Capítulo cuarenta y siete

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Korn estaba solo, ya que todos sus hombres estaban muertos, así que optó por negociar.

...-Ok, te lo contaré todo pero a cambio debes dejarme ir.

El jefe de los guardaespaldas entonces chasqueó la lengua con frustración.

-No lo escuche, señorito. Acabemos con él y vayámonos de aquí. Seguro está haciendo tiempo para que lleven más.

Kinn sujetó al joven moreno del brazo.

-Creo que Big tiene razón. Vayámonos.

Porcshe miró a este y a continuación volvió la vista al hombre.

-Si, vámonos a casa, no merece la pena.

El escolta y su protegido se giraron mientras que Big y los demás guardaespaldas rodearon a Korn con intención de matarlo e irse pero entonces este dejó la pistola sobre la mesa y se levantó.

-¿De verdad dejarás que maten a tu abuelo, Porcshe?

El joven moreno se volvió a girar totalmente asombrado.

-¿Abuelo?, ¿Qué locuras está diciendo?

-No es ninguna locura- habló Korn muy seguro- mi hijo...mi pobre hijo, era en realidad vuestro verdadero padre y ...

De repente se escucharon los gritos Kim, llamadolos desde el portón.

-¡Vamos ya!, ¿Qué estáis haciendo ahí?, ¡Vienen más!, ¡largemonos !

Todos miraron hacia este pero poco después, al volver la vista de nuevo al veterano hombre, estos se encontraron con que se había esfumado.

-Mierda, ¿A dónde ha ido?

-No lo sé pero debemos irnos ahora

Kinn cogió a su protegído de la mano y tiró de él pues Porsche totalmente estático se había quedado en shock.

-¡Venga, salgamos!, ¡Debemos irnos de aquí!

Rápidamente todos corrieron y subieron a los coches, entonces salieron de allí lo más rápido que pudieron, aunque no evitaron ser perseguidos.

Desde la frecuencia de los guardaespaldas, Big les dijo a Kinn y Kim, los cuales iban en el coche que llevaba a los jovenes morenos, que siguieran la ruta hasta la casona, mientras que el y los demás se encargarían de los dos coches que los perseguían.

Kim al volante logró escabullirse con destreza y se alejó de la persecución, mientras en la parte de atrás, Porchay ya totalmente recuperado, miraba con confusión a su hermano, el cual estaba como ido.

..-¿Qué te ocurrió?, ¿Por qué estás así?-le preguntó mientras lo movía sujetándole un brazo-¿Qué te hicieron esos hombres?

Kinn suspiró profundamente desde el asiento del copiloto.

-No debes creer lo que ese hombre te dijo, Porcshe. Solo intentaba engañarte para escapar.

-¿Hombre?, ¿qué hombre?-volvió a preguntar el moreno menor con desesperación-¿Quién era?

De repente el moreno mayor reaccionó y buscó su móvil en los bolsillos pero no lo encontró.

4. KimPorchay: Guardaespaldas de un niño rico (KinnPorsche) TerminadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora