Capitulo 39

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La tarde perdida.

-Vaya señorita su casa es muy grande.-Comento el de trenza al entrar al castillo.

-No como cree.-Contesto con cierta vergüenza.

-Princesa Soyo, que bueno que regreso después de huir.-Comento enojado y preocupado el señor Maizou.-Veo que trajo visitas.

Eso ultimo lo dijo fulminando a todos con la mirada, bien sabía quien era Kagura, una chica marimacho que mal influenciaba a la princesa, el capitán Okita Sougo quien era un sádico y mala influencia para la princesa, Nobume Imai la guardia que no le agrada y un invitado que no conoce.

-¿Y usted quien es?-Pregunto al de trenza. Podía ver que era un chico alto y de buen rostro, podría ser un gran pretendiente para la princesa excepto por aquello sonrisa falsa que a los ojos de Maizou era una sonrisa de un idiota.

-Solo un visitante.

-El es Kamui, el hermano de Kagura-chan.-Al escuchar eso encontró el parecido en ambos y aquella idea de que fuera un pretendiente murió.-Abuelo Maizou podrías hacer que nos preparen un banquete, invite a mis amigos a comer.

-Por supuesto Princesa, adelante por favor pasen.-Comento el hombre con amabilidad solo esperaba que no causaran tantos problemas.

-No olvides las donas.-Comento Nobume al pasar junto al guardián quien solo fulmino a la chica con la mirada. Tras dar la orden a los cocinero que preparen mucha comida en poco tiempo, el hombre se dirigió a otra de las habitaciones. y tras un par de golpes a la puerta se le concedió el paso.

-Shogun-sama, su hermana a vuelto y trajo invitados.

-Me alegra que volviera.-Sonrió el shogun, se sentía culpable por comerse el último sukonbu de su hermana y haber causado que escapara por ello.-Es bueno saber que tiene amigos para invitar.

-Solo si a ese montón de brutos se le puede considerar amigos.

-Maizou-san sabe que no esta bien juzgar a los demas.-Se levanto de sus aposentos y se puso algo de ropa cómoda.-Creo iré a recibir a las visitas.

La comida en el salón ya había sido entregada, en ese momento fue cuando Kagura y Kamui comenzaban a comer como si no hubiera mañana, Sougo comenzaba a poner picante a su platillo para que aquel par de monstruos no se comieran lo suyo y Nobume cuidaba de sus donas.

-Si que están muy animados.-Sonrío Soyo al ver la actitud de todos.

-No había comido así de bien en días.

-Tu no comes, tu tragas como cerdo.-Agregó el de ojos carmesí.

-Cállate estúpido sádico.-Sus miradas fulminantes indicaban que comenzaría una pelea nuevamente, y así hubiese sido si no fuese porque el shogun entró en la habitación.

-Buenas tardes, espero no les importe que me una a ustedes.

-¿Y ese quien es?-Pregunto el de trenza a la chica de pelo azul que estaba junto a él, no hubo respuesta Nobume solo lo ignoro continuó comiendo donas.

-El es mi hermano.-Comento Soyo quien estaba sentada del otro lado del bermellón.

-Soyo-chan he venido a disculparme por lo que ocurrió esta mañana, en son de disculpa he traído estos chocolates que me regalo un amigo.-Mostró una pequeña caja dorada.-Matsudaira dijo que los comiera cuando quiera divertirme sin remordimiento.

-En ese caso adelante chicos probémoslos.-Todos tomaron uno.

-Tiene un sabor muy fuerte.

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