-Capítulo 23-

11 6 34
                                    

DÍA 2
···
DOURYN

ABIGAIL

Abigail despierta. Segundo día. Faltaba menos para acabar con el sufrimiento. En total los juegos duraban cinco días. ¿En tan poco tiempo iban a morir siete personas? Sí.

La chica se levanta y mira a su alrededor. Ve su espada tirada en el suelo y recuerda todo. Lo que sufrió el anterior día, todo lo que hizo sin tener ningún tipo de resultado... Aquello le frustraba, le hacía querer acabar con todo aquello, dejar todo, y si alguien la quería tomar como débil que lo hiciera. Pero no podía hacer eso. Si abandonaba los juegos su padre la mataría y Abigail debía seguir con vida por lo único que le quedaba en la vida, Sarah.

La joven no entiende porqué el día en el que luchó contra su padre le salió todo medianamente bien y, ahora que realmente necesitaba que todo fuera correctamente y sin ningún fallo, no le salía como ella quería. Necesitaba la fuerza y la valentía y por algún motivo no podía. Algo le frenaba.

Nikolaus...

Él había estado en su misma situación. En los anteriores juegos su hermano Nikolaus había estado como ella. Pero no, Abigail estaba segura de que él había sabido qué hacer en cada momento. Ella era tan débil... Apenas sabía moverse por Kresha. Abigail se tira de rodillas al suelo. Siente el dolor del impacto pero eso ya no le preocupa, el dolor que siente dentro es mayor. Rasca el suelo con sus uñas y pega puñetazos. Definitivamente su nivel de desesperación había llegado al tope. Intenta ponerse en la piel de su hermano. ¿Qué haría él?

Y ahí es cuando encuentra una solución. Recuerda la investigación, todas las horas que la pequeña Abigail había estado escuchando a su hermano hablar de algo que ella no entendía por ese entonces... El amor.

Nikolaus le había hablado de que los habitantes de su reino no podían enamorarse de cualquiera. Sólo podían relacionarse amorosamente con gente de su mismo reino. Lo que él chico había estado investigando durante toda su vida había sido aquello. ¿Porqué ocurría eso? Nadie quería dar una respuesta. Nikolaus había preguntado a sus padres sobre el tema, pero ellos siempre lo evitaban, por eso mismo él había tomado la decisión de investigar por su cuenta. Buscaba en libros, preguntaba a personas de Douryn, pero no encontraba nada. Un día llegó al castillo y habló con Abigail. Le dijo que cuando los juegos terminarán él iría a hablar con El Sabio de Douryn. La gente solía evitar tener que ir porque muchos decían que estaba loco y que no sabía lo que decía, pero Nikolaus realmente creía que él tenía la respuesta. Él nunca llegó a ir. Murió en los juegos y nadie quiso decir cuál fue la razón de su muerte.

Abigail se levanta. Por fin tiene un objetivo. Va a ir a hablar con El Sabio y descubrirá la verdad de una vez por todas. Su hermano no pudo, pero ella sí.

La chica camina hasta llegar a Douryn. Ya no ve con los mismos ojos su reino. Quiere estar el menor tiempo posible allí. Llega hasta una calle totalmente blanca. Al final hay una puerta con un letrero en la parte superior. Abigail se acerca y lee lo que hay escrito: Sabio de Douryn.

Es allí.

Abigail toca a la puerta y tras no obtener respuesta entra. Está todo oscuro, así que la chica opta por hablar.

-¿Hola? Perdone si le molesto Sabio, pero necesito hablar con usted...

Abigail se queda callada durante unos minutos intentando escuchar algún indicio de que el señor está allí con ella, pero no oye nada. Abigail camina adentrándose en la sala y tropieza con algo. Escucha unos pasos y luego una voz.

-Cuidado chica, te vas a hacer daño.

Las luces de la sala de encienden y Abigail ve a un pequeño hombre caminando hacia ella. Tiene una gran barba blanca y perfectamente podría tener noventa años.

-¿Tú no eres Abigail?

Abigail se recoloca tras el tropiezo y responde.

-Sí, soy yo.

El hombre, tras escuchar aquello, abre los ojos y hace una reverencia.

-Perdone Alteza, no sabía si realmente era usted...

Abigail se siente mal cuando alguien la trata como alguien superior. No le gusta aquello.

-Señor, olvídese de que soy la hija de Los Reyes. Llámeme Abigail y tutéeme.

-Bueno, pues tú también puedes tutearme. -Abigail ríe.- Bueno querida, ¿qué te trae por aquí? No suele venir casi nadie, se ve que por las calles van diciendo que digo tonterías.

-He venido en honor a mi hermano Nikolaus. Él estaba investigando y venir aquí era lo único que le quedaba por hacer para encontrar respuestas. Ya que él no pudo venir, he venido yo.

El Sabio se sienta en una silla. Apoya los codos en la mesa que tiene enfrente e invita a Abigail a sentarse en la silla libre, que queda en el otro lado de la mesa.

-Que descanse en paz... Era un buen chico. Prometía mucho como Rey.

Abigail se sienta en la silla y procede a explicar todo.

-Mi hermano estaba investigando el porqué los dioses no puedes enamorarse de otros seres. Él quería saber qué pasaría si eso llegara a pasar. ¿Tienes la repuesta?

El Sabio piensa durante unos minutos y luego sonríe.

-Sí, tengo la respuesta que estás buscando. -Abigail se emociona y espera a que el señor hable.- Es algo duro de saber, pero tú misma te has metido en este tema.

-Dímelo, ya nada me afecta.

El señor se aclara la garganta y luego procede a decir todo.

-Pues bien, si un habitante de Douryn se enamora de otro habitante que proceda de cualquier otro reino, éste morirá, al igual que si un habitante de un reino externo a Douryn se enamora de un dios, muere. Pero hay una forma de que uno de los dos no muera. El dios puede sacrificarse y dar su vida por su amor. -La chica se queda boquiabierta. Se esperaba de todo menos aquello.- Abigail, tengo más información para ti. Sé porqué murió tu hermano. -El señor se prepara para lo siguiente que va a decir y luego habla.- Nikolaus murió porqué se enamoró de la participante de Vraeyikha. Decidió ser él el que muriera para salvar a su amada.

Only One ✅Donde viven las historias. Descúbrelo ahora