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NANON

No he podido concentrarme en el trabajo, desde que hemos salido de casa.

Cuando somos First, Chimon y yo, significa que Bright cree que es peligroso, y sí, fue una noche difícil, si le agrego que no pude dejar de pensar en Ohm.

—¿Por qué siempre intentan dispararme a mí? —pregunta First sacándome de mis pensamientos— no entiendo por qué se ponen tan a la defensiva cuando me ven.

—Tal vez es porque siempre estás armado.

—No es un arma, yo juego con esto —responde levantando su garrote.

—Reventaste la cabeza de 57 personas hoy con eso —le recuerda Chimon, moviendo el volante.

—Yo agradezco que lo hagas —agrego girando y le sonrío— siempre te encargas de todos, y yo no tengo que levantar mi arma, así que es menos trabajo para mí, pero ver tanta sangre me ha dado hambre, ¿deberíamos ir por unas hamburguesas?

—Pídanlas para llevar —nos dice Chimon estacionándose a un lado de la carretera— no tenemos tiempo para comer, hay que asegurar los paquetes.

Lo veo sacar las cuentas de la mercancía en su teléfono, así que abro la puerta yo, y First me alcanza, para caminar a mi lado.

—¿Qué le hiciste ahora a Chimon? —pregunta levantando su garrote para limpiarle los pedazos de piel que le quedaron— hoy ha estado más amargado de lo habitual, y eso ya es bastante.

—¿Tú qué crees?

—Bueno, yo estoy de tu lado —responde riendo— y si quieres una opinión, no te estás perdiendo de nada.

—¿En serio? —digo riendo también— ¿No lo recomiendas?

—Si tuviera que recomendar a alguien del grupo para coger, sería Bright, no es tan bueno pero lo he repetido, porque a veces es la única opción cerca, en cambio Chimon es muy flojo y siempre me deja todo el trabajo a mí, así que no hay una justa competencia.

—Bueno, Bright es lindo…

—Si no pasara la mayor parte de su vida drogado, tal vez.

First es la clase de persona que no tiene un filtro al hablar, incluso diría que es agradable, cuando está relajado.

Su actividad favorita es matar Alfas, solo porque no le agradan.

Yo creo que quizás tiene mucho rencor adentro, y no ha logrado perdonar lo que le hicieron cuando no tenía ese palo de mierda que me asusta.

—Yo quiero dos con tocino —le digo al entrar— iré al baño.

Cierro la puerta y me acerco al lavadero, para mojar mi rostro, limpiando los rastros de sangre seca que me han quedado.

Maldición, me duele la puta cabeza.

Sí, pasé un celo sin coger, al lado de un Alfa que me gusta, tengo que superarlo, y dejar de darle tantas vueltas o empezará a ser molesto.

—Hola —dice un hombre al que veo entrar, a través del espejo.

Me lavo las manos, bajando la mirada para ignorarlo.

—¿No sabes hablar, Omega?

Es su día de suerte, tengo la mente en otro lado, así que voy a fingir que no escuché eso.

Es que aún no sé que hacer con Ohm y…

—Te estoy hablando —insiste pegándose a mi cuerpo.

Veo sus manos colocándose alrededor de mí, y su olor desagradable cubriéndome, me da nauseas.

Giro, sonriéndole.

Transformo mis garras rápidamente, y las coloco en su cabeza, para arrancarle los oídos, desde el fondo.

—Yo si escucho, creo que tú no vas a poder hacerlo más.

Esa sangre salpicándome, es una molestia, porque tengo que lavarme de nuevo.

Maldita sea, ahora huelo mal.

Zona roja || OhmnanonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora