-Capítulo 28-

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DÍA 3
···
HAZECURIA

ABNER

Se habían despertado hace unas horas y ya estaban cansados. Nada más abrir los ojos se habían puesto en marcha en busca de algo para hacer. Como tenían que esperar a que fuera un poco más tarde, debían hacer algo para distraerse y no aburrirse. ¿Quién diría que en unos juegos cuyo objetivo es matar habrían dos chicos aburridos y sin saber qué hacer?

-Blake.

El chico se gira hacia Abner y lo mira.

-Dime.

Abner se piensa un poco la respuesta. Es algo que lleva pensando un rato.

-¿Te gusto?

Aquella pregunta le pilla despistado al chico de pelo negro.

-¿A qué viene eso ahora?

-Es que desde que nos vimos la primera vez noto algo. Noto una sensación que solamente he tenido cuando alguien me ha gustado. Sé que es algo que no debería de ocurrir ahora mismo, pero de verdad que siento que me gustas.

Blake mira hacia el suelo y se piensa la respuesta.

-La verdad es que... -Le cuesta decirlo pero al final lo suelta.- Me gustas Abner, y eso es algo que no puedo evitar. Sin tu ayuda no sé qué haría.

Abner se queda sin palabras. No se esperaba aquella repuesta. Se esperaba un rechazo, como siempre.

-Entonces...

Abner mira a Blake y éste no entiende nada.

-¿Entonces qué?

-No sé... Si tu me gustas y yo te gusto... -Blake lo entiende y ríe.- ¿Dónde le ves la gracia? -El chico de pelo negro no para de reír y Abner lo mira molesto porque no entiende la razón por la cual Blake se está riendo.- ¡Blake! -Abner empuja delicadamente a Blake hacia un árbol y choca. El pelirrojo se acerca a Blake y lo agarra del rostro.- Blake, para de reírte, no entiendo que te hace tanta gracia. ¿Tengo algo en el pelo?

Abner se mira los mechones de pelo intentado saber si el chico se está riendo de algo que tenga él en el pelo, pero no ve nada.

-Perdón, perdón. No tienes nada, estás igual de perfecto que siempre.

Abner le pega en el pecho a Blake.

-Eres tonto, pensaba que te estabas riendo de mí.

-No. -Blake acerca sus labios a los de Abner y quedan a unos centímetros. La tensión se nota desde la distancia.- Nunca me podría reír de ti, te quiero demasiado como para hacer algo así.

Y ocurre. Sus labios se juntan y no se quieren separar jamás. Están besándose durante un largo rato hasta que los dos sientes que necesitan más. Abner agarra de la camiseta a Blake y se la quita. Descubre que el chico tiene todo el pecho lleno de cicatrices, pero no se para a preguntar. Están en un momento tan increíble que no quiere perder ni un segundo.

Blake hace lo mismo que Abner y le quita la camisa al chico. Los dos se observan y sonríen. Sí, están hechos el uno para el otro.

-No puedo parar de mirarte...

Blake le vuelve a sonreír a Abner y luego le responde.

-Pues menos mirar y más disfrutar.

Le agarra del pelo y vuelven a juntar sus labios. Se acarician cada parte del cuerpo y disfrutan cada instante.

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-Abner... -El pelirrojo mira al chico, que estaba encima suya sin ninguna prenda de ropa.- Esto ha sido lo mejor que he hecho nunca.

Abner vuelve a besar a Blake. Le pasa las manos por el pelo, ahora húmedo debido al calor del momento, y entre beso y beso aparecen sonrisas en sus rostros.

Blake, cuando los chicos acaban el gran momento, se levanta y se dirige a por su ropa, que había quedado esparcida por todo el lugar. Abner hace lo mismo, y cuando los dos están vestidos de nuevo se acercan y se agarran de la mano.

-Ahora sí que podemos seguir con nuestro camino.

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