Capítulo ocho

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Ese primer fin de semana en la casona Theerapanyakul paso de los más tranquilo pues tantoPorchay como Porcshe, apenas quisieron salir a distraerse fuera de su hogar.

La tarde del sábado prácticamente se la pasaron en la sala de entrenamiento con sus guardaespaldas, quiénes tomaron el relevo de Pol y Big para enseñarles técnicas de combate.

El domingo se lo pasaron en la piscina, bañándose y tomando el sol junto con sus padres y unos conocidos de estos.

Kinn agradeció eso, aunque estuvo muy pendiente de que Porcshe cumpliera su promesa de no beber alcohol, lo cual costó bastante a este.

Sin embargo para Kim, fue otro cantar, ya que él si prefería la acción y eso de estar dando vueltas de aquí para allá, alrededor de la piscina le resultó bastante aburrido, aunque de vez en cuando deleitara su vista, viendo en traje de baño a su protegido.

Una nueva semana dio comienzo horas después, en la que tras levantarse tarde sus protegidos, los guardaespaldas los esperaron en el garaje.

Kinn se subió a una de las motos de Porcshe, mientras que Kim sacó brillo al capó del deportivo azul.

...-¿Acaso pretenden llegar tarde?-preguntó este algo molesto luego de unos minutos.

-Tranquilo, todavía hay tiempo-dijo el mayor mirándolo con molestia-es lunes y son ricos, no necesitan ir con prisas.

El guardaespaldas menor suspiró con resignación y acto seguido se subió al coche y acarició el volante muy sonriente.

-Adoro esta joya. En verdad es lo mejor de este empleo

De repente Porchay y Porcshe aparecieron aún con cara de cansancio.

-Lo siento...emm, Al parecer se nos pegaron las sábanas-sé disculpó el moreno mayor acercándose a su guardaespaldas

-Está bien, señorito. No se preocupe- habló Kinn poniéndole el casco.

El moreno menor entonces entró en el deportivo y miró a su guardaespaldas, esperando también una palabra de ánimo pero tan solo recibió un secó y rotundo "Abrochese el cinturón"

-No te preocupes, no tienes que correr-dijo este mirando a Kim- a primera hora tengo educación física y jugamos al fútbol. Bueno yo casi siempre estoy en el banquillo.

El escolta arrancó el motor en silencio como si no hubieron escuchado nada.

-¿No vas a preguntar por qué?

Kim entonces se encogió de hombros mientras conducía camino a la salida de la propiedad.

-Supongo que no es asunto mío.

Lejos de enfadarse, el menor sonrió mirándose las manos.

-Quiero ser músico, así que el deporte no lo necesito para lograr mi propósito.

-Pero usted está recibiendo entrenamiento- Masculló el mayor- Cuanta más flexibilidad tenga, mejor es para defenderse ante un ataque.

-Recibo entrenamiento porque mi padre nos lo impone obligatoriamente pero no es mi elección- Explicó el más joven ya algo molesto-el fútbol es un deporte muy violento.

El guardaespaldas negó con la cabeza y una mueca en su boca.

-El boxeo, el rugby o las artes marciales, si son deporte violentos. El fútbol no lo es, exagera.

-Me da igual, no lo haré y punto- sentenció el menor moreno haciendo un puchero.

Con toda la intención, el escolta pegó un acelerón que asustó a Porchay, quién soltó un grito de lo más agudo y afeminado, haciendo que este sonriera victorioso.

4. KimPorchay: Guardaespaldas de un niño rico (KinnPorsche) TerminadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora