Capítulo veintiocho

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En los siguientes días, las cosas entre Porchay y su guardaespaldas parecieron calmadas pero mayormente fue porque el joven moreno, estuvo muy callado y evitó toda confrontación.

Lo cierto era que se sentía muy avergonzado por lo ocurrido, ya que había quedado expuesta una parte de su pasado, la cual había permanecido oculta aunque latente.

Además estaba el hecho de que se habían vuelto a besar y esta vez el beso había sido muy distinto a los anteriores, ya que no había sido extrañamente amargo como el primero, ni apasionadamente salvaje como el segundo

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Además estaba el hecho de que se habían vuelto a besar y esta vez el beso había sido muy distinto a los anteriores, ya que no había sido extrañamente amargo como el primero, ni apasionadamente salvaje como el segundo.

Ese había sido tierno, tranquilo y correspondido por Kim, sin embargo Porchay no podía evitar pensar que había sido por compasión.

Aún así, no podía enfadarse con su guardaespaldas pues este se había portado muy lindo con él y le agradecía que se hubiera preocupado de saber e intentar entenderle.

La relación con su familia, en cambio era otra cosa pues que su hermano y su madre fueran de chismosos lo molestó mucho y también que su padre siguiera actuando como si lo único importante fuese sus negocios e invitados.

Por ello, cuando un nuevo viernes llegó y el joven moreno se enteró que habría una nueva cena con protocolo de familia perfecta, este decidió tomar una pequeña venganza.

En esta ocasión, el invitado fue un veterano hombre de negocios de corea, Korn Songsit, quién al parecer estaba interesado en comparke el casino que Pond había adquirido meses atrás en una de sus extorsiones.

En esta ocasión, el invitado fue un veterano hombre de negocios de corea, Korn Songsit, quién al parecer estaba interesado en comparke el casino que Pond había adquirido meses atrás en una de sus extorsiones

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La cena empezó muy tranquila, a pesar de que sentado en su sitio, el joven moreno se contenía las ganas de agarrar el fino mantel y arrojar la carísima vajilla al impoluto suelo.

Tras el primer plato, Porchay ya estaba cansado de fingir y estaba deseando que se terminase pues odiaba esas frívolas celebraciones.

...-Tienes una hermosa familia Pond. Te envidio

-Gracias, Korn. Es verdad, tengo mucha suerte-dijo el cabeza de familia respondiendo al cumplido y mirando orgulloso a su esposa e hijos.

-Además tienes una casa muy hermosa y la comida es excelente.

4. KimPorchay: Guardaespaldas de un niño rico (KinnPorsche) TerminadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora