Capítulo 10

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Kiraz


Duerme, mi niña.

—¿Por qué lloras?

—No es nada, cielo—seguía acariciando mi cabello.

—¿Papá te golpeó?

—No—besó mi frente—. Me caí—besó mi frente—, soy torpe.

—Deberías tener más cuidado. No me puedo quedar sin mamá—me crucé de brazos enojada.

—Kiraz, mi vida—se sentó junto a mí—. No te dejaría sola, no podría hacerlo, eres lo mejor que me pasó en la vida. Creéme, siempre tendrás en quien apoyarte.

—¿En él? Porque lo extraño—admití cabizbaja.

—Hija...

—Dime la verdad ¿Quién te golpeó?

—Hija obstinada.

—Madre mentirosa.

—Duerme ya, gruñona. Me quedo aquí hasta que lo hagas.

Esa noche me desvelé. Otra vez gritos. Otra vez vino borracho. Otra vez se repetía el patrón. Mamá pidiendo que pare. Yo cubriéndome con el edredón dentro del armario, tapándome los oídos.

Suspiré y abrí mis ojos lentamente. Lo primero que detecté fue el techo blanco. Antes que mirara algo más, el asqueroso olor a hospital invadió mis fosas nasales.

Oh no.

De a poco era más consciente de los ruidos exteriores, lo que fue igual a un Leo que, francamente, temí conocer. Estaba enojado y quería pasar.

¿Y a este que le picó? ¿Desde cuándo acá le importo?

<<Te odio. Eres tan lenta>>

Y tú tan infumable.

La puerta se abrió, dejando pasar a una persona con emociones múltiples. Por un lado, la preocupación en sus ojos. Por otro, la ira en sus puños cerrados y sus brazos contraídos. Creo que un poco de alegría, en una sonrisa que intentó formar sin éxito.

—Le dije que no podía pasar—masculló una enfermera detrás.

—Y yo le dije que no iba a obedecerle—acotó Henry.

Sin embargo, no podía dejar de mirarlo a él. Se acercó a mí inspeccionándome, buscando que no me faltara ninguna parte del cuerpo.

—¿Quién fue? —preguntó entre dientes.

—Torpeza mía limpiando.

—¡La casa estaba limpia! ¡¿Quién fue?!

Madre santísima, enojado no estaba, furioso sería la palabra.

—Kiraz....no me tomes por lo que no soy. Dime quién te hizo esto. Es mejor que cooperes porque tengo un nombre en la mente, tú no me lo dices, y le hago caso a mis instintos. Posiblemente termine dañando a un inocente, lo cual dudo porque ese enfermo tiene de inocente lo que yo de pobre. Habla.

Perfecta para tus ojos ✅ [NUEVA VERSIÓN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora