Dentro de aquella habitación se sentía un poco cohibida. Tsukuyo le había comentado que no debía preocuparse por nada que aquel hombre no la tocaría pero de cualquier forma no le quitaba la inquietud que aquellos ojos dorados causaban.
-Finalmente.-Dijo Kane al entrar a la habitación para proceder a cerrar con seguro.-Solos los dos.
-Si...-Respondió dudosa.
-Dime querida...-Se acerco y comenzó a caminar a alrededor de ella.-¿Que hace un bello conejo por estos rumbos?
-Yo vivo aquí.-Aquel hombre no dejaba de caminar en círculos a su alrededor.
-He ansiado tanto el tener a alguien como tú.-Comenzó a decir, se detuvo frente a ella. Aquel par de ojos dorados parecían brillar.-Los yatos son recursos valiosos.-Con dos dedos tomo su mentón, la fuerza de sus dedos comenzaba a molestarle. Kane se acerco a su cuello y esnifó el aroma que este desprendía.-Como poder resistirse a tan magnificó ser.
-No...deberías ser tan brusco.-De un empujón lo aparto de ella.-No pienso permitir que me faltes al respeto olfateándome como si fuese tu cena.
-No debiste haber hecho eso querida.-Aquel par de ojos dorados comenzaron a resplandecer, el cabello comenzó a crecer sin parar. Y la piel comenzaba a adquirir una textura escamosa. Kagura quedó pasmada ante aquella transformación que no se percató que aquel largo cabello se había enredado en sus pies. Quizo liberarse de esa melena pero su mano fue atada por la misma.
-Suelta...-Su mano disponible fue sujetada y su boca fue tapada para evitar que hablase o pidiese ayuda.
-Pudiste haber vivido unas horas mas, pero te atreviste a faltarme al respeto.-La boca de el comenzaba a crecer dejando ver a la vista varios colmillos e impactando mas a la bermellón quien por mas que lo intentara no podía liberarse.-La dulce sangre de una virgen yato será un deleite para mí.-Dijo antes de abalanzarse sobre ella.
En cuanto las puertas se cerraron detrás del peli negro, Sougo se acerco a donde la rubia estaba.
-Pareces ansioso.-Le dijo la rubia al castaño quien no dejaba de jugar con la sombrilla.
-¿Y tu?-Contesto de manera tranquila.
-También lo estoy, pero confío en que Kagura saldrá bien. No están débil como parece.
-Lose, pero están tonta que podría arruinar todo.-Aquel comentario le robo una sonrisa a la rubia.
-Te preocupas mucho por ella.
-Es torpe, y fácilmente se mete en problemas.-Contesto con evasión.
-¿Desde hace cuanto te gusta?-Esa pregunta dio directo en el clavo, la sombrilla con la que jugaba estuvo apunto de caer de sus manos. No respondió en el momento ya que jamás se había cuestionado algo así. Era imposible que el sintiese algo así por aquella tonta que suele comer como cerdo. Admite que pelear con ella y molestarla le divierte pero ¿Gustar? Era algo nuevo, incluso cuando estuvieron por besarse no considero que le gustara solo sintió la gran necesidad de hacerlo. No era posible que el gustara de esa chica marimacho, lo único que quedaba cuestionarse era por que no lo negó de inmediato.
Tsukuyo pudo ver al chico analizar mucho su pregunta, estaba mas que claro que el no sabe lo que siente así que mejor no insistió. No entendía como ese par aun no era pareja ya que era muy notoria la atracción que había entre ellos, solo un ciego como Gintoki no lo notaría. Había mucho silencio y ya habían pasado un poco mas de cinco minutos; no era normal.
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Amor Inesperado
FanfictionLa semana mas larga de Kagura comienza; tristeza, enojo, descontrol y amor son parte de los problemas a comenzar, el causante principal Okita Sougo; el capitán sádico del Shinsegumi quien no solo se encargara de molestarla si no de protegerla del in...