-Capítulo 31-

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DÍA 3
···
DOURYN

WANNEY

Por fin llegaba a algún sitio interesante. Ya se había cansado de buscar y buscar algo que mereciera la pena. Douryn era precioso, y nadie podía negarlo. En Briweth nunca había nevado, por lo que ver nieve era algo nuevo para Wanney. La chica se agacha y toca el frío suelo. Estaba totalmente congelado, algo que nunca había visto. Todo lo que tenía alrededor era blanco y casi no se podía ver más allá de un gran paisaje blanco.

Wanney sigue con su camino, adentrándose en el gran bosque nevado. La joven llega hasta una zona despejada de árboles y se sorprende. Todo aquello es precioso y realmente le apasiona ver tanta belleza. Nunca se habría imaginado vivir aquello.

Sería una pena que el blanco se manchara de rojo, ¿no?

Wanney camina observando todo lo que tiene allí, con ella. Mira las estalactitas que caen de los árboles y piensa en que aquello, si él algún momento le hace falta, sería un gran arma. La chica camina unos metros más y ve algo que hace que se pare al instante. Una chica de pelo blanco está allí tumbada, sobre el suelo congelado, aparentemente dormida. Respira lentamente y no hace ningún movimiento brusco. Sí, definitivamente estaba durmiendo. Wanney aprovecha ese momento y corre a por la chica. Se tumba sobre ella y la inmoviliza. La chica de pelo blanco grita asustada.

-¿Quién eres? ¡Suéltame!

Wanney saca su hacha y la coloca contra el cuello de la joven.

-Dime una sola razón para no matarte.

-¿Enserio vas a matarme sin saber si estoy participando en los juegos? Imagínate que soy una simple chica, ¿me matarías?

Wanney piensa la respuesta. Sí, haría todo por ganar y vengar la muerte de sus padres.

-No suelo tener corazonadas, pero algo me dice que sí que eres tú la participante de alguno de los reinos. Te lo vuelvo a repetir, dime una razón para no matarte ahora mismo.

-La verdad, puedes matarme. De eso van los juegos. Si eres capaz de hacerlo, hazlo.

Wanney se preparara para matar a la chica, pero cuando lo va a hacer algo le dice que no debe acabar con la vida de la joven.

Y entonces, cuando Wanney está pensando en qué hacer, la chica de pelo blanco se suelta de su agarre y corre a por una espada que descansaba en el suelo. La chica apunta a Wanney con el arma.

-Ahora dime tú una razón para no matarte yo a ti.

Wanney se castiga interiormente. Si la hubiera matado no tendría que luchar, pero es lo que le toca. Matar o ser matado.

Las dos chicas empiezan la pelea. Wanney esquiva algunos ataques de la chica, pero no todos. Su oponente hace lo mismo, recibe algunos ataques y otros pasan por su lado, como si de aire se tratasen. Al final, la batalla acaba con Wanney sobre el suelo y, encima de ésta, la chica de pelo blanco. La espada podría acabar con la vida de Wanney en cualquier momento.

-¿Ahora qué? No eres tan buena ¿no?

-Acaba con mi vida ya.

Los ojos grises penetran en los marrones de Wanney. Siente una pizca de esperanza. Si aquella chica tiene la bondad suficiente, la dejará marchar.

-No voy a hacerlo. Me ha gustado la pelea, pero no quiero matarte.

-Pero los juegos consisten en eso, en matar.

-Sí, pero yo nunca he querido participar, por lo que no pienso matar a nadie.

La chica se levanta y deja que Wanney se recoloque. Guarda su hacha y extiende la mano esperando que la otra joven se la agarre para así formar una señal de tregua.

-Me llamo Wanney, vengo de Briweth.

-Sí, lo he notado por tu color de ojos. Yo soy Abigail, y soy de aquí, de Douryn.

La chicas se sueltan las manos y luego se miran. Ninguna sabe cuál es el siguiente paso que deben dar. Al final, Abigail es la que consigue decir algo.

-¿Tú cómo acabaste participando en los juegos?

Wanney piensa si debe de ser sincera o debe mentir. Al final decide ser sincera, no tiene nada más que perder.

-Mi madre participó en los últimos juegos. Desgraciadamente murió, por lo que yo quise vengar su muerte. El día anterior a que todo esto empezara, mi padre se suicidó, así que estoy aquí para vengar la muerte de mis padres. Si gano será una buena forma de saber que sus muertes sirvieron para algo, y si muero volveré con ellos. Pase lo que pase me va a parecer algo bueno.

Abigail asiente.

-Yo confío en ti. Sé que no deberíamos de hacer esto, pero yo creo que los juegos son solo una forma de mantener viva la rivalidad que ha habido siempre entre nuestros reinos. Wanney, si necesitas algo no dudes en pedírmelo.

Las chicas se abrazar y, tras despedirse, Wanney sale del bosque de Douryn para así volver a Briweth. Sabe que al final tendrá que matar a Abigail, pero de momento prefiere acabar con los demás participantes. Le debe la vida a la chica, pero la tendrá que traicionar tarde o temprano.

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