FIRSTEstoy sentado, en el sillón de la sala principal en la entrada, tomando un té, cuando veo que todos ahí miran a la puerta que da al pasillo, porque se abre.
Es un Alfa, que obviamente no tenia idea de que estábamos aquí, lo puedo notar por su expresión.
Parece perdido.
—Lo soltó —dice Chimon levantándose, pero Jimmy lo detiene con una mano.
—¿Quién es? —pregunto confundido.
Odio cuando soy el único que no sabe algo.
—El Alfa que trajo Nanon —responde Bright volviendo a mirar sus cartas— ¿Podemos seguir jugando?
Supongo que se refiere al testigo por el que Chimon estuvo haciendo berrinche, la semana anterior.
—¿Por qué lo soltaría solo? —digo levantándome yo.
—Supongo que se ha aburrido —menciona Jimmy restándole importancia— estoy algo sorprendido, porque creí que duraría más, pero con Nanon es imposible saberlo.
—¿Y si se le escapó? —pregunto llegando al lado del Alfa, y él mira a los ojos.
Creo que intenta estar sereno, pero obviamente está aterrado.
Chimon se levanta de nuevo, soltándose de Jimmy, y camina hasta a mi lado, sacando su arma.
—Pues yo no voy a esperar a ver cuánto tiempo sobrevive, debí hacer esto desde que lo vi la primera vez.
Estiro mi mano a la suya, y le doblo la muñeca, mirándolo mal.
—Regresa a tu lugar, no seas grosero.
—¿Por qué crees que yo tengo que hacerte caso, First?
—A tu lugar —repito levantando ligeramente mi garrote, para que note que lo tengo en la mano.
—Chimon, no le vueles la cabeza a nadie cuando tenemos una partida de póker pendiente —agrega Bright— el chico ahora no es importante, porque no va a sobrevivir si intenta salir del edificio, así que no tenemos que preocuparnos por él.
Jimmy resopla, pero ya no habla, y vuelven a concentrarse en el juego.
A mí me parece interesante.
—¿Nanon te botó? —le pregunto con la voz suave.
—No.
—¿Escapaste?
—No —dice de nuevo y baja la mirada— solo quería dar una vuelta, pero no tengo idea de como salir de este lugar.
Lo entiendo, hay demasiados pasillos.
—No pareces ser alguien que sobreviva a "dar una vuelta" —menciono riendo y agarro su rostro para que me mire— es imposible que pases desapercibido afuera con esa cara.
—Me importa poco —susurra quitándose de mí.
Creo que está lo suficientemente enojado, como para olvidarse del miedo que siente.
—¿Nanon vendrá por ti?
—No creo que a Nanon le importe mucho lo que ocurra conmigo.
Oh, ya entendí.
—Eso ha sonado algo rencoroso, creo que Nanon te ha dado muchas libertades.
Y no lo culpo porque este chico es lo más lindo que he visto en mucho tiempo.
—Estás haciendo muchas preguntas.
—Es que yo detesto el póker —respondo sonriéndole— y tú estás mejorando mi aburrida noche, ¿cómo te llamas?
—Ohm.
—¿Qué tan mal la has pasado secuestrado, Ohm? —pregunto sentándome de nuevo en el sillón y él se acerca.
—Tuve días mejores que este, definitivamente.
Me agrada, él no parece dispuesto a mostrarse intimidado, aunque lo está.
—Bueno, un mal día no debería ser motivo de ponerte suicida, tú no deberías estar acá.
—¿Vas a matarme o algo así?
—¿Yo? —suelto negando con la cabeza— no, qué aburrido, no me gusta atacar a los débiles.
—¿Me veo muy débil?
—Sí, y si sigues mostrándote así, no vas a durar mucho en este lugar —digo estirando un arma hacia él— ¿Al menos sabes como agarrar una de estas?
—No quiero un arma, gracias —responde desviando la mirada.
Qué lindo es creyendo que podrá continuar con su vida sin defenderse.
Cuando me río, ladea la cabeza, mirándome con más confianza.
—¿Por qué tú eres agradable?
—¿Acaso no te lo han dicho? —pregunto confundido— yo soy el más carismático, encantador, guapo y amable del grupo.
Mientras no me hagan enojar.
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Zona roja || Ohmnanon
Hayran KurguDespués de ser testigo de un asesinato, Ohm conoce un lado de la ciudad que no sabía que existía.