-Te dije que la trajeras, no que la arrestaras.- Se quejaba Hijikata mientras le quitaba las esposas a la chica.
-Ella me atacó así que la arreste.
-Sádico mentiroso.
-Chicos cálmense, no creo que sea momento para estar peleando. Supongo que no le explicaste por qué está aquí.-El castaño negó con la cabeza, ya que él no comprendía muy bien que quería un criminal de ella.-Bien, les explicare. Anoche cuando decidiste escapar de tus responsabilidades interceptamos una nave que llegaba de manera ilegal, arrestamos a quien venía en ella; no fue un oponente fácil de atrapar, dejo a varios de nuestros hombres heridos incluyendo a Kondo-san.
Sougo permaneció callado, escuchar que Kondo fue derrotado fácilmente por un criminal espacial lo hacía sentir molesto.
-Por alguna razón este criminal te conoce y pidió hablar contigo, y dado a las grandes cantidades de comida que ha ingerido, al igual que la fuerza y agilidad que demostró en combate suponemos que es yato.
Esas palabras la hicieron preocuparse, podría tratarse de cualquiera, pero en ese momento solo le vino en mente alguien de quien no había escuchado nada en mucho tiempo. Antes de siquiera poder decir una palabra escucharon unos gritos provenientes de la habitación de al lado y cuando menos lo esperaban la pared que les dividía fue atravesada por una figura encapuchada.
Hijikata y Sougo trataron de detenerlo, pero con un movimiento de ambas manos empujo a cada uno contra las paredes laterales, no sin que antes la katana del castaño lograra rasgar las vendas que cubrían el rostro del criminal, quien no le dio importancia y tomo a gran velocidad a Kagura del cuello para así estrellarla contra la pared detrás de ella.
-Ka...mui.-Logró decir apenas ya que la mano de él seguía presionando su cuello.
El chico de cabellos bermellón y ojos azules sonreía de manera falsa.
-Hola hermanita.
Momentos antes
-¿Al menos podría decirnos su nombre?-Preguntaba Yamazaki quien había estado llevando comida al prisionero cuyo rostro era cubierto por vendas. Se sentaba frente a él y realizaba las preguntas que podía pero jamás recibió respuesta alguna.
-Yamasaki-san.-Otro miembro del shinsegumi había abierto la puerta.
-Sí ¿Qué pasa?-Yamazaki se alejó de la mesa de interrogatorios.
-Me acaban de informar que la chica de la yorozuya llego.
-Parece ser que Okita-san logro convencer a Kagura de venir.
-En realidad la trajo esposada, si las palabras que me dijeron son ciertas dijo y cito "Solo arreste a un criminal más."
-Okita-san siempre tan serio.-Comentó Yamazaki. Ambos hablaban en voz baja lo cual no era impedimento para que su prisionero escuchara cada palabra que decían.
-¿En dónde está?-Preguntó justo detrás de ellos, se había acercado de manera rápida y sigilosa que ninguno lo noto. Ambos querían escapar pero no les fue posible, así como se acercó de manera rápida no tardó en dejarlos noqueados.
Comenzó a destruir todo a su paso, desde puertas y paredes e incluso derribaba a todo aquel que intentara detenerle. Se adentró a una de las oficinas, por un momento pensó que lo mejor sería salir de ese lugar e ir a buscarla por su cuenta, se detuvo en cuanto escucho la voz de quien se había presentado como el vicecomandante.
-Por alguna razón este criminal te conoce y pidió hablar contigo, y dado a las grandes cantidades de comida que ha ingerido, al igual que la fuerza y agilidad que demostró en combate suponemos que es yato.
-Te encontré.-Murmuró antes de derribar a los oficiales que entraban a la oficina y así atravesar la pared que se interponía entre él y su objetivo.
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Amor Inesperado
FanfictionLa semana mas larga de Kagura comienza; tristeza, enojo, descontrol y amor son parte de los problemas a comenzar, el causante principal Okita Sougo; el capitán sádico del Shinsegumi quien no solo se encargara de molestarla si no de protegerla del in...