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—Miren a esa perra —Abby hace un gesto con la cabeza hacia la morena del otro día—

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—Miren a esa perra —Abby hace un gesto con la cabeza hacia la morena del otro día—. ¿Quién se cree para venir aquí?

«Pues en algún lugar tiene que comer, ¿no?», pienso. Pero no lo digo. Nunca lo digo.

—Es una maldita falsa —acota Dani con una expresión de asco—. Se hace la buenita pero en realidad es una zorra.

«¿Acabas de describirte, Danielle?»

—Deberíamos darle otra lección. —Abby parece decidida—. Parece que no fue suficiente con lo del otro día.

Dani duda.

—No lo sé, Abs, si termino en detención otra vez y mi madre se entera...

—No terminaremos en detención. —Se voltea hacia mí—. ¿Y tú? ¿Qué piensas?

Medito bien mis palabras.

—Creo que lo merece pero estoy con Dani. No vale la meternos en problemas por ella.

Abby abre la boca pero justo en ese momento Allan y Jackson aparecen y se sientan en nuestra mesa. Ambos llevan las chaquetas del equipo de fútbol, que son blancas con detalles naranjas y un león en el lado derecho.

Mi novio no pierde el tiempo, me toma de la barbilla y me besa con dulzura. Cuando nos separamos, una sonrisa de niño pequeño le jala las comisuras de los labios.

—Te extrañé —murmura con cariño.

Sonrío con incomodidad.

—Pero si nos vimos ayer.

—Y desde entonces conté cada segundo para volver a verte.

Obligo a mis manos a enredarse en su cabello y a mis labios a besar los suyos, pero me aparto al recordar que no estamos solos aunque nadie me presta atención. Dani mira su celular y teclea compulsivamente mientras Jackson sigue intentando, sin éxito, que Abby lo perdone. Ruedo los ojos. Todos sabemos que solo se está haciendo la difícil y que en unos días ya estarán juntos de nuevo. No sería la primera vez que pasa.

De reojo veo como la morena, que acaba de verlo, recoge sus cosas a toda velocidad y sale de la cafetería como si el diablo la estuviera persiguiendo.

De reojo veo como la morena, que acaba de verlo, recoge sus cosas a toda velocidad y sale de la cafetería como si el diablo la estuviera persiguiendo

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Hasta que las estrellas dejen de brillarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora