Capitulo 21

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Kagura había perdido la razón, atacaba sin cesar, sus movimientos eran incluso aún más rápidos que antes, el único problema era la falta de razonamiento. No importaba si Kane atacaba en su dirección ella seguía sin importarle salir lastimada. Uno de sus brazos fue atravesado por el  y a ella no le importaba, no había grito de dolor o momentos de duda, ella ya no era Kagura, era la bestia que había reprimido por años.

-China...-A pesar de estar perdiendo sangre Sougo veía aquella pelea, ver a la chica en ese estado no era agradable. Aquella mirada solo buscaba sangre y aquella sonrisa parecía la de un demonio.

Kagura atacó a Kane hasta que este ya no podía defenderse mas, tenía un brazo roto, varios colmillos le habían sido arrancados al igual que su cabello. Acorralado contra una pared el castaño pude ver por primera vez miedo en el rostro del Oni.

-¡Por favor!-Suplicaba el de ojos dorados, pero la Kagura frente a el no entendía sus palabras e incluso no entendía cuándo detenerse. Corrió hacía el Oni lista para golpearlo con fuerza cuando recibió una patada lateral.

Sougo había logrado correr para evitar que ella matara a ese ser. La yato lo vió y formuló aquella bestial sonrisa, trató de acertar un golpe en el castaño y este solo se dedicaba a esquivar. Era difícil mantenerle el ritmo ya que era mas rápida que de costumbre sin mencionar que en esta ocasión sus golpes eran torpe y sin sentido alguno, pero eso no quitaba el hecho que si recibía uno este podría ser peor a los que a recibido cuando suelen pelear.

El Oni quiso aprovechar que estaban distraídos para así escapar, pero los instintos de la bestia yato lo percataron y corrió en su dirección, para evitar que ella llegara a Kane; Sougo hizo lo que debía hacer tomo la sombrilla que estaba tirada y disparo a las piernas de la chica, esta cayó al piso; tres balas habían alcanzado una de sus piernas, pensando que eso la detendría el castaño suspiro, solo no esperaba ver que esta se levanto de golpe sin importar que sangrará y alcanzo al de ojos dorados.

Corrió para alcanzarla y logro sujetarla por detrás como pudo, pero para Kane ya era tarde ella había alcanzado su corazón. Sostuvo la ensangrentada mano de ella y se aferro a sostenerla con fuerza.

-Por favor china, debes de reaccionar.-Le pedia el chico quien sentía que no podría aguantar mucho más.

-¿Kagura?-Tsukuyo había recobrado la conciencia de nuevo y había llegado con refuerzos. La bestial yato la miró y de un movimiento se liberó del agarre del castaño. Se dirigió hacía las chicas de Yoshiwara lista para atacar. Estuvo a punto de golpear a la rubia pero de alguna forma Sougo se las había ingeniado para aferrarse a ella de nuevo.

-Reacciona, china.-Rogaba el castaño.-Debes volver a ser la torpe e ingenua china de siempre, la glotona que eres, la chica sin encanto femenino ¡Vuelve a ser la chica que me gusta, Kagura!

El gritó de aquellas palabras y de aquel nombre llegaron al subconsciente de la chica haciendo que esta se liberara del control de su sangre. En ese momento su cuerpo se relajó y todo aquello que la bestia ignoraba comenzó a sentirlo, sintió el dolor en su brazo y su pie izquierdo ya no podía mantenerse, su tobillo estaba muy lastimado y las balas que habían acertado a esa misma pierna la hacían sentir un intenso dolor.

Todo ese dolor físico no se comparaba con el que sentía internamente. A pesar de que la bestia en su interior había tomado el control de su cuerpo y mente, ella podía ver y escuchar todo a su alrededor incluso el momento en que le arrebato la vida a Kane.

-Lo mate.-Murmuró entre lagrimas mientras trataba de limpiar la sangre del Oni que manchaba su mano.

Sougo quien a pesar de perder sangre aun lograba mantenerse consciente, se sentó junto a ella en el piso, no había palabras que pudiese decir en ese momento. Ver aquella expresión de dolor era mucho peor que las heridas que tenía. Abrazo a la chica quién se asustó ante su tacto.

-Suéltame.-Pidió entre sollozos a lo que el chico solo se aferró a ella con mas fuerza hasta que ella dejo de pelear y soltó su llanto sobre el pecho del chico.

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