Zona roja || Ohmnanon

3

NANON

Apenas bajo del auto, Chimon camina adentro sin hablarme y yo giro los ojos.

Aún no entiende que no voy a hacer todo lo que quiere.

Siempre está haciendo berrinches, como si fuera un Omega, y es divertido, porque el Omega soy yo.

No sé si es cuestión de territorio, pero es obvio que no le agrada el lobito que conseguí.

—¿No vas a salir de ahí? —le pregunto al ver que no se mueve y él niega con la cabeza— ¿Al menos puedes decirme cómo te llamas, Alfa?

—Ohm.

—Bueno, Ohm, si te dejo solo acá, no van a tardar mucho en asesinarte, deberías venir conmigo, por tu propia seguridad.

Él se mueve lento, mirando con miedo a nuestro alrededor.

Apenas ha visto la parte buena, no quiero pensar en como va a ponerse cuando entienda como funciona un lugar sin leyes.

—Voy a cuidarte, y alimentarte, si prometes comportarte bien —digo dándole unas palmaditas en la cabeza.

—N-No soy tu mascota.

Se ve bastante tenso ahora.

—Si te relajas podemos divertirnos, Ohm, o podrías… escoger la segunda opción.

—¿Segunda opción?

—Mis amigos van a matarte apenas les diga que no me encargaré de ti.

Sonrío, porque creo que ya ha entendido que él depende ahora de mí.

—No te hice el favor de mantenerte vivo porque soy una buena persona —agrego para ser más claro— creo que eres lindo, podemos coger si quieres...

—No quiero ser tu Alfa, si es eso de lo que hablas.

Me río, porque creo que es tierno.

—Yo no quiero ser tu Omega —le aclaro agarrando su rostro— tú vas a estar en la lista de afortunados Alfas que me dan algo de diversión hasta que me aburro de ellos.

—E-Eso es peor —dice bajando la mirada.

Maldición, qué lindo.

—Bien, parece que tomaste una decisión —digo caminando hacia la puerta— te recomiendo entrar conmigo para que te disparen acá, porque si intentas escapar, la gente de la zona va a querer verte sufrir antes de matarte, y soy un buen Omega, así que mi consejo es que no lo hagas.

Apenas doy un paso adentro, su mano sostiene mi muñeca, para detenerme.

Sonrío, porque obviamente ya es mío.

—Eres un lobito inteligente, Ohm.

Agarro su mano para entrar, y Bright me mira apenas cruzo la puerta, desde la mesa del salón principal.

—Chimon dice que no mataste a un testigo.

—Ese metido dice la verdad, pero mira la cara que tiene —respondo colocando a Ohm delante— solo serán unos días, y me deshago de él.

—Nanon…

—Bright…

Lo miro haciendo un puchero.

—¿No va a molestar?

—Le pondré una correa si quieres y se mantendrá en mi habitación.

Él asiente y no me sorprende, porque incluso si nunca lo ha dicho, yo sé que soy su favorito.