DÍA 1
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DOURYNABIGAIL
El gran día había llegado y Abigail ya se había quedado sin esperanzas. Apenas amanecía y ya sentía que algo saldría mal. Muy mal. La chica se había despertado a la primera hora del día y había salido del castillo sin cruzarse a nadie. Ni siquiera a Sarah. La echaba tanto de menos... Pero los juegos habían empezado, y ya no se podía echar para atrás. Abigail había decidido no alejarse mucho de su reino natal porque sentía que si lo hacía se sentiría incluso más sola de lo que ya estaba y no le gusta en lo absoluto esa sensación. La única persona que le importaba es Sarah, y ella estaba allí, en Douryn, por lo que Abigail esperaría por los alrededores. Alguien en algún momento llegaría hasta allí, pero para eso quedaban unos días. O eso creía ella.
Abigail camina por el campo buscando algún lugar en el que quedarse al menos durante el primer día. No sabe qué le depara el futuro, pero tampoco quiere descubrirlo. Durante el camino, la chica piensa en todo lo que tiene a su alrededor y hay una pregunta que no para de rondarle por la mente: ¿Quiénes serán los demás participantes? La verdad es que ella podría descubrirlo yendo a los reinos más cercanos. A la izquierda de Douryn, entre las altas montañas, está Aexisan, y a la derecha, dentro del oscuro bosque, se encuentra Vraeyikha. ¿Dónde estará a salvo? No lo sabe, pero no piensa cruzar ninguna de las fronteras. Lo primero que debe hacer es buscar un sitio en el que quedarse y practicar sus habilidades con la espada para así estar preparada para cuando tenga que luchar. Espera no tener que hacerlo, pero en el fondo sabe que le tocará en algún momento.
Abigail piensa que, de cierta manera, es mejor morir rápido para así no sufrir tanto, pero debe luchar por su vida. Todo por Sarah. Si en algún momento toma la decisión de morir lo hará ella misma, pero no va a dejar que alguien le quite algo que le pertenece.
La chica llega hasta una roca bastante voluminosa y decide que ese será su lugar de práctica. Abigail, antes de empezar con el entrenamiento, se baja el pantalón y revisa la herida del muslo. Por suerte había dejado de sangrar y ya casi se había cerrado del todo. Solo se podía llegar a abrir si había un gran esfuerzo. La joven vuelve a colocarse el pantalón y se toca la mejilla. Esa herida se había curado mucho más rápido porque la profundidad de ésta era menor.
Tras comprobar que estaba preparada para iniciar las prácticas, agarra la espada y empieza. Practica sus ataques y la forma en la que esquivará el arma contraria, pero nada le convence. Practica y practica durante horas, que para ella parecen minutos, hasta que siente que no puede más y para. Abigail ve sus movimientos lentos y poco ágiles. No se ve capaz de luchar. El brazo le duele debido al peso de la espada, así que la suelta. El objeto impacta contra el suelo haciendo un sonido metálico. Abigail cae de rodillas. Ha perdido la noción del tiempo. Se encuentra mareada, desorientada... ¿Dónde está? No lo sabe. ¿Para qué le ha servido hacer ese esfuerzo y gastar energías? Para absolutamente nada. Solamente para acabar allí, tirada en el suelo, inconsciente y sin ganas de seguir.
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Abigail despierta. Abre los ojos y se da cuenta de que estaba totalmente tirada en el suelo con la espada a un lado. ¿Qué había ocurrido? Intenta colocarse de pie, pero las piernas le tiemblan, así que se sienta. Intenta recordar algo, pero lo último que sabe es que se puso a entrenar. Aquel recuerdo fue de aquella mañana, y ya era de noche. Las estrellas brillaban y la luna estaba preciosa, pero la joven apenas podía ver aquello. Tenía la vista nublada y no sentía gran parte del cuerpo.
Abigail intenta agarrar la espada, pero al empuñarla se le resbala y cae. La chica se desespera. No entiende qué ha hecho mal. ¿Será de estar tanto tiempo bajo el sol y gastando fuerzas? Puede ser. Nunca lo sabrá con certeza, pero es lo único que se le ocurre.
La chica se queda quieta durante unos minutos hasta que nota una mejoría en su cuerpo. La vista ya no estaba borrosa y las piernas le temblaban menos, pero se sentía sin fuerzas. No cree que pueda levantarse aún, así que decide tumbarse de nuevo y observar el cielo. Debido al cansancio acaba por dormirse. Mañana volverá a despertar, pero no se sentirá igual.
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Only One ✅
FantasyDouryn, Duthia, Briweth, Alavipan, Slitha, Vraeyikha, Aexisan y Hazecuria. Ocho reinos que luchan por obtener el poder absoluto. Unos juegos organizados cada cinco años para saber quién reinará en los años siguientes. Abigail, Blake, Wanney, Grette...