NANONYo merezco un premio por haberme mantenido en mi cama, toda la noche, sabiendo que tengo en el piso al hombre más lindo que he visto en mi vida.
No estoy acostumbrado a que los Alfas se nieguen a tener sexo, así que esto es nuevo.
Si no tuviera esa cara, ya lo hubiera tirado por ahí, con una bala en la cabeza.
—Seguramente ni va a poder coger bien —me digo al espejo— ¿Crees que vale esperar dos días?
Es demasiado, porque normalmente conseguir sexo, solo me toma los segundos que uso en decir que quiero coger.
—Ha pasado solo un día, Nanon, ¿no eres capaz de esperar dos? —pregunto señalándome con un dedo.
Podría solo obligarlo, pero la verdad no es lo mío.
La gente acá está acostumbrada a eso, pero yo nunca he necesitado hacerlo.
Suspiro, al salir, y lo veo sentado en el sillón, mirando a la terraza.
—¿Dormiste bien?
Él gira al oírme, asintiendo lento.
—Algo.
—Mi cama es más cómoda.
—¿Te lo han dicho los otros Alfas que han venido?
Sonrío, sentándome a su lado.
—Los Alfas que acostumbro no suelen ser testigos que debo cuidar, así que casi nunca entran aquí, y tampoco se niegan a una cogida, por eso no necesito pasar la noche cerca de ellos.
—¿Por qué estás aguantándome a mí?
—Me gustas —respondo levantándome.
Voy a irme, pero agarra mi muñeca, para detenerme.
—¿Cuánto tiempo más vas a tenerme aquí?
—El tiempo que me dé la gana —le aclaro soltándome de él.
Odio mucho, esta sensación rara de sentirme rechazado.
De verdad creí que era mutuo, sino no me hubiera atrevido a traerlo, pero empiezo a pensar que pude equivocarme.
Además, a mí no me importa si me rechaza, solo es un Alfa más, me da igual, no puedo gustarle a todo el mundo, porque no todo el mundo tiene buen gusto.
—Non —escucho la voz de Chimon afuera, golpeando la pared.
Camino rápido a la puerta para abrirla, y él entra, agitado.
—Le dispararon a First, nuestro jefecito nos quiere abajo.
—¿Está vivo?
—Sí, con Jimmy, pero ya sabes como se pone Bright, si uno de nosotros cae, la gente empezará a pensar que puede rebelarse, así que mataremos a media ciudad, para que les quede claro que estamos a cargo.
Voy de vuelta a mi habitación para sacar mis cosas y cuando regreso, veo que Chimon ya está a la defensiva.
—¿Por qué no tiene una correa? —pregunta agarrándolo del cuello— ¿Vas a seguir teniéndolo metido acá?
—Chimon —digo suave— suéltalo.
Me pone nervioso, porque podría matarlo solo sacando sus garras, y lo hace seguido.
—Tenemos cosas más importantes que hacer —responde mirándome— ¿Quieres que lo tiré al pasillo por ti?
—Puede quedarse, no está molestando.
—No me agrada.
—A ti nadie te agrada —le recuerdo más calmado, porque lo ha soltado.
Agarro su mano para jalarlo afuera, y le hago señas a Ohm con la otra, para que entienda que espero que no rompa nada esta vez.
—¿Por qué te gusta? —pregunta cambiando el tono de su voz, cuando estamos solos.
—Chimon…
—No haces que los Alfas pasen la noche contigo, ¿qué es especial para que él sí lo haga?
—Sabes que odio que me cuestiones —le recuerdo soltando un suspiro.
—Nanon —dice agarrando mi rostro, pero me quito.
—Yo te quiero, Chimon, y nunca voy a dejar de quererte, porque eres mi mejor amigo.
Beso su mejilla, y salgo de ahí, porque el ascensor se abre.
Camino a la oficina de Bright, oyendo a Chimon disparándole a los Omegas del pasillo.
Suele desquitar sus ataques de ira, con cualquiera que se le cruce en el camino.
—¿Qué está haciendo? —me pregunta Bright cuando entro.
—La ventaja es que ya no vas a tener que tirar lo que usas, porque Chimon está encargándose.
—¿Por qué está haciendo berrinche esta vez?
—No le agrada que no le haya puesto una correa a mi lobito.
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Zona roja || Ohmnanon
FanfictionDespués de ser testigo de un asesinato, Ohm conoce un lado de la ciudad que no sabía que existía.