La luz del sol entraba por la ventana, era tan luminosa que hizo que sus ojos sé abrieran, se sentía algo mareada y la cabeza le dolía un poco. Un agrió sabor se colaba en su boca, podía sentir su estómago revuelto, beber alcohol había sido una curiosidad pero era muy probable que jamás volvería a tomarlo, ahora sabía bien como se sentía Gintoki con sus resacas.
Recordar al peli plateado le hizo recordar que ella suele dormir en un armario oscuro y sin ventana. Se sentó de golpe, las paredes de aquella habitación eran color crema, había un pequeño escritorio organizado con varios libros, la cama en la que dormía era individual con un edredón rojo, del ropero se podía visualizar algunas prendas de hombre y sobre la silla podía notar lo que era el uniforme del castaño.
-¿Que demonios hago aquí?-Por su mente cruzaron muchas escenarios que causaron que su cara se volviera roja como tomate. No podía recordar nada de la noche anterior.-Estúpido alcohol.
Se quejo, se quitó aquella cobija, veía que no traía sus medias ni sus botas, toco su cabeza y su adorno tampoco estaba, sus manos no llevaban tampoco guantes. El escenario que mas se presentaba era que había ocurrido algo que no debía, se levantó de golpe y busco sus cosas, no estaban bajo la cama ni en el armario o en algún rincón de aquella habitación. Sabía que salir descalza a la calle sería doloroso pero no podía quedarse ahí, si ella y el castaño habían hecho algo ella no sería capaz de verlo a la cara y mucho menos porque no lo recordaba. Se acerco a la puerta y cuando la deslizó se encontró de frente con un dorso desnudo y húmedo.
-Parece ser que despertaste.-Kagura roja de la cara no pudo evitar ver aquel dorso desnudo, el chico estaba en muy buena forma, parecía que se había duchado ya que de su cabello caían gotas que se deslizaban hasta su estómago, por suerte ya llevaba pantalones y no iba solo en toalla. Retrocedió varios pasos al interior de la habitación.
-Si, acabó de despertar.-Decía con nerviosismo.
-¿Que ocurre china? ¿Te sientes mal?
-No, yo solo...-Dio unos pasos atrás cuando vio que el se acercaba, el hueco que había entre la cama y el escritorio fue donde termino, la pared detrás le impedía seguir retrocediendo. En cambio Sougo se acerco hasta quedar frente a ella, apoyo una de las manos sobre el escritorio para inclinarse.
-¿O acaso te estoy incomodando?-Pregunto con tono juguetón. El chico tomó su cabellos al mismo tiempo que acariciaba su mejilla, sentía sus mejillas arder y su corazón parecía querer explotar. Aquellos rubíes comenzaron a acercarse, cuando sus labios rozaron los suyos despertó.
Aquel sueño había sido muy real, sentía que la luz del sol lastimaba su vista, cuando finalmente ajusto su mirada pudo reconocer aquella habitación de su sueño. La única diferencia era que ella se aferraba al castaño en aquella cama chica.
-Finalmente despiertas.-Dijo el de ojos carmesí. Kagura lo soltó y se levanto de golpe. No entendía que había pasado o como había llegado ahí.
-¿Que hago aquí?-Pregunto con la cara roja.-Además que te has creído al estar acostado junto a mí.
-En primera tu me rogaste que no te llevara a tu casa; así que te traje al cuartel.-Respondía al mismo tiempo que se levantaba.-En segunda. Se levanto su camisa dejando a la vista la impresión de los dedos de la chica.-Fuiste tu quien me mantuvo prisionero en mi propia cama.
Aquellas marcas eran muy notorias, algunas comenzaban a dejar moretón y esa respuesta la hizo ponerse aún mas roja.
-De seguro mientes, obviamente eso es por los golpes de ayer.-Dijo de manera indiferente.-Ademas yo no me abrazaría a sádico como tú.
-¿Segura?-Aquellas palabras provocaron cierta molestia en el así que decidió molestarla un poco. De un movimiento rápido se acercó lo suficiente como para hacerla caer, para evitar que eso ocurriera ella se aferró a él quien no puso resistencia y dejo que la fuerza de ella los tumbara sobre la cama.
Kagura se puso nerviosa, podía sentir sus anchos hombros bajo su camisa, sentía un hormigueo en su estómago, aquella pose era demasiado intima.
-¿Y que me dices ahora?-Decía el chico tratando de probar su punto al sentir las manos de ella aferradas a su espalda. Kagura no quería darle la razón al chico, no importaba que ella estuviese sujetada de el, no cedería esta vez ante aquella mirada llena de sadismo.
-¿Acaso esto prueba algo?-Pregunto con sorna.-Solo me sujete de ti, ademas no serias capaz de hacerme algo.-Aquellas palabras desafiantes y esa sonrisa burlona fueron un golpe para el, ella se había atrevido a desafiarlo. Permaneció en silencio sin decir palabra alguna, se apartó de ella. Al ser liberada sintió cierta molestia, pero a su ves sintió un ligero regodeo de victoria, tomo sus botas y medias que yacían en el piso y comenzó a ponérselas para marcharse.-Listo. Ahora me iré de aquí sádico...
Sougo la beso. Hubo un momento en el que permaneció estática, podía sentir sus labios sobre los suyos, la idea de huir de aquel lugar se borró de su mente, no pasó mucho cuando sus propios labios comenzaron a corresponder. Sus ojos se habían cerrado podía sentir que su corazón estallaría, sentía su cara arder, y aun así ella no se aparto, lo tomo del cuello y entrelazo sus dedos en sus castaños cabellos. Por su parte el abrazo con una mano su delicada cintura y la otra la uso para introducirla entre sus cabellos.
Aquel beso había iniciado suave y algo torpe por parte de ella, poco a poco fue subiendo de tono, los labios de el querían mas de aquel dulce sabor que ella tenía. Sin apartarse de ella la encamino al escritorio donde ella termino sentándose, el chico comenzaba a besarla ferozmente y de pronto sus labios se deslizaron a su cuello. Pudo escuchar un gemido de placer salir de la boca de la bermellón quien experimentaba nuevas sensaciones, le hubiese gustado continuar pero sabía que para ella esto debía ser nuevo así que regreso a besar sus labios nuevamente.
-Mas vale que ya estes despierto.-La voz del vice comandante se escuchó tras la puerta. Interrumpiendo aquella sesión de besos.
-Mierda.-Susurró el chico tras apartarse de ella. Kagura sentía su cuerpo entrar en pánico.-Debes irte.
-¿Que?-Kagura se sorprendió a si misma por la petición del chico.
-Esta prohibido traer mujeres aquí.-Contesto el chico mientras le entregaba su sombrilla.
-¿Entonces porque me trajiste?-Pregunto en un murmullo exaltado.
-Porque tu no querías ir con el dana.-Respondió en el mismo tono que ella con cierta molestia.
-¡Estúpido sádico es tu culpa!-Comenzó a elevar la voz.
-¡Fuiste tu quien quería probar el alcohol china tonta!-Alzo la voz también.-Apresúrate y sal por la ventana.
-Es mejor que tener que estar aquí un segundo mas.-Se apresuro en abrir la ventana y cuando una de sus piernas estaba fuera la puerta se abrió de golpe.
-¿Se puede saber que creen que hacen?-Hijikata había sido apartado de la puerta por cierto peli plateado. El gran escape que ella planeaba hacer se vio interrumpido con la presencia de Gintoki, quien al ver la cama desordenada y al chico desalineado solo podía pensar en lo peor.
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Amor Inesperado
FanfictionLa semana mas larga de Kagura comienza; tristeza, enojo, descontrol y amor son parte de los problemas a comenzar, el causante principal Okita Sougo; el capitán sádico del Shinsegumi quien no solo se encargara de molestarla si no de protegerla del in...