-Capítulo 24-

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DÍA 2
···
FRONTERA ENTRE HAZECURIA Y ALAVIPAN

GRETTE

-Hola...

Grette mira con detenimiento a la chica. Sí, definitivamente era la participante de Hazecuria, no le cabía duda, pero aún así le pregunta para asegurarse.

-¿Quién eres?

La chica de piel morena mira a Grette con desconfianza pero luego responde.

-Me llamo Eliana y vengo de Hazecuria. -La joven estaba en lo cierto. Tenía que matarla ahora que podía o luego se arrepentiría. Grette se prepara para hacer un rápido movimiento y así matar a la chica, pero mientras la mira a los ojos siente algo que la detiene. No puede.- Tranquila, puedes matarme.

Grette mira a Eliana sorprendida. ¿Cómo sabía sus intenciones?

-¿Cómo sabías que...?

-Es lo que se debe hacer en estos casos, ¿no? Estamos en los juegos y este encuentro no es algo normal. Al bosque vienen pocas personas, así que si estamos aquí es porque estamos participando en los juegos. Es de sentido común. -Eliana mira a Grette y, con una valentía que la chica rubia no había visto nunca, vuelve a hablar.- Mátame ahora que puedes y así te quitas a un participante de encima.

Grette se lo piensa, pero sabe perfectamente que es incapaz.

-No puedo hacerlo.

Eliana sonríe.

-Bien, gracias. -La chica se levanta y se coloca de pie, haciendo que Grette también se coloque a su altura. Las dos chicas quedan enfrentadas.- ¿Qué te trae por aquí?

Grette no sabe que responder a esa pregunta.

-Pues... Estaba paseando con mi caballo y te he encontrado, así que, ¿qué haces tú aquí tirada en el suelo?

-Es una larga historia, pero todo se resume a que me encontré un cervatillo herido, lo curé y me quedé dormida junto a él.

Grette asiente con la cabeza convencida de que aquella historia es real porque ha visto la sangre en la tierra. No sabe porque pero confía en aquella chica.

-Pues ya que te gustan los animales, te presento a mi caballo Xenox. Me lo encontré solo cerca de aquí y decidí que me iba a acompañar durante esta horrible aventura.

Eliana se acerca al caballo y lo acaricia. Grette lleva poco tiempo con el animal pero sabe que la joven le ha caído bien a Xenox. Si él confía en ella, la chica también lo hará.

-Eliana...

La chica se gira hacia Grette.

-Dime.

-¿Tú quieres estar aquí?

La chica no se lo piensa y responde.

-Mi hermano murió en los anteriores juegos. Me presenté yo como la participante de los de este año para vengar su muerte. Así que sí, estoy aquí por decisión propia.

-Que bien. Hacer algo por gusto es mejor que hacerlo por obligación. Yo perdí a mi mejor amigo en los anteriores juegos, pero no me presenté voluntaria. Me obligaron a participar.

Eliana se acerca a Grette y le coloca la mano en el hombro a modo de consuelo.

-Sé que esto no se debería hacer, pero creo que nos necesitamos. Yo estoy perdida y no sé qué hacer y tú necesitas a alguien que te suba esos ánimos y te dé razones para seguir adelante. Si confiamos en nosotras podemos servirnos de ayuda.

Grette le sonríe a la chica y ésta le devuelve la sonrisa. Luego, la chica rubia pasa a un estado de preocupación que altera a Eliana.

-¿Qué ocurre?

-Es que me estoy imaginando el momento en el que solo quedemos nosotras dos y...

-Te doy permiso para que me mates.

-¿Qué? No voy a hacer eso...

-Grette. -Eliana agarra de las manos a la chica y le mira fijamente a los ojos. Sus ojos amarillos se unen con los azules de la joven, jamás se volverán a separar.- Si es necesario acaba con mi vida. Tú me podrías haber matado ahora mismo y no lo has hecho. Te podría haber traicionado y haberte matado. Habrías perdido tu vida solamente por no matarme. Literalmente acabas de ponerte en peligro por mi, así que si llega el momento y necesitas hacerlo, hazlo. No te lo pienses dos veces.

Grette sabe perfectamente que será incapaz de hacerlo, pero no quiere preocupar a la chica así que simplemente asiente y abraza a Eliana.

-Te conozco de hace unos instantes y ya te tengo cariño.

-Grette, vamos a ganar estos malditos juegos juntas.

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