Cuando Shimpachi llego a Yorozuya fue recibido por un adormilado Sadaharu quien corrió fuera del lugar para ir a hacer sus necesidades.
El lugar estaba tranquilo, a excepción por los gruñidos de cierto peli plateado.
-Buenos días Gin-chan.-Dijo al ver a este tumbado sobre el sofa.
-¿Que tienen de buenos?-Contesto de manera gruñona.
-¿Acaso dormiste ahí?-Pregunto tras ver todas las envolturas de dulces tiradas a su alrededor sin mencionar que una que otra botella de alcohol.-Deberías descansar en tu cama, no es un buen ejemplo para Kagura que duermas en el sofá semi desnudo.-Reprendía mientras limpiaba aquel desastre.
-Esa malagradecida.-Se levanto de golpe dejando caer la revista que cubría su entrepierna.
-¡Por que estas desnudo!-Grito Shimpachi tras quedar cara a cara con las kintamas del peli plateado.
-Es mi casa y puedo hacer lo que quiera.-Contestó haciendo una pose exagerada.
-Deberías vestirte que Kagura podría despertar en cualquier momento.-Dijo ignorando aquella extraña pose para así seguir limpiando.
-Esa mocosa traicionera ni esta.-Respondió agriamente mientras se ponía su kimono.
-¿Acaso salió? Es muy temprano para ella.
Gintoki no dijo nada. Kagura era su protegida y el hecho que se haya ido sin despedir le molestaba, aun que sabía bien que no la dejaría ir si la hubiese visto. No sabía como darle la noticia a Shimpachi, pero en ese momento no diría nada ya que este iba comenzar a hacer la comida y no quería que nada le distrajera de ello, sin mencionar que habría bastante porque prepararía suficiente para tres.
Kagura veía a esa niña pequeña llorar sobre un charco de sangre. A cada paso que daba visualizaba junto a esa pequeña a un hombre tendido sobre el suelo al principio veia una trenza negra y después una bermellón.
-Papi, Kamui.-Dijo para así captar la atención de esa niña de ojos azules.
-¿Por que lo hiciste?-Pregunto la niña entre lagrimas quien en realidad era ella de pequeña.
Por un momento no comprendía, bajo la vista un segundo para ver la sangre y se percato que sus manos estaban cubiertas de ese espeso líquido.
-No fui yo.-Se dijo. Corrió lejos de ese lugar pero no importaba a donde fuese todo era oscuridad.
-Parece ser que aun no lo comprendes.-Escucho la voz de su yo del pasado.
-Que yo no... ¿Sadico?-Sougo se encontraba detrás de ella, por primera vez se sintió aliviada de verlo e hizo algo que nunca había hecho, lo abrazo.
-¿Por que lo hiciste, china?-Se separo un momento para verlo, el abrazo su cintura para evitar que se alejara.-Tal vez sea un asesino pero tu eres un monstruo.
-No es cierto.-Se aparto de el bruscamente y al hacerlo se percato que entre sus manos algo húmedo y tibio se encontraba latiendo entre ellas.
El chico sádico frente a ella se desplomo ya que su corazón había sido arrancado de su pecho.
-No importa cuanto lo niegues.-La pequeña Kagura comenzó a crecer desde niña hasta la adulta que actualmente es a excepción por la mirada fría y sedienta de sangre.-Yo viviré en ti esperando el momento indicado para liberarme de estas cadenas.
La oscuridad se disperso, dejando ver las cadenas que le sujetaban, en ese momento sintió el peso de esas mismas cadenas en ella. Al bajar la vista no solo Sougo se encontraba tirado a sus pies, Gintoki y Shimpachi estaban también y sin corazón .
-Solo espera y veras de lo que somos capaces.-Dijo la Kagura de mirada sanguinaria, antes de lanzarse contra su captora.
Sus ojos se abrieron de golpe, solo había sido una pesadilla y de las peores que a tenido dado a que si no logra controlar su sangre yato esta gran pesadilla podría convertirse en realidad.
- Estúpida sangre yato.-Dijo por lo bajo, la idea de que sus seres queridos murieran a manos de ella la aterrorizaba.-Jamas lastimare a quienes quiero.
Tuvo que analizar aquellas palabras bien, había dicho a quienes quiero, su expresión preocupada cambio a una de poker, en su sueño no solo se encontraban Gintoki y Shimpachi; estaba el sádico.
Había abrazado a ese sujeto en su sueño, sacudió la cabeza, era imposible que eso pasara ademas estuvo a punto de besarla el día anterior no comprendía que era lo que ocurría pero de algo podía estar segura todo es a causa del aniversario luctuoso de su madre y eso la a tenido muy confundida.
Es imposible que se haya sentido segura en los brazos del castaño, que su cara ardiera cuando el dijo que quería protegerla o que su corazón se acelerará cuando estuvo apunto de besarse con el, incluso el casi besarse con el era una idea absurda.
No ella no podía sentir algo así por un sádico como el; ella era la gran Gura y sabía perfectamente lo que debía hacer. Salió fuera de su armario y a pasó decidió camino a la salita, donde Shimpachi y Gintoki la veían un tanto confundidos (sobretodo el último) por esa caminata brusca, se sentó junto a ellos.
-Buen día Kagura-chan.-Dijo el de anteojos mientras ella comenzaba a llenar su plato de comida. Por otra parte Gintoki estaba con cara de sorpresa, estaba seguro que ella se había marchado con su hermano pero en lugar de ello estaba ahí sentada atascando su plato de comida.
-¿Se puede saber...?-Antes de decir algo mas ella dio un gran golpe a sus palmas, preparada para comer.
-Voy a matar a ese bastardo.-Sentenció para así comenzar a comer.
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Amor Inesperado
FanfictionLa semana mas larga de Kagura comienza; tristeza, enojo, descontrol y amor son parte de los problemas a comenzar, el causante principal Okita Sougo; el capitán sádico del Shinsegumi quien no solo se encargara de molestarla si no de protegerla del in...