OHMResoplo frustrado, pasando mis manos por mi rostro, porque empieza a hartarme esta situación.
Y no hablo de que Nanon sea un idiota de nuevo.
Hablo de que me he preocupado por él, toda la noche.
Quiero justificarlo diciéndome que es porque me acostumbré a que duerma cerca, y no había estado solo tanto tiempo desde que llegué.
Me siento ridículo porque estoy en su cama, para tener su olor, y no extrañarlo.
Acá dormí.
Creía que era muy selectivo, pero he escogido al que parece ser la peor opción.
—Necesito dormir —escucho que dice abriendo la puerta principal y mi corazón se acelera.
Me niego a salir de acá, porque no soy un cachorro que espera a su dueño, aunque mi lobo seguramente no se molestaría si corro hacia él, moviéndole la cola.
—¿Qué haces ahí? —pregunta al verme.
—N-No estoy…
—¿Te hice falta? —agrega sonriendo.
Está de buen humor.
Maldición, es que es tan lindo cuando sonríe.
—Comí muchas hamburguesas —me cuenta dejando su teléfono a un lado— y todo lo que tenía que hacer salió bien, pero… tenemos una conversación pendiente, ¿verdad?
—Sí —respondo bajando la mirada.
—Lo he estado pensando.
—¿Y cuál es la conclusión a la que llegaste?
Él suspira, sentándose al borde de la cama.
—No tengo idea de qué hacer, Ohm.
Noto que juega con los dedos en sus manos, y me mira, como con ¿tristeza?
—Creo que lo mejor es que encuentre la manera de sacarte de aquí, pronto.
Asiento, intentando ignorar la decepción que he sentido al oírlo.
—¿Eso es todo?
—Sí —responde sin mirarme— yo solo quiero quitarme este dolor de cabeza que siento, por tenerte en mi mente.
Vaya, eso dolió.
—Entiendo.
—Ohm —dice agarrando mi mejilla, con su mano derecha.
Él sigue hablando, lo puedo ver, pero ya no lo estoy escuchando, porque el martilleo de mi corazón es más fuerte.
Huele de nuevo a otro Alfa.
—¿Ohm? —me pregunta serio— ¿Qué pasó?
Me levanto, sin responder, y toca mi mano, pero lo quito con fuerza.
Él me mira confundido.
—¿Qué te pasa? —insiste levantándose también.
Estaba cogiendo con otro, mientras yo lo extrañaba.
Bien, bien, ya lo entendí, ya lo había entendido, pero ahora está más claro para mí.
No tiene ningún interés por esto, yo no significo nada para él, y está bien, porque nunca hizo algo para hacerme creer que sí.
Pero me duele.
—Ohm —repite intentando acercarse, pero voy a la sala, porque no quiero que lo haga— ¡Ohm!
—Hueles a otro Alfa.
—Oh, eso, sí, es que…
—Es que tienes el derecho de coger con quien quieras —respondo por él, caminando a la puerta— ya lo sé, de todos modos, estoy aquí porque eso quieres de mí, y si no lo hago, tienes que encontrar a otros Alfas que sí.
—¿Es un reclamo?
—Vas a enojarte mucho, si te digo que sí.
—Lo haré, porque no es tu problema si alguien me mete la polla, y ambos lo sabemos.
Yo entiendo, sé que es así, pero no quiero esto, porque me siento terrible.
La molestia que tengo en mi pecho se reduce, cuando me acerco yo a él y junto nuestros labios.
Sé que no es inteligente hacerlo, pero no quiero que busque a alguien más.
—Si esto va a confundirte, no deberíamos —dice contra mis labios— no quiero que te sientas con el derecho de hacerme reclamos.
Suspiro, alejándome.
Ahora entiendo lo mal que se siente ser rechazado.
—Entonces déjame salir.
—Te he dicho que no puedes hacerlo solo y…
—Nanon, quiero irme —respondo mostrándole mis colmillos.
Camino a la estúpida pared que tiene ahí, y golpeo los botones, sacando mis garras.
—¡Ohm, basta! —grita agarrando mi mano, y pone su dedo ahí— ¿Crees de verdad que es una buena idea actuar así?
—Daré una vuelta cerca, no me voy a morir —le aclaro— no quiero estar cerca de ti ahora.

ESTÁS LEYENDO
Zona roja || Ohmnanon
FanfictionDespués de ser testigo de un asesinato, Ohm conoce un lado de la ciudad que no sabía que existía.