Capitulo 42

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A la mañana siguiente Kagura despertó de muy buen humor, a pesar de haber tenido varios sentimientos en conflicto debido a su peculiar familia logró sonreír y todo por recordar a cierto castaño.

"Tu eres mía y yo soy tuyo" aquellas palabras no dejaban de rondar en su cabeza, aquello parecía una declaración y por muy simple que haya sido ella podía aceptarla siempre y cuando sea Sougo quien lo diga.

Con mucho ánimo se levanto, y comió su desayuno los presentes la miraban ya que la chica irradiaba tanta alegría que molestaba a cierto peli plateado.

-¿Se puede saber porque estas tan feliz?-Pregunto.

-Me acorde de algo.-Mencionó de manera alegre.

-Parece que es algo muy importante para que estes tan alegre.-Señaló el de gafas ya que de cierta forma tanta alegría le molestaba un poco.

-¿Acaso Souchihiro tiene algo que ver?-Gintoki ya no podía contener su curiosidad.

-Por supuesto.-Aquella respuesta molesto a su tutor quien tuvo que mantener la compostura ya que había prometido no ser tan entrometido.

-¿Ocurrió algo con Okita-san?-Cuestiono Shinpachi ya que el no está tan al pendiente de las acontecimientos de la semana como el peli plateado.

-Nada que sea de su incumbencia.-Comento Kagura con un ligero rubor en su rostro.

-¿Oye Kagura porque te ruborizas?-Gintoki cada vez perdía la compostura. Un par de golpes ala puerta atrajo la atención, a lo que Shinpachi fue abrir ya que de aquel par no recibiría ninguna información.-No me digas que ahora invitaras a ese mocoso a comer.

-¿Porque habría de invitarlo? Apenas hay comida para nosotros porque habría de traer otra boca que alimentar.-Se quejo la chica.

-Ahora resulta que eres muy modesta, si bien que llegas tarde y con comida que aquel te da.-Reclamó el peli plateado.

-Claro que me alimenta, es su deber por salir conmigo.-Sentencio Kagura.-Si quieres comida gratis consíguete una novia a ver si soporta tu mal genio.

El sonido de que algo había caído llamo la atención de aquel par que discutía, cuando voltearon la vista vieron en el piso una sombrilla verde y junto a ella y con cara de shock se encontraba Umibouzu quien escuchó que su querida hija salía con alguien.

-¿Papi?-Se sorprendió Kagura de verlo ahí de pie. Llevaba tiempo sin recibir noticias de el, así que verlo de improviso la tomo por sorpresa.

Umibouzu reaccionó y lo primero que hizo no fue abrazar a su hija, fue tomar al peli plateado del cuello de su ropa y comenzar a sacudirlo.

-¡¿Como pudiste permitir que Kagura saliera con un muchacho, acaso estas loco dijiste que la cuidarías, a eso le llamas cuidarla?!

-Creo que debería calmarse Umibouzu-san.-Pidió Shinpachi al ver como el peli plateado se mareaba por tanto zarandeó.

-¡¿Como quieres que me calme si este bueno para nada no sabe cuidar de mi hija?!-Reprocho el de bigote.-A parte de hacer que me preocupe diciendo que se había fugado.

Esas palabras captaron la atención de Kagura quien seguía comiendo, lo único que podía pasar por su cabeza era que Gintoki había informado al respecto a su padre y si es así que tanto le dijo.

-Ya sueltame viejo calvo, me contagiaras tú calvicie.-Comenzo a quejar el de la permanente.-Yo no tengo la culpa que llegara tu endemoniado hij...

-Lo que Gin-chan quiere decir es que solo exageró para hacerte venir.-Intervino Kagura separándolos y tapando la boca de su tutor terrícola.-Como no había recibido respuesta tuya el propuso enviarte una carta fingiendo que me había fugado para llamar tu atención.

-¿Y como explicas la parte de tu arresto?-Cuestiono Umibouzu.

-Eso fue solo una equivocación, al que habían arrestado fue a Gin-chan por perturbar el orden público, así que no te preocupes aquí no a pasado nada fuera de lo habitual, a sido aburrido como siempre ¿Verdad chicos?-Kagura miro a ambos y su mirada era tan siniestra; sabían que si hablaban de mas ella se encargaría de enviarlos al infierno.

-Si todo tranquilo.-Contestaron al unísono.

-Que bueno que todo está aclarado.-Dijo el temido cazador para así abrazar a su hija quien internamente se sentía ansiosa.-Parece ser que ya eres toda un señorita.-Decía mientras la hacía girar.-Te ves hermosa igual que tu madre.

Aquel tono de nostalgia llamó la atención de todos sobretodo de Kagura quien se sintió conmovida ante tal halago.

-Hija mía creo que ya es hora.-Comento el hombre quien sabía que las palabras que diría podrían causar tristeza en ella.

-¿Hora de que?-Pregunto Kagura.

-¿De que estás hablando calvo?-Cuestiono Gintoki quien pudo percibir la seriedad en sus palabras.

-¿Esta todo bien Umibouzu-san?-Pregunto Shinpachi quien había sacado unas galletas de arroz para ofrecer a su visitante.

-Siento tener que decir esto pero debemos irnos de la Tierra.

Aquellas palabras dejaron a todos sorprendidos y Kagura sentía que esto era muy similar a la primera vez que su padre fue a buscarla al planeta, lo que no podía comprender es porque ahora volvía a repetir tal tema.

Amor Inesperado Donde viven las historias. Descúbrelo ahora