29

2.3K 224 206
                                        


OHM

Sonrío cuando Nanon se acerca a mí, y me abraza por detrás, apoyando su cabeza en mi espalda.

—¿Aún tienes sueño, bebé?

—Sí —responde haciendo un ruidito de molestia— ¿Qué haces?

—Algo de comer.

—¿Qué es?

—Lo sabrás cuando esté en la mesa.

Me río, porque me golpea con su frente.

Sé que debe salir a trabajar hoy, porque ya ha pasado algunos días metido acá, pero estuvimos mucho rato hablando anoche en la bañera.

Así que obviamente tiene flojera.

Volteo dejando el cuchillo a un lado y agarro su carita.

—Ve a cambiarte, ¿sí?

—Estás nervioso —dice entrecerrando los ojos.

—¿Qué?

—Tú estás nervioso —repite acercándose más— ¿Por qué?

Creí que no lo notaría, pero ahora él me conoce más.

—Es que vas a salir.

—Pero tú ya sabes quedarte solo —responde confundido.

Niego con la cabeza, intentando evitar su mirada, porque tal vez va a molestarle escucharme decir lo que pienso.

—No, yo… es que tu trabajo no es muy pacífico.

—¿Estás preocupado por mí?

—Sí.

Estoy esperando su regaño, porque obviamente sabe cuidarse solo, pero no lo hace.

—¿Por qué te importo tanto? —pregunta en un susurro.

—¿Qué clase de pregunta es esa?

—No lo sé, pensé que el interés se te iría poco a poco, porque yo no soy una persona agradable, y estamos hablando mucho últimamente, pero no parece que te estés cansando de mí.

—Non —digo acercándome— cada vez que abres la boca, me enamoro más de ti.

Sé que ha sido muy directo, porque pega su cabeza en mi pecho, para ocultarse.

—Voy a tener mucho cuidado —dice luego de estar en silencio, dejando un beso en mi cuello— ¿Está bien?

—Sí.

Atrapo sus labios, porque tengo una sensación agradable en el pecho.

Siento que él está bajando su sistema de defensa.

—Y no busques a First, yo voy a enseñarte hoy, es algo que tenía en mente desde que supe que quieres aprender, pero he estado ocupado con tu polla adentro.

—No voy a buscarlo, y me parece perfecto que tengamos una nueva actividad juntos, porque me preocupa que pasemos tanto tiempo cogiendo —digo riendo.

—Vas a sorprenderte, porque no solo soy el lindo del grupo, también soy el mejor con las armas de fuego, y nunca he fallado un tiro.

—Bueno, esa es una nueva cualidad que descubro, la anotaré junto a las otras miles que me gustan de ti.

Me río de nuevo, porque vuelve a ocultarse, pegándose a mí.

—Eres un idiota, me molesta que seas tan lindo conmigo.

—Si quieres dejo…

—¡NO! —grita levantando la cabeza— tú sigue siendo lindo, y yo me encargo de enseñarte a atacar.

Zona roja || OhmnanonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora