Capítulo cuarenta y uno

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Los Kittisawasd esperaban muy intranquilos en la sala de urgencias del hospital, luego de llegar allí detrás de la ambulancia que había trasladado a su hijo menor.

...-¿Cuanto más van a tardar en decirnos algo?-habló Koney desesperada.

-Los médicos saben lo que hacen, debemos esperar-dijo Pond a su lado.

-Iré a ver señor... quizás me digan algo- Habló Big ofreciéndose.

-Gracias, muchacho.

Cuando el jefe de los guardaespaldas salió de la sala de espera, Kim se acercó a sus jefes.

-¿Les traigo algo?, quizás le venga bien una bebida caliente a la señora.

-Gracias, una tila estaría bien-dijo la mujer girándose hacia este.

-¿Un café, señor?- preguntó al mafioso

-Si, muchas gracias.

-Usted señorito, ¿Porcshe desea algo?

El moreno negó mientras permanecía sentado en una esquina de la sala, totalmente en shock luego de saber que su hermano menor había intentado suicidarse.

Kinn acompañó a su hermano hasta la cafetería para buscar los pedidos, mientras que el matrimonio se sentó de nuevo en los bancos de la sala de espera, ya por cuarta vez, desde que su hijo había entrado por a puerta de urgencias

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Kinn acompañó a su hermano hasta la cafetería para buscar los pedidos, mientras que el matrimonio se sentó de nuevo en los bancos de la sala de espera, ya por cuarta vez, desde que su hijo había entrado por a puerta de urgencias.

-Estoy tan asustada. Mi pobre niño.

-Yo también lo estoy, cariño. Sé que soy muy estricto con ellos pero jamás quise que sucediera esto.

El jefe guardaespaldas de los guardaespaldas regresó con noticias pues al parecer una amiga suya que era enfermera y que empezaba su turno, le dijo que el lavado de estómago ya había finalizado y que el chico se recuperaría.

...-Oh gracias al cielo...gracias, gracias -exclamó la mujer aliviada abrazándose a su marido.

El mafioso abrazado a Koney respiró y sonrió aliviado también.

-Nuestro hijo es muy fuerte. Es un Kittisawasd.

Porcshe, que comenzaba a llorar, se levantó y se abrazó a estos con fuerza.

Minutos después, los hermanos guardaespaldas regresaron con dos bandejas de bebidas calientes y sandwiches para todos, encontrándose a estos más tranquilos.

-¿Ha habido noticias?-Kim miró a la mujer, mientras le entregó su tila.

-Se recuper....

Koney paró de hablar en cuanto vio entrar un médico en la sala, el cual aún venía quitándose los guantes y la mascarilla.

-¿Doctor cómo está nuestro hijo?.-preguntó la mujer impaciente.

-Señores, su hijo está estable... Le hemos hecho un lavado de estómago pero es difícil precisar cuantas pastillas se ha tomado y por lo tanto, cuanto eso afectará a su organismo... Todo dependerá de como evolucione en las próximas horas.

4. KimPorchay: Guardaespaldas de un niño rico (KinnPorsche) TerminadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora