14

1.6K 247 282
                                        


NANON

Sé que hoy ya debo salir de este lugar, pero aún estoy mirando la puerta, porque no quiero.

No quiero ver a Ohm.

Cómo se supone que voy a actuar, si he estado llorando ayer, porque no me dejó tocarlo.

Sabía que no podía confiar tanto en mi parte animal, pero creí que podría manejarlo mejor.

Aclaro mi garganta, buscando mi ropa, y suspiro, antes de abrir.

Quizás he sido muy accesible estos días, y puede haberse confundido.

Incluso lo abracé cuando durmió en mi cama, qué demonios fue eso, ¿acaso me volví loco?

Yo no quiero tener a un Alfa así de cerca, porque no estoy hecho para eso, hablo de las parejas y esa clase de ideas raras como el amor.

Ohm me da miedo.

Me hacer sentir como si yo fuera alguien capaz de ser amado por otra persona, y eso me asusta una mierda.

Incluso me trata bien, y me respeta, de una manera extraña.

—Hola —dice desde la cocina y yo noto que está haciendo café— pensé que dormirías más, ¿cómo te sientes?

—Estoy bien —respondo bajando la mirada.

—Estaba preparando…

—¿Eres el puto cocinero ahora? —pregunto acercándome y noto el cambio en su expresión— no me gusta desayunar, ya tomaré algo afuera, tengo que trabajar.

Es como si pudiera ser yo de nuevo, pero ahora, me siento terrible por hablarle así.

Quiero disculparme, pero eso sería raro de verdad.

—Está bien.

—Come tú, si quieres —agrego suavizando el tono de mi voz.

Él asiente.

—Pórtate bien hoy, Ohm, esta semana me ha retrasado todo y tengo pendientes fuera de la ciudad.

—¿Mucho tiempo?

—No creo que regrese esta noche —respondo agarrando algunas cosas de la mesa.

—¿Tendrás cuidado?

—¿A ti qué? —pregunto a la defensiva— si no supiera cuidarme no podría trabajar en esto, ¿eres idiota?

—Lo siento —dice en un susurro.

Maldita sea, ahora estoy muy enojado, pero no con él.

Me acerco y agarro su rostro, para que me mire.

—No soy el Omega que quiere que le hagas el desayuno, no quiero tu atención, no necesito que me cuides, no tienes que ser lindo, no…

—Ya entendí —responde interrumpiéndome.

Se lo agradezco internamente, porque empiezo a sentir un nudo en mi garganta, que me molesta.

Ya no estoy seguro de que sea una buena idea mantenerlo conmigo.

—No está mal si a veces bajas la guardia —dice cuando ya voy a alejarme.

—¿Qué?

—Creo que no tienes que estar a la defensiva, solo porque te gustó que yo me encargara de ti.

—¿Encargarte de mí? —pregunto con ironía— ni siquiera pudiste hacer lo único para lo que puedes servir y es meterme la polla, ¿qué clase de Alfa pasa el celo de un Omega solo preparándole de comer?

—Solo intentaba ser un buen Alfa.

—No te pedí ser un buen Alfa, haz eso por un Omega que si te quiera, tú estás aquí porque me calientas, ¿o crees que yo quiero casarme contigo y tener a tus cachorros?

Ya no puedo controlar lo hiriente que quiero ser, porque recuerdo las cosas que me ha dicho.

Él no debería estar así de interesado en mí.

—¿Lo que buscas es que me sienta mal? —pregunta bajando la mirada— porque si es así, ya lo lograste, felicidades.

Ya no estoy seguro de lo que busco.

—Me molestas —digo sinceramente— me molesta que seas tan diferente, y que me hagas sentir… me haces sentir…

Él me mira confundido, y yo me acerco a sus labios para besarlo.

Solo los junto a los míos, presionando un poco.

—¿Tienes que jugar así conmigo? —pregunta contra mis labios— ¿Tienes que hacerme sentir como la mierda y luego besarme?

—Tú me quieres ofrecer algo que no quiero —respondo agarrando sus mejillas— buscas darme algo que deberías darle a un Omega que lo merezca y ese no soy yo.

—Pero a mí me gustas tú —susurra mirando mis labios— ¿Tan malo te parece que no solo quiera follar contigo?

—Es muy malo —digo antes de besarlo de nuevo.

Suspiro cuando atrapa mi labio inferior con su lengua, y me pega a la barra de la cocina, tomando el control.

Sus manos van a mi cintura, pero solo la acaricia, y sube hasta mi cuello.

Odio que me guste tanto que sea tan suave conmigo.

—No debería —dice mirándome a los ojos— porque acabo de sentir unas terribles ganas de morirme solo por tus palabras, y ya no quiero que esto siga creciendo, si tú no vas a corresponderme.

—Ohm…

—Me gustas, Nanon, pero si tú planeas seguir siendo así de jodido conmigo, no quiero quedarme en este lugar.

Zona roja || OhmnanonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora