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Lleno mis pulmones de aire para luego depositarlo dentro del globo azul

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Lleno mis pulmones de aire para luego depositarlo dentro del globo azul. Mis labios tienen una sonrisa eterna, aunque una parte de mí siga queriendo golpear a Aiden por no contarme que hoy era su cumpleaños.

Luc me envió un mensaje esta mañana avisándome y diciendo que estaba invitada a la pequeña celebración en casa de su abuela. Seremos solo Norah, Luc, Aiden y yo. Algo pequeño pero significativo.

Lo primero que hice fue ocuparme del regalo y Luc me ayudó a transportarlo en su auto.

Ahora estoy inflando globos con el castaño mientras Norah hace el pastel favorito de Aiden.

Aún falta una hora y media para que su turno en la cafetería termine, tenemos tiempo, pero los nervios me están matando. Solo espero que le guste mi regalo. Al principio parecía una muy buena idea pero ahora ya no estoy tan segura. Tal vez debí comprarle una sudadera o un reloj.

—Hey, cálmate. Le encantará —afirma Luc como si pudiera leer mi mente.

—Ni siquiera lo has visto.

Él sonríe.

—No, pero lo conozco y sé que se pondrá feliz incluso si le regalas una barra de jabón.

No puedo evitar reír.

—Gracias por invitarme.

—No hay nada que agradecer. Eres importante para mi amigo, eres importante para mí.

Una parte de mí, una oscura y que detesto que salga a la superficie, siente celos de su amistad porque yo nunca tuve algo así.

—El pastel de Aiden está listo. —Norah ingresa a la sala con una sonrisa enorme y los ojos brillantes—. Ahora solo falta esperar a que llegue.

Y rezar para que no deteste mi regalo.

Y rezar para que no deteste mi regalo

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Estoy exhausto.

Fue un día largo en la cafetería. Trabajé solo porque era el día libre de Luc y la chica que lo cubre, Gia, estaba enferma. Y, como si eso fuera poco, todos decidieron que era un buen día para tomar un café. Solo quiero saludar a Norah e ir a pintar un rato. Tal vez duerma allí. No quiero ir a casa. No hoy.

Hasta que las estrellas dejen de brillarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora