Zona roja || Ohmnanon

9

OHM

Me pregunto si Nanon realmente tiene en mente permitirme salir de este lugar.

Creo que es bastante impredecible.

Por momentos parece alguien en quien puedo confiar, pero otras veces… solo no.

Volteo a la puerta cuando se abre, y lo veo entrar con una caja en las manos.

—Traje pizza —me dice caminando al comedor— ¿Quieres sentarte?

Me levanto en silencio, hasta llegar a la silla frente a él, para no estar cerca.

—¿Te portaste bien o rompiste algo más?

—No me moví.

—¿Quieres saber como me fue a mí? —pregunta colocando un plato a mi lado.

Mi nariz lo huele, al instante.

—¿C-Cómo te fue?

—Espantoso, porque First tiene una semana libre, ¿debería dejar que me disparen para pasar más tiempo contigo?

Niego con la cabeza.

Lo escucho resoplar, apoyándose en la silla.

—¿Por qué tienes que ser tan complicado? —menciona antes de meter pizza en su boca— Eres aburrido.

No respondo, pero tengo en la mente lo que quiero decirle, y un par de minutos después lo hago.

—T-Tú hueles a otro Alfa.

Nanon me mira, ladeando la cabeza.

—¿Qué?

—Hueles a otro Alfa —repito más claro— mucho.

—Debe ser porque cogí con uno, antes de venir —responde comiendo más.

Lo miro confundido.

—P-Pero tú me besaste.

—¿Qué?

—Pensé que dijiste que yo te gustaba.

—Eso fue lo dije, pero mi pregunta sigue siendo, ¿qué?

Bajo la mirada, porque empiezo a sentir que estoy siendo tonto.

—N-Nada.

Es que no entiendo por qué me tiene acá si está interesado en otros Alfas.

No es algo que me moleste, simplemente no tiene lógica, supongo que solo soy importante porque vi lo que pasó, pero debería matarme si es así.

—¿Qué quieres de tomar? —suelta abriendo el congelador.

—Tal vez deberías preguntarle al Alfa con el que estás.

Parece confundido y da una vuelta, mirando a todo el lugar.

—Ese eres tú, Ohm, no hay alguien más acá —responde mostrándome una lata— ¿Cerveza?

Asiento, en silencio.

Cuando la pone frente a mí, agarra mi mejilla derecha, para que lo mire.

—¿Quieres usar el sillón hoy? ¿Estás seguro de que no te molesta?

—Me molesta más que huelas tan mal.

Siento que me he pasado, porque ya conozco esos ojos, cuando se pone a la defensiva.

—Me parece que otra vez, no nos estamos entendiendo, ya te he dicho que…

—Te pertenezco, tú mandas, me pondrás una correa si me porto mal, bla bla bla.

—¿Estás enojado? —pregunta claramente confundido.

—¿Por qué? ¿Porque crees que soy tu perro? ¿Porque siento todo el tiempo que vas a matarme en cualquier momento? ¿Porque te encaprichaste tanto conmigo, que decidiste no matarme y luego fuiste a coger con otro? No.

Siento por un momento, que él baja la guardia.

Y creo que es su Omega, porque está soltando un olor que parece querer calmarme.

—N-No me levantes la voz —dice alejándose nervioso, y entra al baño tirando la puerta.

Sé que no debería hablarle así, pero estoy enojado.