Capitulo 33

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Había mucho silencio en aquel salón. Kondo, Hijikata y Gintoki se encontraban sentados uno al lado del otro, todos tenían un semblante serio sobretodo el peli plateado quien parecía contener su enojo.

-Les daremos oportunidad de explicar que es lo que esta ocurriendo.-Habló Kondo quien a pesar de su expresión seria no estaba molesto a diferencia de los otros dos.

-Mas vale que su explicación sea creíble.-Dijo el de cabello en v. Gintoki no dijo nada solo les dedico una mirada furioso.

-Todo es su culpa...

-Ella no dejaba de insistir...

Ambos comenzaron a hablar al mismo tiempo tratando de demostrar quien tenía la razón que ninguno podía entender lo que decían.

-¡Silencio!-Ordeno el de cabello plateado. Ambos obedecieron sin reproches.-Bien. Ahora dime, Kagura ¿Que esta pasando? Dijiste que entrenarías pero nunca volviste ni llamaste, sin no fuera por este cenicero andante no sabría que estabas aquí.

Hubo un breve silencio, ella sabía que el peli plateado no tendría piedad con ella así que lo mejor que podía hacer era alargar el asunto y desviar la atención.

-Si entrene con él.-Comenzó a decir no podía decir nada sobre el alcohol porque sería aniquilada en ese momento así que mejor desviaría la atención.-¡El me beso!-Grito señalando al castaño a su lado, sabía que aquello desviaría la atención por completo.

-¡Souchihiro, maldito!-Dijo el peli plateado en modo bestia, fue detenido por Hijikata y Kondo.-Te voy a matar malagradecido. ¿Como te atreves a besar a mi hijita?

-Dana si quieres culpar a alguien que sea a ella.-Comenzó a decir, la guerra había empezado y no tendría piedad con aquella china traicionera.-Ella me rogó y me imploro que le diera de mi sake, yo no quería pero ella me amenazo.

-¿Bebiste alcohol? ¿Acaso estas loca?-Ahora su ira se había trasladado

-¿Le diste alcohol a una menor?-Pregunto Hijikata con molestia pero sin soltar al peli plateado.

-Ella ya es mayor así que no hay problema.-Contesto para callar al adicto a la mayonesa.

-¿Enserio crees que ya ganaste?-Murmuro la chica de manera burlona mientras los adultos peleaban.

-Ya quisieras china, tengo un contraataque a todo lo que digas.-Contesto de la misma forma.

-Me trajo aquí sin mi permiso.-Declaró la bermellón.

-Ella me rogó que no la llevara a casa.

-Se coló a la cama sin mi permiso.

-Me obligó a dormir con ella.

Aquella discusión termino en pelea, ella trataba de golpearlo al mismo tiempo que el también intentaba golpearla. Hijikata y Gintoki discutían por como estaban las cosas.

-¡El único culpable aquí son ustedes que no supieron educar a ese mocoso!-Decía el de permanente plateada.

-¡De seguro también aprendió tus malos modales!-Reprendía el de pelo en v. Aquella reunión se había salido de control, el único que seguía en su lugar era Kondo, lo que parecía ser una búsqueda de respuestas terminó en un batallón.

-¡Guarden silencio!-Todos se detuvieron y voltearon su mirada hacía aquel gorila.-Discutir así no nos llevara a ningún lado es obvio que estos chicos enamorados quisieron romper las reglas y se comprende, seamos adultos y dejémoslos en paz, tienen derecho a cometer locuras, el amor joven es vital.

Las palabras de Kondo causaron cierta vergüenza en los mencionados, era obvio que sentían algo por el otro pero no era algo que quisieran hablar mucho menos frente a ese trío de idiotas.

-¡Es tu culpa, gorila idiota!-Decía Gintoki abalanzándose sobre este.-No educaste bien a ese mocoso.

-Déjalo en paz que el único culpable aquí eres tu por ser mal ejemplo.-Decía Hijikata para abalanzarse sobre el de cabello plateado y el gorila.

-Que situación tan desagradable.-Comentaba la bermellón junto al castaño.

-Es peor por que solo son un montón de viejos entrometidos.-Apoyo el de ojos carmesí.

-Creo que lo mejor sería que me llevara a Gin-chan para solucionar todo este problema.-Dijo con pesadez.

-Si, yo me encargo de los otros dos.-Comentaba mientras sacaba su bazuca.

-Solo no los mates.-Dijo la chica con indiferencia ante tal acción.

-No puedo prometer nada.-Contesto con aquella expresión sádica. Ambos se acercaron al trio que peleaba. Kagura tomo al peli plateado del cuello del kimono y Sougo a los otros dos del cuello de sus chaquetas.

-¡Espera Kagura que aun no termino con esos roba impuestos!-Decía el peli plateado quien era arrastrado por la chica.

-¡Suéltame Sougo que esta vez lo mataré!-Gritaba Hijikata al castaño. Por su parte Kondo había sido noqueado en algún punto de la pelea.

Kagura arrastró a Gintoki todo el camino a la yorozuya. Un sin fin de miradas se había posado en ellos ya que aquella situación era un tanto desconcertante. Por su parte Kagura ignoraba a toda esa gente mientras que el peli plateado se quejaba y se avergonzaba de ser visto de tal manera.

-No puedo creer que me trates de tal manera.-Se quejo una vez dentro de la yorozuya.

-No me dejaste mas alternativa.-Respondió a la defensiva mientras abría su sukonbu.-Si me vas a sermonear hazlo de una vez.

Aquella actitud rebelde que estaba mostrando la chica lo dejaba sin palabras, ella había considerado en disculparse pero comprendió que no debía, estaba comenzando a salir del nido a vivir una vida fuera de lo habitual, no había nada de malo en ello solo era cuestión que él comprendiera.

-¿Cuanto alcohol bebiste?-Pregunto el peli plateado quien podía notar un ligero cambio en su protegida.

-Lo suficiente como para tener resaca.-Se quejo sin siquiera mirarlo.

-¿Es verdad que le pediste a Souchihiro que no te trajera?

-Si, sabía que te ibas a poner a si, y la verdad ya me canse de ser tratada como niña.-Se defendió.

-Esa no es excusa.-Reprendió el de la permanente. Kagura siguió sin mirarlo a los ojos.-¿Ocurrió algo entre el y tú?-Pregunto de manera sería Kagura se ruborizo un poco al recordar aquel beso.

-Anoche no ocurrió nada por lo que debas preocuparte. Pero estas mañana...-Sentía que mencionar lo ocurrido era una violación a su privacidad, aquel fue su primer beso y le había encantado, no podía creer lo bien que se sentía el haberse besado con el castaño, el único detalle era que no podía decir una palabra al peli plateado frente a ella, ya que él seguiría sobre protegiéndola.

-¿Esta mañana...?-Su voz la hizo regresar a la realidad.

-Me sentía con un gran dolor de cabeza.

-¿Y que fue eso de que te beso y se a la  cama?

-Lo invente solo para que lo atacaras.-Contesto rápidamente. Gintoki la veía y no creía ninguna de sus palabras, por mucho que quisiera reclamar no lo hizo ya que en algo ella tiene razón y es que siempre exagera y la sobre protege. Era tiempo de dejar que comenzara a tomar sus decisiones sea cual sea.

-Bien.-Se encamino al refrigerador del cual saco una bebida que le ofreció.-Es para la resaca.

-Gin-chan.-Kagura no comprendía aquel cambio en su guardián.

-Se que no ya eres una niña, pero para mi siempre lo serás, de igual forma evitare ser tan entrometido, te daré la libertad que quieres, solo no olvides que cuando necesites mi ayuda estaré dispuesto a brindártela.

-¡Gin-chan!-Aquellas palabras conmovieron a la chica quien con ojos lagrimosos se abalanzó sobre el para abrazarlo.

-Ya suéltame mocosa que me llenaras de mocos.

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