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OHM

Sé que he sido algo duro con Nanon, pero es la única manera de que entienda que ya no puede ponerme un correa.

Necesitaba espacio, porque Bright tenía mucho pendiente y soy literalmente el único que puede encargarse.

—Ya está —digo colocando el nuevo calendario frente a First, y él limpia rápido sus lágrimas, para que no note que estaba llorando.

—Gracias, Ohm.

Suspiro, sentándome a su lado.

—¿Necesitas que haga algo más por ti?

—No.

—Lo siento —digo sinceramente— intentaré hablar con Jimmy cuando se sienta mejor, pero ahora intentaré descansar.

—Yo voy a quedarme cuidando a Chimon.

—First...

—No me pidas que lo deje solo, ¿de acuerdo?

—Está bien —susurro levantándome— cuídalo bien, mañana voy a reemplazarte.

—No vamos a desconectarlo —me dice como órden y yo asiento— me importa una mierda lo que diga Jimmy, él está respirando.

—No tienes que preocuparte por eso, vamos a encargarnos de mantenerlo con nosotros.

Respiro profundo luego de darle las buenas noches, para caminar a mi piso.

Sé todo lo que me espera cuando pongo mi huella en la puerta, y veo a Nanon sentado en el sillón, mirando la terraza.

—Amor.

—¿Qué quieres? —pregunta sin voltear.

Sí, está molesto.

Camino hasta el sillón, para estar cerca y me mira, por fin.

—Lo lamento —digo acomodando su cabello y él se quita.

—Lamentarlo no lo soluciona, Ohm.

—¿Qué es lo que va a solucionarlo entonces? —pregunto con fastidio.

—Parece que no te has dado cuenta de que todo se ha ido a la mierda, o sabrías que no hay soluciones.

—¿Y qué esperas que haga? ¿Crees que voy a dejarte solo con esto?

—Nunca debí sacarte de tu mundo.

Agarro su rostro con mis manos para que me mire, aunque intenta quitarse.

—Esta no es la actitud que esperaba de ti, porque el chico al que conocí ese día, mientras leía un libro...

—No soy más ese chico, porque me enamoré de ti.

Sonrío, acariciando su carita, mientras miro sus ojos.

—Y yo me enamoré de ti, Nanon, ya sabes que te amo, y sé que no lo quieres entender aunque te lo repita, pero no voy a abandonarte, creo que tus miedos son válidos ahora, porque los tengo también cada vez que te veo alejarte de mí, ¿pero acaso no podemos ser capaces de ganarle a cualquiera que intente hacernos daño si estamos juntos?

—¿Tú lo crees?

—Recuerdo haber sido secuestrado por un chico que decía ser el mejor en esto.

—Lo soy —dice haciendo un puchero— yo soy el mejor.

—Lo eres, mi amor.

Mi pecho parece tener calma por fin, porque sonríe, pero eso termina cuando me empuja y empieza a golpearme en la espalda.

—¿Quién te crees para darme órdenes, atrevido? —pregunta saltando sobre mí y me tumba al piso— ¡Me botaste como si fueras mi jefe!

—Pero, Non, yo soy tu Alfa, a veces tengo que ser firme contigo.

—Pues yo soy tu Omega, así que mando en esta relación, porque me tocará tener a tus cachorros, y cargarlos en mi cuerpo es una desventaja de la naturaleza que vamos a equilibrar con golpes, solo te di un poco de confianza y ya estás actuando como si estuvieras a cargo, tonto.

Me río, porque se queda en silencio, con la respiración agitada.

—Así está mejor, ya pareces más tú.

Él se ríe también.

Ambos giramos a la puerta al escuchar pasos en el pasillo y Nanon se levanta para agarrar su arma, hasta que escuchamos la voz de First y eso lo relaja.

—¿Qué pasó? —pregunta abriendo.

—Chimon despertó.

Zona roja || OhmnanonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora