Capítulo diecinueve

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Un nuevo día llegó y como cualquier comienzo de fin de semana, los cabeza de familia tenían previsto pasarlo juntos, a pesar de los problemas que habían tenido en días anteriores.

La mañana de sábado pasó sin más detalle, que el que tanto Porchay como Porcshe se levantaron muy tarde nuevamente.

A la hora de la comida, Pond les anunció que en la tarde saldrían a un lugar divertido, luego de un compromiso, manteniento el misterio, sin embargo tanto sus hijos como su esposa no pudieron evitar desconfiar.

Big, Ken y los progenitores Kittisawasd fueron en un coche y en otro, Kinn al volante, llevó a Porcshe, Porchay y Kim al lugar señalado, el cual no fue otro que la agencia de guardaespaldas de su hermano mayor.

Los hermanos Kittisawasd miraron a estos con disgusto pues en todo el trayecto se habían negado a revelarles el destino, el cual ellos al igual que Pond y Big, sabían de antemano.

...-Bajen-les dijo Kim tras salir del coche y abrir la puerta trasera.

-Yo no voy a ir. No pienso dejar que mi padre me ponga una mierda localizadora en el cuerpo-se negó el joven moreno con una mueca de desagrado.

-Yo tampoco. Tengo veintitrés años- indicó el mayor-no puede obligarme.

Ambos escoltas resoplaron mientras vieron que los demás ocupantes del otro vehículo ya estaban entrando en el local.

-Venga, señorito Porcshe, baje-habló entonces Kinn abriendo la otra puerta trasera- Su padre hace esto para protegerlos no para castigarlos. Si los secuestran será más fácil encontrarlos. Además, mi hermano Khun pierde mucho dinero con esto. Si no lo hacen su padre puede tomar represalias contra el negocio que fundó nuestro padre con todo su esfuerzo.

El moreno mayor miró a este con pesar.

-Venga, sé que es usted una buena persona y que su conciencia no le permitirá cometer tal injusticia- añadió el guardaespaldas mayor apelando a la compasión de este-por favor señorito Porcshe, le prometo que no le dolerá y se olvidará enseguida de que lo lleva dentro.

El moreno mayor suspiró profundamente y a continuación asintió, bajándose del coche, mientras que Porchay siguió sentado.

-Venga bajese usted también- Kim lo miró fijamente.

-Ni creas que esa tontería de historia servirá conmigo. A mi me importa una mierda el negocio de tu familia-el moreno se cruzó de brazos.

De repente Big salió del establecimiento en busca de estos.

-¿Qué hacéis que no traéis a los señoritos?, Todo está listo.

Kinn y Porcshe se miraron y a continuación caminaron a la par hacia el interior, entonces Kim sujetó a Porchay del brazo y tiró de él.

-Salga, No me obligue a llevarlo a rastras.

-No, no iré-proesto el joven moreno retorciéndose.

-He dicho que salga

-No, déjame

-Oiga, deje de ser tan fastidioso y obedezca

-Ponte tu esa mierda, yo no lo haré

Big todavía en la puerta del establecimiento miró a estos con extrañeza.

-Kim, date prisa.

-Si, emm...voy

Tras verlos forcejear de nuevo, finalmente el jefe de los guardaespaldas se les acercó.

-¿Qué ocurre?

4. KimPorchay: Guardaespaldas de un niño rico (KinnPorsche) TerminadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora