Capitulo 49

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Aquella pelea se había prolongado mas de los esperado, a pesar de estar cansados y heridos nadie parecía querer rendirse.

-No es justo.-Exclamo el de trenza bermellón. Dejando un tanto confundido a aquel trió .

-Que no te distraigan sus palabras Kagu...-Una patada mando a volar al peli plateado contra la montaña. Estática y sin esperarlo Sougo también recibio un golpe que lo dejó inconsciente.

-¿Porque no te rindes?-Kamui comenzó a atacarla. Esquivo y bloqueo los ataque como pudo pero en un tropiezo al retroceder este tomo ventaja y la tomo del cuello estrellándola en un árbol.-Sabes que no puedes ganar ¿Así que porque no te rindes?

Había molestia e irritación en la voz de Kamui quien no dejaba de presionar el cuello de su hermana.

-Por...que...eres... mi hermano.-Dijo como pudo la chica sin apartar su vista de el.

-Esos lazos murieron hace mucho tiempo ¡¿O es que lo olvidaste?!-Reprocho apretando un poco mas su cuello, haciendo que ella soltara un quejido de dolor.

-Te...equivocas.-Volvió hablar aunque eso signifique gastar el aire que queda en sus pulmones.-Se que nos distanciamos... y que cometimos errores, pero antes de eso... solíamos ser una familia y aunque mami no este con nosotros...siempre seremos una familia, lo se porque a pesar... de que fuiste una molestia esta semana me sentí feliz de estar junto a mi estúpido hermano mayor.

Las lagrimas que su hermanita derramaba no era por dolor o molestia, eran lagrimas de agradecimiento y simpatía. Internamente se sintió confundido por ello, perdonar a aquel hombre y a la chica frente a el era traicionar todo por lo que había pasado, sabia que no debía perdonarles y cuando su mano estuvo a punto estrangular con fuerza a su hermanita; ella sonrió. Aquella sonrisa lo desarmó por completo, verla sonreír de tal forma trajo a su memoria la sonrisa de su madre aquien vio reflejada en Kagura.

-Lo siento.-La abrazo, lagrimas salieron de sus ojos. Talvez haya sido por el enfrentamiento pero él seguía viendo a su madre.-Jamas debí dejarte.

Aquellas palabras causaron que su hermanita devolviera el abrazo, por alguna razón sentía que esas palabras no eran para ella y así era estaban dirigidas a Kouka.

Aquella ola de emociones causo que Kamui se desplomara tuvo suerte que Kagura reaccionara rápido y evitara que cayera de lleno al piso, ella se arrodillo para así recostar la cabeza de su hermano sobre su regazo. Las lagrimas de él habían cesado pero podía distinguir el rastro que estas habian dejado.

-Si que eres un estupido.-Dijo Kagura quien dejo caer lagrimas sobre el rostro de su hermano. Verlo así causo cierta alegría dado a que tenía devuelta a su hermano.

-Yo me hare cargo de él.-Abuto se había acercado, Kagura lo miró y sin decir nada asintió con la cabeza; bien sabía que ese hombre era de fiar.

Entre los escombros de piedra el peli plateado veia aquel cielo nublado, tenia lastimado un brazo sin mencionar que su cabeza y cuerpo sentían mucho dolor.

-De haber sabido que tu hijo se rendiría tan fácilmente no me hubiese involucrado.-Le dijo al cazador que se había acercado a donde esta.

-¿Pretendes quejarte porque un niño te dio una paliza?-Replico el de bigote.

-¿Niño? Yo solo vi a un depredador.-Estiró el brazo esperando que este le ayudara a levantarse y no fue hasta que se percato que había perdido ambos brazos cuando comprendió su error.

-¡Maldito insensible!-Grito Umibouzu tratando de patear al peli plateado que corría lejos de él.

Al lado contrario de donde estos se encontraban estaba Sougo quien a diferencia del peli plateado este no tenía heridas graves.

-¿Pretendes quedarte ahí holgazaneando?-Kagura se habia acercado con la katana del chico en mano.

-Debería estar trabajando. Si me despiden sera culpa tuya.-Dijo al tiempo que se ponia de pie.

-Los hombres son unos llorones.-Comento la bermellón mas para si misma. Sin esperarlo Sougo la beso; fue un beso dulce, tierno y delicado al cual no dudo en corresponder.-¿Y eso porque fue?

-¿Que acaso no puedo besar a mi novia cuando me plasca? Ademas es mi recompensa por ayudarte.

-No me ayudaste mucho que digamos.-Comento vagamente para molestarlo.

-Si no querias mi ayuda debiste decirlo, asi no me entrometia.-Dijo con un tono falso de dolor.

-No quise decir eso.-Lo abrazo a lo que el correspondió con una sonrisa triunfal en el rostro.

Aquella burbuja de amor era vista por aquel par de hombres, ambos miraban a aquel par de chicos con molestia.

-¿Entonces debemos simplemente dejarlos estar juntos?-Pregunto el de la permanente con pesadez.

-Amamos a Kagura y si ella es feliz junto a ese roba impuestos disfrazado de policia debemos dejarla.-El velo sombrío que los cubría negaba todo lo que decían. No fue hasta que vieron que ambos estaban por besarse nuevamente cuando no pudieron mas.

-¡Ya sueltala!-Grito Umibouzu quien rompio la burbuja de ambos enamorados.

-¡Aléjate de ese perro del gobierno!-Grito Gintoki tratando de tomar a Kagura.

-Creo que es hora de irnos.-Dijo Sougo tomandola de la mano y con una sonrisa sadica.

-¿Sabias que estaban viendo?-Cuestiono ella sin soltar su mano mientras corrían para alejarse de aquel par de demonios.

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