Amor Inesperado

Capitulo 30

Aquel combate había sido agotador, Sougo le había indicado a la chica que usa mucho sus piernas para atacar, mientras que ella le indicaba que el en ocaciones solo ataca para acertar.

-Supongo que debemos trabajar en ello.-Decía la yato.-Debo aprender a usar mis manos y no depender mucho de mi sombrilla y piernas.

-Yo debo analizar mas mis ataques, en un combate real muchas veces uno no tiene oportunidad de atacar debo idear estrategias.

-Me siento cansada.-Decía la chica mientras se estiraba.-Pero también tengo hambre.

-Vayamos a comer.-Propuso el chico.-Yo invitó.

-¿De verdad?-Pregunto con sus ojos iluminados.

-Si, se que es imposible que tengas dinero, no trabajas.-Afirmo el chico con malicia.

-No todos podemos darnos el lujo de vivir de los impuestos robados.-Defendió su estatus económico.

-Deja de inventar excusas y apúrate, china tonta.

-Espérame, estúpido sádico.-Corrió tras de el chico antes de que este se alejara por completo.

Habían llegado a un puesto no muy lejos de Kabuki, Kagura ordeno un katsudon con mucho arroz mientras que Sougo ordeno fideos soba con mucho picante.

-Se siente extraño.-Comenzó a decir la chica de la nada.

-¿Que cosa?-Pregunto el castaño quien a su ves pedia algo de sake.

-El estar aquí comiendo civilizadamente con un perro del gobierno.

-No es como si tu fueras realeza.

-Soy amiga de Soyo así que prácticamente lo soy.-Vió como este le daba un sorbo a su bebida sin problema alguna y eso causo cierta curiosidad.-¿Puedo probar?

-No creo que sea de tu agradó. Además si el dana se llegara a enterar que te di alcohol me mataría.

-Gin-chan no debe porque enterarse. Ademas ya soy mayor y estoy en mi derecho de probarlo.-Sin decir mas el chico le sirvió un poco y se lo pasó. Kagura lo bebió de golpe como si de agua se tratará.-No tan rápido china tonta.

-Sabe fatal ¿Como pueden beber esto?-Se quejo.

-Te acostumbras con el tiempo.

-No lo creó.-Ambos comieron en silencio, por momentos Kagura robaba de la bebida del castaño quien fingía no darse cuenta. Era obvio que el alcohol era algo nuevo para ella. Tras terminar de comer ella no podía ni caminar derecho, sus mejillas pálidas habían adquirido cierto tono rojo, y sus ojos parecían querer cerrarse.

Camino como pudo mientras el se mantenía a su lado, era obvio que así no podía llevarla a la yorozuya, de camino entro a una tienda para comprar algo que ayude a bajar la ebriedad que esta mostraba y la llevo al parque sentándola en la típica banca por la que suelen pelear.

-¿Poque todo eta bodoso?-Apenas podía entender lo que la yato decía.-Gicha te va matad.

-Calla y bebe esto.-Le entrego una botella de agua, la chica obedeció sin decir palabra alguna.-Después comerás estos.-Hizo entrega de una barra de chocolate.

-Que dico.-Tras beber media botella la chica sintió cierto dolor en el estómago, sentía una extraña e inquietante sensación, se levantó y corrió a las arbustos detrás de la banca y su estómago comenzó a vaciarse. Sougo no le dió importancia sabía que en algún momento llegaría el síntoma del vomitó, al menos a pesar de estar ebria tuvo la decencia de no vomitar frente a el.-¡Odio el alcohol!

-No grites china tonta.-Reprendió el de ojos carmesí.-Bebe el agua y come el chocolate te ayudara para que se te baje.

Kagura seguía obedeciendo lo que él decía sin pelear. Tal vez el alcohol la había vuelto sumisa o solo lo hacía porque el ya sabía como tratar esto. Permanecieron diez minutos en silencio, ella se había quedado dormida. Sougo pensó que lo mejor era dar la cara con el peli plateado y recibir su furia por mal influenciar a su protegida. Se poso dé cuclillas frente a ella y como pudo logro subirla a su espalda.

-¿A donde me llevas?-El movimiento de los pasos del chico la despertaron.

-A tu casa. El dana nos matará a ambos pero es mejor que dejarte tirada en una banca.-Respondió con sorna.

-No quiero, Gin-chan se molestara mucho.-Decía la chica con sus labios a centímetros de la mejilla del chico.

-¿Que tiene de malo que se moleste? Es algo bueno así sabes que se preocupa por ti.

-Pero yo no quiero preocuparlo mas.-Murmuró.-Siempre me meto en problemas y el es quien tiene dar la cara por mi, ya no quiero que me vea como a una niña a la cual siempre debe cuidar.

-No importa lo que hagas o cuanto crezcas estoy seguro que para el siempre serás esa mocosa insoportable a la cual proteger.

-Se siente extraño.-Volvió a decir la chica.-El charlar así contigo.-Sougo sintió por un momento que esa extraña sensación que ella sentía era incomodidad y que en algún momento preferiría volver a ser solo rivales.-Pero me gusta.

Aquellas palabras lo hicieron sentir cierta alegría y alivio. El también gustaba de ser mas íntimo con ella, se había convertido en una gran pilar para el.

-No me lleves con Gin-chan.-Volvió a decir la bermellón antes de quedarse dormida sobre su hombro.

-Como desees, Kagura.-Murmuró, y se encamino al cuartel del shinsegumi, sabía que tendría serios problemas si lo descubrían pero el riesgo lo valía.