Aiden y yo llevamos semanas yendo al parque cada noche. Es como un acuerdo tácito entre nosotros.
A veces, hablamos. No sobre cosas personales, sino sobre cualquier otra cosa. Creo que incluso nos ponemos un poco filosóficos. Otras veces, tan solo miramos las estrellas en silencio, demasiado sumidos en nuestros problemas y preocupaciones como para conversar.
Me gusta nuestra rutina. Y me gusta aún más conocer un pedazo nuevo de Aiden cada noche.
Nunca tuve amigos de verdad, de esos con los que puedes abrirte, ser tú misma. Supongo que Allan podría entrar en esa categoría, o al menos lo hizo durante un tiempo. Luego, me cerré y comencé a fingir ser alguien que no soy para contentar al mundo.
A Aiden no necesito contentarlo; él es tan imperfecto como yo. Y eso me encanta.
De noche puedo quitarme de los hombros el peso que conlleva fingir, pero de día me pongo la máscara y pretendo ser igual que mis amigas.
Abby no ha vuelto a molestar a la chica con la que Jackson tuvo algo, pero es porque la pobre le huye. Cada vez que la ve sale corriendo como un borreguito asustado.
Me siento... no sé muy bien cómo me siento respecto a eso. Una parte de mí me dice que está bien, que se lo merece, y la otra recuerda sus ojos, el miedo que había -y sigue habiendo- en ellos, y siente culpa. Siento culpa.
Sacudo la cabeza, intentando alejar esos pensamientos de mi mente. No me sirven de nada. Ella se metió con la persona equivocada, no hay nada que yo pueda hacer para ayudarla.
-Estás muy callada -señala Allan-. ¿Todo va bien?
Estamos caminando rumbo a mi casa tomados de la mano. Ya sabes, una de esas cursilerías que deberían hacer que sienta miles de mariposas revoloteando en mi estómago.
Solo que yo no siento nada.
-Sí, todo va bien. -La mentira se desliza por mis labios con demasiada facilidad-. Solo estoy un poco agobiada porque tengo muchas tareas y proyectos que hacer.
-Está bien, pero tampoco sirve de mucho que te agobies, ¿no? -Acaricia mi rostro, su mirada es dulce, y me parte el corazón-. Relájate. Tienes las mejores notas de todo el instituto.
Le sonrío.
-Tienes razón. ¿Y cómo van las cosas en el equipo?
Allan es uno de los mejores jugadores del equipo de fútbol americano del instituto. Así se hizo amigo de Jackson, quien es su capitán.
-No tan bien, la verdad. -Hace una mueca-. Cory se torció el tobillo y ahora estamos intentando adaptar las estrategias al suplente.
-Oh, espero que puedan solucionarlo pronto -musito, y lo digo en serio. Sé lo importante que es el fútbol para Allan y que tener a un jugador lesionado puede perjudicarlos en los próximos partidos.
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Hasta que las estrellas dejen de brillar
RomancePara todo el que la mire, Emilie Ainsworth es perfecta. Pero Emilie odia todo sobre ella, así que finge. Finge que no le duele que su madre nunca vea nada bueno en ella. Finge que ama a su novio. Finge que ya no le gusta el arte. Finge que no está m...