DOS DÍAS ANTES DEL COMIENZO DE LOS JUEGOS
BLAKE
Y allí estaba, entre mugre, cucarachas, sangre seca y alguna mosca que volaba por el lugar. Blake, sentado en el suelo, deseando que ese infierno no dure mucho más, se repite una y otra vez cómo ha llegado hasta allí. Al no encontrar respuesta se levanta y se acerca a los barrotes para intentar ver algo más que suciedad, pero no lo logra. Vuelve a sentarse de la misma forma en la que lo estaba hace apenas unos minutos, notando como la espalda se le tensa.
¿Estaba allí por haber robado? No.
¿Estaba allí por haber matado? Tampoco.
Estaba allí por el simple hecho de haber amado. Los soldados lo habían metido en esa horrorosa celda por haber besado al que era su hombre, porque sí, incluso estando en esa situación, Volrid seguía siendo su hombre. El chico había sido rápido y había conseguido escapar, pero él no había corrido la misma suerte y había sido atrapado sin saber qué le esperaría. Aquella celda era incluso mejor de lo que se esperaba.
-¡Eh, tú! -Blake mira al soldado que se había acercado hasta los barrotes y lo ignora por completo.- ¡Imbécil, no me ignores!
-Si te callas lograrás que mi estancia en esta maravillosa celda sea un poco más agradable.
El soldado, harto ya de estar allí, abre la puerta de la celda y se acerca a Blake amenazante. Al tenerlo enfrente se agacha, quedando así a la altura del joven.
-¿Sabes quién ha venido a verte?
Blake, sin mirarle aún a la cara, se tumba en el suelo sobre su costado izquierdo.
-Ya nada me sorprende, pero venga, di.
-Han venido tus padres.
-Ah genial, lo que me faltaba.
El soldado se pone de pie y se dirige hacia la puerta.
-No vienen solos. Está también tu amiguito.
-¿Qué amiguito?
-Con el que compartes saliva de vez en cuando.
Al escuchar eso Blake alza la mirada y ahora sí centra su atención en el hombre.
-Igual eso es una buena noticia para ti, pero dudo que venga con Agares y Perséfone por algo bueno. Puedes empezar a pensar en las mil maneras que tienen tus padres de hacerlo sufrir. Y da gracias si sale de aquí entero. Todo lo que os pase a ti y a él os lo merecéis, sois demonios y los demonios no se besan con personas de su mismo sexo. Solo de pensarlo me dan arcadas...
El hombre sale de la celda riendo y cierra la puerta. Blake se levanta y se apoya en la pared esperando la visita. Al cabo de unos diez minutos, que al joven le han parecido una eternidad, su padre Agares, con su oscuro cabello, frondosa barba y oscuros ojos, al igual que todos los habitantes de Duthia, aparece acompañado de Perséfone, madre de Blake, y tras ellos el joven Volrid. Antes de empezar a hablar, Perséfone que coloca un mechón de su negro cabello tras su oreja y se alisa el vestido. Blake se acerca a los barrotes y se queda allí esperando las palabras que seguramente definirán su futuro.
-Hola hijo. Es duro verte dentro de esa celda. -Blake no dice nada. Realmente podría haber dicho un sinfín de cosas, como por ejemplo que no ve justo que él esté allí metido por querer a otro hombre o que si pudiera salir de allí mataría al dichoso soldado con el que antes ha hablado, pero obviamente prefiere guardarse todos esos pensamientos para su interior y no abrir la boca ya que el castigo sería peor.- Blake, los soldados me han dicho que te atraparon tras verte besándote con otro hombre. ¿Es eso cierto?
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Only One ✅
FantasyDouryn, Duthia, Briweth, Alavipan, Slitha, Vraeyikha, Aexisan y Hazecuria. Ocho reinos que luchan por obtener el poder absoluto. Unos juegos organizados cada cinco años para saber quién reinará en los años siguientes. Abigail, Blake, Wanney, Grette...