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NANON

Ahora parece que Ohm le pertenece a todos acá, y no es justo.

Es mío.

Lo secuestré yo, fue mi idea mantenerlo vivo, y lo estuve alimentando todo este tiempo, así que tengo derechos.

Pero él solo está tratando de ayudarnos, y sé que no debería enojarme por eso, pero así es.

No quiero que se involucre más.

Suspiro, mirando a Bright en la cama.

Parece estable, y ya he tocado su frente, así que al menos esta noche, no creo que vaya a complicarse.

—Y cada vez que quiero acercarme para decirle que se vaya a descansar, First me dice que los ayude con el trabajo o que no estorbe, y tú no me hablarías así, por eso no puedes morirte, Bright.

Claramente toda esta conversación está siendo unilateral, pero al menos espero que esté escuchando.

—No estoy preocupado por Chimon —digo bajando el tono de mi voz— Jimmy puede solucionarlo, porque siempre que los problemas están en sus manos, él lo hace bien, ¿verdad?

Bajo la mirada, jugando con sus dedos.

—Él no puede fallar, ¿verdad, Bright? —le pregunto cambiando el tono de mi voz— Chimon no puede morirse, él es fuerte, y Jimmy es listo, yo no debo preocuparme porque todo estará bien, ¿verdad?

Muevo mi pie contra el suelo, porque ya estoy nervioso de nuevo.

Necesito que Bright me diga que todo estará bien.

—¿Y si nos atacan de nuevo? ¿Qué vamos a hacer First y yo? —agrego acostándome a su lado— Ohm tiene buenas ideas, sé que es de ayuda, y... yo creo que tiene algo de talento, ya lo había notado, quería enseñarle por eso, pero mira lo que pasó hoy... casi te mueres aunque llevas años acá, y sin Chimon, Ohm quizás estaría en su lugar ahora, y yo no podría con eso; sé que tú vas a entenderme, porque recuerdo las discusiones que tenías con Win para sacarlo de este mundo.

Quizás Bright solo no está escuchando.

—Sé lo culpable que te sientes aún por lo que pasó, y no quiero sentirme así, yo quiero que se vaya, porque quiero mantenerlo a salvo.

Levanto la cabeza, cuando escucho la puerta abriéndose, y es Ohm, que se apoya en la pared.

—¿Todo está bien?

Asiento, sin mirarlo.

—¿Tú estás molesto?

Asiento de nuevo, desviando más la mirada.

—¿Hay algo que pueda hacer para solucionarlo?

—Ya te he dicho lo que quiero.

—Quedarme no está en discusión —dice luego de resoplar, sentándose en el sillón que está junto a la cama.

Me pongo de pie, y él agarra mis manos rápido, para jalarme y sentarme en sus piernas.

—¡Ohm!

—Primero, voy a pedirte que dejes de exponer nuestros problemas cuando hay personas cerca, y segundo, no voy a irme, pero si quieres perder tu tiempo insistiendo, vas a hacerlo cuando estemos en nuestra habitación, solo los dos.

—¿Nuestra?

Intento parecer molesto, y por eso odio que me guste como ha sonado.

Quiero ser firme con lo que he decidido, pero me duele como el infierno quererlo a mi lado.

—Ya me escuchaste.

Me relajo, y dejo de intentar levantarme, porque es obvio que no voy a poder.

—No sé cómo es que puedes tener ganas de quedarte después de todo lo que pasó.

—No voy a decirte que no me ha afectado.

—Pero te ves bastante tranquilo.

—Intento no ponerlos más nerviosos, porque si todos perdemos la calma, esto va a volverse un caos, pero eso no significa que estoy pasándola bien, me he preocupado, por ti, por Chimon, por Jimmy, por Bright, por First, por el edificio, por...

—Yo estoy preocupado por ti, y no quiero seguir sintiéndome así, te he metido a este lugar, eres mi responsabilidad.

—No está en discusión, Nanon —repite con la voz más dura— no vas a decidir por mí.

—¡Te lo estoy ordenando! —grito frustrado.

—No soy tu mascota, soy tu Alfa, y soy totalmente capaz de saber a dónde me estoy metiendo, no tengo cinco años, sé cuáles pueden ser las consecuencias de esto, y quiero hacerlo.

—¡Tenías un libro en las manos cuando te conocí, Ohm, no intentes hacerme creer que quieres una vida como la mía!

Mi respiración se entrecorta, porque agarra mi rostro para que lo mire.

Me pone tan nervioso.

Es que cuando Ohm está así de serio, es capaz de hacerme bajar la mirada a mí.

—No me interesa como va a ser la vida que tenga, mientras estés tú conmigo.

—Pero, Ohm —intento insistir, con menos fuerza.

—Estoy enamorado, Nanon, y no quiero que me hagas pensar en que voy a tener que dejarte acá, porque no va a pasar, es cierto que los chicos me agradan, y que me siento capaz de acostumbrarme a este lugar, pero la razón por la que he decidido hacerlo, eres tú.

—M-Me voy a sentir culpable por esto.

—No me estás obligando a hacerlo, yo quiero estar contigo, quiero que seas mi Omega, quiero despertar a tu lado el resto de mi vida, que tengamos cachorros, marcarte...

Jadeo, porque pasa los dedos por mi cuello.

—Es lo que quiero también —respondo mirando sus labios— pero te amo, y si puedo ayudarte a no arruinar tu vida, incluso si me duele perderte, lo voy a hacer.

—Mi vida estará arruinada si no me dejas estar contigo.

Hago un puchero, porque ya no puedo discutir si me habla así.

—Te odio —susurro ocultándome en su cuello— no me gusta perder en las discusiones.

—No es una discusión, solo soy yo intentando hacerte cambiar de opinión, porque voy a morirme sin ti.

—No seas lindo —digo haciendo un berrinche— haces que mi actitud de chico rudo se caiga, y ya no parezco un asesino peligroso.

Giro los ojos, porque aprieta mis mejillas.

—Tampoco te ayuda ser tan bonito.

Suspiro, cuando atrapa mis labios con los suyos y le sonrío, mirándolo a los ojos.

—Te amo, Nanon —agrega provocando que mi corazón se acelere más— y lamento si estoy preocupándote, pero prometo irme a descansar, apenas sepa cómo está Chimon.

—¿En nuestra cama? —pregunto chocando mi nariz con la suya.

—¿Nuestra?

—Tendré que compartirla, de todos modos, todos los días me coges sobre la...

—¡Nanon! —me regaña, señalando a Bright y luego susurra— cuando estemos solos.

—Se está muriendo, no escucha —respondo girando los ojos.

Zona roja || OhmnanonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora