dejó caer a Kagura quien sintió sus pulmones celebrar el poder respirar de nuevo. El chico de la trenza se sentó sobre un escritorio intacto, Sougo seguía sin bajar la katana.
-¿Qué haces aquí Kamui?-Kagura se acercó a su hermano quien no parecía importarle nada.
-¿Acaso no puedo visitar a mi hermanita?
-No finjas interés, si te importara no me habrías abandonado a mi o a mamá.
-Ay mi cabeza.-Hijikata se levanto a pesar del gran golpe que había recibido.
-Ah, Hijikata-san sigues vivo.-Decía Sougo sin apartar la vista del criminal.
-Recuerda que no soy fácil de matar. ¿Así que eres su hermano?
-Sí, y les pido que nos dejen ir o habrá problemas.
-¿Enserio crees que dejaremos ir a esa tonta contigo? No eres más que un criminal espacial.-Ambos chicos se miraban fijamente dando la impresión que aquel choque de miradas sacaran chispas.
-Bien, vámonos.-Interrumpió la chica, había notado las miradas asesinas en ambos que la idea de tenerlos peleando no le agradaba mucho.
-Un criminal sigue siendo un criminal, no deberías ir con él, china.- Las palabras de la chica lo habían hecho voltear a verla, e incluso le hicieron bajar la katana mas no la guardo.
-No digas tonterías, sádico.-La tomo de la muñeca para impedir que avanzara. Mientras que Kamui observaba atentamente y no parecía agradarle aquella reacción.
-Sougo tiene razón, no importa que sea tu hermano sigue siendo un criminal que entro de manera ilegal a Edo e hirió a varios de mis hombres.-Esas palabras interrumpieron el intercambio de miradas de Kagura y Sougo.
-De no ser tan débiles no hubiesen sido derrotados tan fácilmente.-Se burló el hermano de la chica.
-No importa, ella es mi prisionera y no dejare que se vaya con otro criminal.-Volvió a levantar su katana. Kagura estaba sorprendida por la actitud del castaño, parecía diferente; muy protector como el día anterior, la hacía sentir segura, y provocaba que su corazón se acelerara e incluso ocasiono que un ligero rubor se hiciese presente en sus mejillas, cosa que nadie noto a excepción de su hermano quien se levantó de su lugar. La falsa sonrisa había desaparecido y una mirada amenazante apareció en su rostro.
-En ese caso tendré que matarte.-Las frías palabras de su hermano mayor causaron un escalofrío, la hizo sentir miedo, pero al mismo tiempo el tacto de la mano de Sougo sujetándola le daba confianza, eran tres contra uno, podría parecer un suicidio pero el tener a ese par; en especial a quien la sujetaba la hacía sentir que tenían oportunidad de ganar.
-Supongo que no hay más opción.-Hijikata prendió un cigarro, no estaba de acuerdo con lo que diría y conociendo la fuerza de su oponente sabía que no habría oportunidad para ellos.-Olvida el arresto, pueden irse.
-¿Hablas enserio, mayora?-Pregunto con asombro Kagura.
-Se cuándo una pelea está perdida, así que no veo la necesidad de perder el tiempo.
-En ese caso, andando hermanita.-La tomó del otro brazo para intentar llevársela, pero el agarre del castaño era firme.-Señor policía, suéltala.
-No, esta china tonta, es demasiado ingenua como para creer lo que digas, pero yo reconozco a un asesino cuando lo veo.
-Sádico...-Por un momento la chica recordó como él se refería así mismo como a un asesino momentos antes en el parque.
-Sougo, suéltala.-Decía el vicecomandante.
-Hijikata-san, creo que ese golpe te afecto el cerebro.
-Suéltame sádico.
-Si no la sueltas a la cuenta de tres te mataré.-Dijo con una mirada decidida.-Uno.
-¿Acaso estas sordo? Suéltame, maldito sádico.-Kagura no podía comprender la actitud del chico, y eso la asustaba. ¿Por qué actuaba así? ¿Por qué simplemente no la dejaba ir?
-Sougo suéltala ya.-Ordenó el vicecomandante.
-No.
-Dos.
-¿Por qué lo haces sádico? No seas terco y solo déjame ir.
-No seas terco y déjala.
-Tre...
-¡Sougo!
El grito de ambo hizo reaccionar al castaño quien la soltó en el último momento.
-Andando.-Kamui rompió una ventana para salta atreves de ella.
Por un segundo Kagura y Sougo cruzaron miradas hasta que ella siguió el camino de su hermano fuera del rango visual del castaño.
-Anda debemos organizarnos; tenemos heridos y hay que limpiar.
-¿Por que hiciste eso Hijikata-san?-El castaño seguía viendo la ventana, no entendía porque le importaba tanto aquella inmigrante, era tonta e infantil, una glotona, poco femenina y sin una pizca de encanto, era una amanto que vivía de manera ilegal en Edo y aun así ahí estaba el preocupado y con una gran necesidad de querer protegerla.-Nuestro deber es proteger a los ciudadanos de Edo incluyéndola a ella aun si es una inmigrante.
-Muertos no podremos proteger a nadie. Ademas no supuse que te preocuparas tanto por ella.
-¿Asustado de morir? Quien diría que fueras tan cobarde.-Sougo seguía sin mirar a su vicecomandante, mientras enfundaba su katana solo podía pensar en la voz de la yato pronunciando su nombre por primera vez.
-No es miedo ni cobardía querer vivir para proteger a los demás.-Decía mientras le daba una calada a su cigarrillo.-Ademas el no le hará daño.
-¿Ya olvidaste que hace unos momentos casi la mata?
-Si realmente hubiese querido asesinarla en ese momento lo habría hecho, no se cual sea la situación entre ellos pero entre mas rápido se arregle mas rápido se marchara.
Hijikata se marcho, debía ver que tanto problemas causo el dichoso hermano de la chica yorozuya, mientras que por su parte Sougo seguía sin comprender aquella sensación de preocupación por aquella china tonta.
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Amor Inesperado
Fiksi PenggemarLa semana mas larga de Kagura comienza; tristeza, enojo, descontrol y amor son parte de los problemas a comenzar, el causante principal Okita Sougo; el capitán sádico del Shinsegumi quien no solo se encargara de molestarla si no de protegerla del in...