Capítulo treinta y nueve

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De regreso a la casona, Porchay lloró todo el trayecto, mientras Kinn lo miraba de reojo totalmente apenado.

....-¿Por qué no ha dejado que su padre desaparezca a ese tipo?

-Yo no podría vivir con esa muerte en mi conciencia, sin embargo...

-¿Y podrá vivir unido a ese hombre?, Usted no lo ama

-Claro que no lo amo, yo amo a...bueno, da igual..

-A mi hermano, ¿Verdad?

El joven moreno asintió con la cabeza, a la par que se enjugaba las lágrimas con sus manos.

-No puedo permitir que mi padre mate a Tawan, después de haberlo criticado toda mi vida por sus atrocidades.

El escolta suspiró profundamente pues no dejaba de pensar en su hermano.

Detrás de ellos, en el otro coche, Big conducía mientras escuchaba en silencio las maldiciones de su jefe, quién estaba furioso por haber accedido a la petición del modelo.

Lo sucedido había hecho ver a Pond lo equivocado que había estado con Tawan y no le hacía ninguna gracia haberle entregado a su hijo menor.

Finalmente llegaron a la propiedad y tras bajarse de los coches, padre e hijo entraron en la casona, seguidos de sus guardaespaldas.

En el salón, Koney muy preocupada se levantó de la silla en la que estaba sentada, en cuanto los vio y rápidamente corrió a abrazar a su hijo.

-Oh menos mal que ya estáis aquí. Déjame verte, bebé

-Estoy bien, mamá - respondió el joven moreno cabizbajo

-¿No te hicieron nada?-preguntó esta muy preocupada, mientras revisaba la cara y el cuerpo de su hijo.

-No, Kinn me apartó a tiempo y no recibí ningún golpe.

Koney respiró entonces muy aliviada.

-Que bien que estás bien, estaba tan preocupada-¿Qué es lo que pasó?

-Pues ha sido una pelea entre Tawan y los hijos de Kan- habló entonces el cabeza de familia resoplando, a la par que caminaba hasta la barra de las botellas y se servía un trago.

La mujer miró extrañada a Porchay.

-Hijo, ¿Que pasó para que terminaran así?

-Ellos empezaron y Tawan solo se defendió- respondió el joven moreno

P

ond se giró inmediatamente y miró a su hijo con enfado.

-Sigues defendiendo a ese modelucho. Pareciera que le tienes más simpatía que a Macau y Vegas, que los conoces de toda la vida.

-Pues si, Tawan no hizo nada malo. Vegas y Macau empezaron.

-Señor, perdón -intervino entonces Kinn -Lo que dice el señorito Porchay es cierto. Ese hombre solo bailaba y ellos lo comenzaron a golpear.

El mafioso asintió aunque no daba su brazo a torcer.

-Ok, puede que ellos empezarán pero seguro este les dio un motivo-miró a ambos -Esos chicos son incapaces de ...

4. KimPorchay: Guardaespaldas de un niño rico (KinnPorsche) TerminadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora